Big Bang! News
Más

Las confesiones de Gilda: su vida íntima a 20 años de su muerte

BigBang repasa su vida a través de sus propias palabras. Poco antes de sufrir el accidente que le costó la vida, brindó una entrevista donde contó sobre sus gustos, ídolos y su intimidad.

23 Septiembre de 2016 17:09
1552079336971
1552079336971

Se cumplieron 20 años de la muerte de Gilda. Algunos la consideran una santa, otros una ídola. La mujer que es reconocida como una de las voces femeninas más importantes de la movida tropical, por hechos del destino o simple magia se convirtió en una figura de culto. Con el paso del tiempo, crece la idolatría hacia ella. Sus secretos, historias y especulaciones sobre su vida mantienen su poder atrayente.  

En un repaso por una de las entrevistas que dio poco antes de sufrir el accidente que le costó la vida, a ella, a su madre y a su hija, cuenta detalles de su infancia, su adolescencia y sus pensamientos.

Gilda, en uno de sus shows.

Infancia

“La escuela primaria la hice en una escuela de monjas, hasta el sexto grado. Luego nos tuvimos que mudar al barrio de Lugano, por el laburo de mi papá. Pasé a un colegio mixto. Ahí aprendí a convivir con varones porque siempre estaba acostumbrada con nenas. A parte era una escuela demasiado rígida en su estructura. Y con mucho miedo al diablo y al demonio y a todo eso".

"Me acuerdo que en la iglesia había dos ángeles pintados que eran feos. Y nos repartían el catecismo y no decían que si nos portábamos bien nos íbamos al cielo y nos portábamos mal nos mostraban una foto del diablo y nos decían que nos íbamos a ir con él. Mi problema es que no quería ir ni para arriba ni para abajo, pero lo que había arriba no me gustaba y lo de abajo tampoco. Yo no quería ni ir para arriba ni ir para abajo. Fue mi drama existencial. (...) Hasta que entendí cómo eran las cosas. Aprendí a creer mucho en Dios y en Jesús pero nunca le atribuí demasiada fuerza a las instituciones".

Secundaria

"Fue lindo. Los problemas de la edad de la escuela ya se habían emparejado. Yo estaba adelantada dos años en relación a mis compañeras. En la secundaria maduramos parejito y se equilibró. Organizábamos fiestas, hicimos una obra de teatro con los chicos del colegio Marista. Fue una etapa muy feliz".

Ídolos

"Me gustaba mucho Sui Generis, algo que cantaba mucho. Era lo que se escuchaba, la música de protesta. Me gustaba Vox Dei, John Travolta, estaba la película Flash Dance de onda, esa onda tecno, más que lo tropical, porque en Capital no se conocían (las bandas tropicales), más que Los Wawancó, que mis viejos bailaban con ellos, tenían casetes, lo bailaban en las fiestas. Pero no había una gran movida como en el interior"

"Toda la música corría por la vena de lo extranjero, no de lo nacional. (...) El folclore siempre estaba presente. Si la vida me hubiera puesto como antecedente que iba a cantar música tropical no lo hubiera hecho".

Gilda era maestra jardinera y profesora de educación física.

La adolescencia

"Nunca dejé de ver la vida con optimismo. Lo que marcó en mi casa fue la enfermedad de mi papá. Sufrió una hemiplejia, muy joven mi papá, estaba siempre enfermo y había que salir a trabajar para bancar la casa. Siempre creí que estudiar era tedioso y muchas veces tuve ganas de dejar pero sabía que lo iba necesitar. Siempre valoro la salud, será porque en mi familia faltó". 

El padre de la cantante sufrió una hemiplejia de muy joven.

"(...) Mi papá falleció y siempre está conmigo. Nunca fui al cementerio, porque para mí ahí no está, está acá (se toca el corazón). Quizás mi adolescencia se prolongó más de lo que debía ser. En los primeros años no se podía salir, no se podía nada. Y todavía en algún aspecto me considero una adolescente".

Actuación          

"Toda la vida me gustó actuar. Vivía disfrazada. Imitaba a las cantantes del momento. Mi papá me hizo un micrófono de madera y lo pintó de dorado. En mi casa no alimentaron esa veta. En mi caso quedó dormido, quedó a un costado. En una fiesta me dieron una  tarjeta para ser modelo y en mi casa la miraron con bastante disgusto. No quise hacerlos sufrir y me dediqué a ser docente".

"Fui maestra jardinera. Me hice profesora de educación física. Y ahí tenía un escenario para mi sola. Porque en todas las escuelas hay que organizar actos, para beneficio de la escuela, o lo que sea (...) Mi mundo eran los colegios, la familia. Siempre pensaba en los actos, que eran mi fuerte. Hasta que un día vino Toti Jiménez vino a uno de los actos (...) y me dijeron que lo tenía que hacer para la gente.

Los hijos

Fabricio y Mariel, los hijos de Gilda.

"Me casé muy joven y al año de casarme fui mamá. No podía creer que de este cuerpo salga una bebita. Me aboqué a ellos. Son bastante elásticos, somos compinches. (...) Mariel es la mayor, es súper buena alumna, tiene amigos, es coqueta. En cambio Fabricio es un dolor de cabeza, es vago, atorrante, quiero ser rígida con él pero no puedo (...) me compra porque es compinche, tiene una veta artística bien marcada".

Toti Jiménez

"Toti estaba en casa antes de que yo naciera. Es hijo de una amiga de mi mamá, y pasaba tiempo en casa. Cuando llegué a mi hogar, era como un hermano más grande. Siempre carga porque dice que me cambiaba los pañales cuando era bebé".

Idolas e ídolo

"Mis ídolas son Celia Cruz y Tina Turner, son de estilos musicales distintos pero tienen el mismo corazón".

"Mi ídolo es Jesús".

¿Quién es Gilda?

"La misma que está en casa. La única diferencia entre Gil, como me dicen en casa, y Gilda, son los metros que me separan del público sin la obligación de estar bien. (...) Anuncian “llegó Gilda” y algo nace en mí para estar bien. En la vida cotidiana soy desorganizada. No miro el reloj, me gusta cocinar, andar en bici. (...) Me gusta vivir".

10