Los reyes de Holanda disfrutan de una enorme popularidad en su país, es cierto. Sin embargo, son muchos los medios que critican tanto a Máxima, como a su marido, por el hermetismo y la censura que el Palacio les impone a la hora de cubrir cualquier noticia vinculada a la Corona, en especial si se trata de algún tema que vincule a las tres princesas: Amalia, Alexia y Ariadna.
La heredera al trono, Amalia, cumplirá 17 años en diciembre. Alexia cumplió 15 en junio y la más chica, Ariadna, celebró sus 13 años en plena pandemia de Covid-19. Con todas sus hijas ya en el secundario, a los reyes se les planteó el primer conflicto: autorizar o no el desembarco de las princesas en las redes sociales.
Atentos a la atención que recibe cada movimiento que hacen sus hijas, Máxima y Guillermo decidieron que lo mejor era autorizar que pudieran tener "perfiles secretos", aunque los monitorean de modo constante. La orden fue clara: sólo pueden tener cuentas privadas y los seguidores autorizados deberán contar, además, con la aprobación de los reyes.
"Si (el perfil) no está activo, no será perseguido", bromeó el rey en una reciente entrevista, en la que confesó que tanto él, como su mujer, siguen de cerca cada uno de los posteos "secretos" que realizan sus hijas. Además, aclaró que les autorizaron una cantidad reducida de seguidores, en su mayoría sus compañeros de clase y familiares, y que las tres mantienen un perfil bajo, pese a su rango en el Palacio.
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El rey, quien vivió su adolescencia como príncipe pero en una era de menor exposición, destacó la seriedad con la que se manejan sus herederas. "En general, creo que nuestras hijas lo manejan de manera muy responsable. Cada una tiene su cuenta privada; ellas conocen muy bien el valor de la privacidad. Reconocemos los peligros, por supuesto, pero los errores los comete uno o las personas que te rodean. Las redes sociales ahora son parte del crecimiento".
El año pasado, los medios holandeses dieron con la cuenta privada de Amalia, la heredera al trono. No encontraron material explosivo, todo lo contrario. La adolescente compartía en su mayoría imágenes de paisajes, dado que es fanática de la fotografía. Sin embargo, de acuerdo a la prensa local, diversos directores de los principales medios se quejaron de los pedidos del Palacio para respetar la privacidad de sus hijas, incluso si sus propios amigos fueron quienes les enviaron las imágenes "más casuales" de las princesas.
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"Se lo podés decir veinte veces como padre, pero después están con sus amigos y algunas cosas pueden salir mal", reconoció Máxima, al tiempo que aclaró: "Después terminan enojadas o decepcionadas con otras personas y entonces les digo: 'Ya aprendiste la lección'".