La escala de valores de la ex Gran Hermano Constanza "Coti" Romero, según lo que expresa en sus apariciones públicas, es un remolino de emociones y sentimientos, los cuales algunas veces despiertan odio y otras tantas amor entre sus seguidores.
Resulta que mientras que el sábado en Podemos Hablar (PH) conmovió a todos cuando relató su experiencia y dejó un mensaje respecto al cuidado de la salud mental, el viernes se había viralizado un video del último año con expresiones homofóbicas que despertaron enojo y desprecio.
En el programa que conduce Andy Kusnetzoff, la correntina contó su experiencia ante los mensajes odiantes que recibe en redes sociales desde que pasó por el reality que la catapultó a la fama. "La gente empezaba a decirme gorda, deforme, como un montón de cosas feas que yo decía 'no, no me afecta'. Pero llega un punto en el que yo me empezaba a creer todas esas cosas que me decían", reveló.
"Yo siempre fui, desde muy chiquita, de arreglarme sola. De no pedirle mucho a mi familia, era muy poco familiera también. Y estaba sola, completamente sola. No tenía a nadie acá. Sí a mi pareja. Pero por decisión mía. Porque decía: 'yo puedo arreglarme sola'. Después hubo un momento en el que me separé porque me había enterado de infidelidades", continuó, en relación a Alexis "El Conejo" Quiroga, quien fuera su novio desde que pasó por la casa más famosa del país hasta ese momento.
La hermanita contó que allí fue que su familia entró en escena y llegó a Buenos Aires para ayudarla, justo cuando más lo necesitaba. Pero en el interín fue que atravesó las cosas más duras. "Tuve un momento muy difícil en el que hasta me cortaba. Hoy en día miro las cicatrices y digo '¡qué boluda!'. Pero agradezco mucho haber pasado por todo eso, porque ahora tengo otras herramientas que no tenía antes". contó.
Y al respecto, detalló: "Y la gente decía: 'Es mentira, ella lo hace por cámara'. Y sin embargo no. A mí no me importaba la cámara. A mí me importaba estar bien y capaz contarle a la gente lo que yo estaba pasando para que no le pase a otra persona".
El conductor del programa de Telefe le preguntó en ese momento, si era en los brazos donde ella se hacía los cortes que había mencionado. "Las piernas también en un momento, porque yo decía: 'bueno, me van a ver y van a hablar de mí'. Entonces prefiero ocultarlo, cortarme en un lugar donde no me vean", explicó.
Incluso, Coti recordó que su familia se enteró de su estado a través de un programa de televisión. "Pero lo estaba sufriendo mucho. Entonces mi familia no lo sabía, encima. Porque yo lo ocultaba, me ponía mangas largas. Ellos estaban en mi pueblo", manifestó.
"Me cortaba y sentía ese dolor, me concentraba en eso y me olvidaba del dolor de que la gente hablara de mí o de otras cosas que estaban pasando en ese momento. Ahí me mudé completamente sola, con mi gatita. Y ahí empecé a contarle a mi familia lo que me estaba pasando, porque no me animaba. Y ellos me ayudaron un montón. Pensé que se iban a enojar conmigo", detalló la correntina.
"Empecé a ir al psicólogo, también al psiquiatra. Me medicaron en un momento, pero eran pastillas que yo me dormía y me levantaba muy tarde, y yo decía: 'no quiero esto, quiero vivir'. De a poquito pensé: 'Voy a salir de esta'. Pero también depende de uno decidir salir o no, y yo decía: 'No hay nadie más con tantas ganas de salir adelante que yo. Esto no es vida, tenerlo todo y que te falte esa cosa de querer vivir'", detalló, respecto al tratamiento que hizo para encontrarse en mejores condiciones de mejorar.
Romero señaló que si bien ella es muy creyente, en algún momento se alejó de su fe cristiana, para luego volver convencida de que la idea de Dios es lo que le da felicidad, y que eso la llevó a volver ser más familiera. "Estoy mucho mejor. Me estoy moviendo, porque antes estaba todo el día acostada con la tele prendida, comiendo. Todo el tiempo comía, comía, comía. Con el tiempo fui haciéndole caso al psicólogo, al psiquiatra, de hacer ejercicio, salir, disfrutar, alejarme de las personas que me hacían muy mal, y hoy en día puedo agradecer un montón a todo eso que me pasó, porque me di cuenta que no quiero volver a pasar por eso", afirmó Coti.
"Obviamente que a veces tengo mis días malos, yo sé que voy a salir adelante con la ayuda de mi familia, la gente que me quiere, mis amigos, Dios", garantizó Constanza, quien remarcó que ya no deja el psicólogo, algo que en un pueblito tan chiquito como su Caa Catí natal "era tabú, era como que estabas loca. Y no es así".
Al paralelo a este relato tan sentido de lo afectada que quedó la correntina ante los maltratos virtuales y el cyberbullying que ejercieron sobre ella, también estuvo el viral que comenzó a circular en redes sociales la semana pasada, a partir de la pelea que tuvo con el bailarín Martín Salwe en el Bailando 2023, en donde ella es parte del streaming oficial del programa. Allí ella lo acusó a él de homofóbico, pero el carpetazo volvió cuando se viralizó un fragmento de un vivo que realizó junto a tres amigas personales de ella.
"Ahí veté a Troya. Porque me tiene re contra re mil cansada. Si no te caigo bien, ¿por qué puta venís a mi streaming?", protestó Romero luego de echar a este usuario. Cuando le preguntaron quién era, ella lo describió como "un idiota que me vive tirando mierda". Aunque lo peor estaría por venir.
"Aparte seguramente, y perdón a los putos, pero seguramente es un puto que le tiene ganas a Alexis (El Conejo) , y que como nunca le va a dar bola en su vida, viene acá a bardearme a mí. Tomátela, idiota de mierda. Me tenés cansada", insultó Coti. "Literalmente, estás obsesionado papito. No tenés vida. Aparte me contaron las chicas que vos querías filtrar cosas con mi ex de antes, no sé qué mierda, y ni me conocés. Hacete ver de la cabeza, por favor", remató.
Luego, en un intento de camuflar un poco la situación, la joven metió la pata aún más profundo. "Yo amo a los gays, porque tengo muchos amigos gays que son re buena onda. Pero los trolos malos no me gustan. Yo no banco a los trolos que quieren competir contra las mujeres. No me los banco. No sos una mujer, así que dejá de romper las pelotas", concluyó. La correntina es así. Mientras que por un lado enternece con su sentido mensaje, por el otro la embarra por completo con este tipo de definiciones.