Mirtha Legrand lleva doce días internada en el Sanatorio Mater Dei de la Ciudad de Buenos Aires. La conductora de 94 años sufrió una descompensación cardíaca y debió someterse a la colocación de dos stents. Días atrás, la "Chiqui" fue trasladada a una habitación común y, para sorpresa de sus nietos, elevó un listado de exigencias para hacer más llevadera su estadía en la clínica.
"Ayer me sonó el teléfono, era desde el sanatorio y me asusté. Me mandaron un listado. 'Está toda esta gente para entrar', me dicen. Yo miro el listado y conocía a todos. 'No, que no entre nadie, porque sino es un caos', les respondí. 'Pero las está haciendo entrar tu abuela', me dijeron", reconoció Nacho Viale en una entrevista con Darío Barassi.
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Cansada del aislamiento, Mirtha decidió que era momento de empezar a recibir visitas y no titubeó a la hora de elaborar el listado de personas autorizadas. Sin embargo, la conductora no contaba con que su nieto se opondría.
"La llamé y le digo: 'Abuela, escuchame...'. 'No, yo estoy aburrida', me respondió. Me fijé y eran la cosmetóloga, el peluquero, la maquilladora. ¡Estaba todo el canal en el sanatorio!", bromeó Viale, al tiempo que destacó que la salud de su abuela progresa: "Es una buena señal, significa que está muy bien".
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De acuerdo a la información que recibió la familia, la conductora estaría próxima a recibir el alta médica y deberá continuar con reposo domiciliario. "Si Dios quiere, este lunes o martes seguramente los médicos le darán la autorización para regresar a su casa".