Simpatía, profesionalismo y carisma. Nadie puede dudar que esas son tres cualidades de Laurita Fernández. Un breve recorrido por su larga carrera, aunque sólo tiene 30 años, las dejan en evidencia. Pero, tal vez, los rasgos que más identifican a la bailarina, actriz y conductora son la pasión, la audacia y la dedicación.
Es que a su talento natural y a esa personalidad que traspasa las pantallas, Laurita le sumó horas y horas de estudio. A ese combo le agregó el amor que siente por sus múltiples oficios. Y por último, siempre muestra su lado más valiente. En ese sentido, si un proyecto la atrae, acepta el desafío. Por eso, el lunes 14 de junio, Laurita debutará con El club de las divorciadas (El Trece, lunes a viernes a las 16), un talk show en el que se retratarán diversas historias de mujeres.
“Tengo muchas ganas de que empiece. Ya estuvimos grabando algunas cosas para respetar los protocolos y no ser tantos en el estudio el día del debut, y demás cuestiones, así que ya vi muchos adelantos de lo que va a ser el programa, y por eso estoy con muchas ganas de que todos lo vean”, le cuenta la conductora a BigBang.
-¿Cómo te llegó la propuesta y por qué aceptaste?
-Fue una propuesta de Kuarzo. Me llamaron y cuando me empezaron a contar de qué trataba, me explicaron que era un talk-show, pensé que era algo “arreglado”. Les pregunté: “¿Pero es un programa medio en chiste? ¿es con actores con historias falsas o armadas?”. Yo tenía la fantasía de que esos programas eran así. Hasta que me aclararon que eran todas historias reales, con profesionales reconocidos, con historias de mujeres en serio y en cuanto me contaron eso, ¡me fascinó! En cuanto, me contaron eso porque me encantó.
-¿Qué fue lo que te decidió a aceptar?
-Que son temas que exceden a clases sociales, a edades y géneros. Tener problemas de pareja es algo que nos pasó y nos va a pasar a todos. Y, por ejemplo, a las mujeres que tengan determinada edad, algo de lo que se va a hablar en el programa, se van a sentir identificadas porque seguro que lo vivieron. Y además voy a estar acompañada de un grupo de especialistas que son lo más, como Alessandra Rampolla, que es una genia; el psicólogo Gabriel Cartañá; Marcelo Ceberio, que es especialista en temas de pareja y familia; y la abogada Viviana Koffman, que se encarga de la asesoría legal de las chicas.
-Te toca hacer un talk-show con y para mujeres en una época de empoderamiento femenino, ¿cómo lo vivís?
-Es parte de las razones por las que acepté también. Que en 2021 haya un programa que quiera ayudar y encima a mujeres, me fascinó. Eso no quiere decir que vayamos a victimizar a la mujer y castigar al hombre. Nada que ver. Todo lo contrario. Se va a hablar de cuestiones de pareja, tanto de mujeres como de hombres. Tal vez, el consejo y las palabras que puedan dar los profesionales, ayude tanto a mujeres como los hombres que están mirando.
-En esta ocasión volvés a la conducción pero en un formato completamente diferente, ¿cómo transitás ese rol en este nuevo desafío?
-Y esa es otra razón por las que me encantó participar. Es un formato totalmente distinto al que venía haciendo y era un desafío en la conducción muy importante. Por eso, agradezco que me hayan convocado. Es una oportunidad para sumar nuevas herramientas en la conducción, hacer otras cosas distintas, con otros tiempos y otra sensibilidad, con temas difíciles de llevar adelante, y todo eso es un aprendizaje para mí. Además, se da que en el programa vienen mujeres que hablan de sus historias, y abren las puertas de su corazón y de su vida, y que hay que llevarlas con mucho tacto, cuidado y mucho respeto. Y lo que me gustó es que el programa está hecho con mucha verdad, respeto y profesionalismo.
-¿Te costó hacer, en parte, el rol de periodista, entrevistar a las mujeres y llevarlas a lugares que, tal vez, son dolorosos?
-No me costó. Lo hago con mucho respeto y desde la curiosidad, desde mis experiencias personales, desde ser mujer. Desde todo.
-Tenés un camino muy largo en el mundo del espectáculo aunque sos muy joven. Bailás, cantás, actuás y conducís. Hacés todo eso y lo hacés bien, algo que muy pocas figuras lo pueden lograr en el país. ¿Cómo te preparaste para realizar cada rol y qué te pasa cuando ves que superás ampliamente cada desafío profesional?
-Primero, muchas gracias por el halago. Y en cuanto a la pregunta, para mí el trabajo ocupa un lugar importantísimo en mi vida y mi profesión es lo que me gusta hacer. Desde chica soñaba poder vivir de esto que hago y que es lo que adoro. Soy muy rompebolas conmigo y con todo lo que hay alrededor. Soy muy perfeccionista, muy autocrítica y muy de mirar siempre todo lo que hago, aunque me cuesta mucho verme. Lo hago para corregirme y mejorar siempre un poco más. También soy muy de pedir consejos a los que saben. Y a lo largo de mi carrera, tuvo la buena suerte o la bendición, de siempre rodearme, en los diferentes trabajos, de personas super capacitadas. Entonces aprendí y aprendo mucho. Me pasó en tele, pero lo noté mucho cuando hice radio. Estaba rodeada de personas que sabían mucho, muy genias, de muchos años de laburo y algo que parecía difícil, que yo había estudiado en cursos, ellos me ayudaron a que fuera más fácil. Obviamente me preparo mucho y estudio, pero sé que la práctica es fundamental para aprender. Siempre le estoy agradecida a esos compañeros y al equipo de producción porque gracias a su profesionalismo y a su experiencia, fue todo mucho más fácil para mí. Ahora también me siento muy bien acompañada en ese sentido.
-Otra particularidad de tu carrera es que, desde el comienzo, estuvo muy expuesta tu vida personal, ¿cómo manejás ese vínculo con el periodismo del espectáculo, con los rumores y los chimentos?
-No reniego de eso. Empecé trabajando en Showmatch como decís vos y nunca supe lo que es un programa en donde no estuviera expuesta mi vida personal. Conocí la tele en un programa que era lo más popular y de exposición absoluta en todo el país. De alguna manera, aprendí a trabajar y a crecer con todo eso. Creo que tiene sus pros y sus contras, sus cosas buenas y sus cosas malas. Por supuesto, hay momentos en que uno no quisiera exponerse, ni hablar, ni dar explicaciones. Pero, por ahí, lo tengo que hacer. Pero también tiene su otro costado: la gente me conoce y eso me abre un montón de puertas a nivel laboral. Y de esa forma, el público puede verme y conocer lo que hago. En mi caso, todo eso llevó a que, tal vez, alguien pagara una entrada para verme en el teatro o les interesó lo que hago. En la balanza, para mí siempre pesó más lo positivo que lo otro. No reniego para nada de la exposición.
-Te lo pregunté porque jamás te escuché responder: “De este tema no hablo”.
-Claro. Por ahí hay temas que no me copan, pero entiendo que es parte de mi trabajo. Pesa más todo lo bueno que trae. Nunca me haría, ni me hice la “cool”. No se si me explico. No soy así.
-Ya que hablamos de tu vida privada, en este etapa te toca estar soltera. ¿En quién buscás refugio o paz al no tener pareja?
-Tengo amigos y tengo muchos amigos que son mis maestros. Como los de canto o baile que se volvieron amigos con el tiempo. Son personas a las que siempre acudo, pido consejos y demás. Y también en mi familia, en mi hermana, en mi mamá y en mi viejo. No es que si no estoy en pareja no puedo o nada, encuentro el apoyo en amigos, en maestros y en mi familia. Y la pandemia también me hizo tomar contacto con gente que por ahí no veía hacía mucho tiempo y ahora podemos charlar por teléfono. Obviamente, amigos amigos, se cuentan con una mano. Así que acudo a ellos.
-Me interesa un tema sobre los hombres. Tuviste parejas conocidas, pero cada uno era bien diferente el uno del otro. ¿Qué tiene que tener una persona para que te atraiga o te enamores?
-La verdad no sé... Que me hagan bien... que me acompañen y yo acompañar al otro. Sobre todo buena onda. Que sea positivo. Creo que si estoy con alguien, estoy porque quiero que me haga bien. No tiene sentido estar con alguien que hace más mal que bien. No soy una persona que está con alguien por estar. Si no me genera algo copado, prefiero estar sola. No me interesa gastar tiempo en algo que no me haga estar bien. Y busco eso. Hoy no sé qué tipo de hombre me haría bien o qué tipo de hombre me generaría ese bienestar. No sé si la podría describir, creo que es una sensación. Es eso... Que haya humor, tener buen diálogo, buena onda por sobre todo, sensibilidad... es todo eso.
-En el último tiempo hablaste mucho sobre la ruptura con Nicolás Cabré. ¿Qué aprendizaje te dejó esa relación?
-Por sobre todo, lo que pasó es que nunca había convivido con nadie, ni había proyectado a futuro con nadie. Y me dejó eso: lo lindo que es compartir... En ese aspecto, yo era un poco egoísta porque siempre viví sola y siempre fui e hice mi laburo sola. Entonces aprendí eso... Lo lindo que es compartir, lo lindo que es acompañar y que te acompañen. Está bueno proyectar y quizá también tuvo que ver con la edad. Estoy un poco más grande y me llegaron las ganas de decir: “Tengo ganas de pensar a futuro”. Con él no se dio, pero no lo vivo como una frustración. Para nada. En mí, esa relación despertó cosas que quiero para mí y para mi vida, y que antes capaz no sabía que quería.
-¿Qué te gustaría cumplir en lo profesional en el corto plazo?
-Me gustaría seguir conduciendo. Y también hacer una superproducción de teatro... como un musical y también volver a bailar, que es lo me encanta. Ojalá que pase todo y se pueda volver al teatro. Eso va a llevar a que se puede volver a invertir y a apoyar esos mega musicales, en los que me encanta participar. Me re encantaría. Antes de la pandemia, viajé a Broadway para conocer, era el sueño de mi vida, y me abrió la cabeza. Fue increíble. Y eso me hizo volver con unas ganas tremendas. De hecho, llegué y me puse a estudiar.
-¿Siempre estás tomando cursos o estudiando?
-¡Sí! De hecho, antes de esta entrevista, estaba en clase de canto. Por eso trato de no posponerlo. ES algo que me encanta hacer y jamás lo pospongo. Es una forma de respetar y de respetarme ese tiempo. A mí me hace muy bien.
-Te hago la última pregunta: ¿qué deseo te gustaría que se haga realidad en el corto plazo?
-(Piensa) En el corto plazo nada en particular. Por supuesto, el día de mañana me gustaría armar mi propia familia y demás. Pero siempre me imaginé madre grande, no a esta edad. Así que por lo pronto, mi plan más próximo es mudarme. Y quién te dice tener un perro (risas). No son proyectos no muy lejanos por ahora.