Son tiempos cruciales en la Familia Real de Reino Unido por la confluencia de dos eventos paralelos que tienen ramificaciones en los más altos lugares de la Corona. En circunstancias normales no serían un mayor problema, pero el contexto en sí hacen que la Reina Isabel II tenga que centrar toda su atención en ellos.
El primero tiene que ver con las consecuencias del frío saludo de cumpleaños que llevó adelante la Corona para con el Príncipe Harry, quien el miércoles cumplió 37 años. Tal y como sucedió el mes pasado cuando la duquesa de Sussex, Meghan Markle, también cumplió años, la Familia Real emitió un escueto comunicado, que también replicó en redes sociales, en donde mostró algunas de las fotos del Príncipe Harry en determinados momentos de su vida.
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“Feliz cumpleaños para el príncipe Harry”, dice el mensaje de los duques de Cambridge junto a un retrato de Harry y el emoji de un globo rojo. “Hoy le deseamos un feliz cumpleaños al duque de Sussex”, dice por su parte la felicitación de la reina Isabel II. Mención especial merece la felicitación que ha recibido el príncipe Harry de parte de Clarence House, la residencia del príncipe Carlos.
El frío saludo de cumpleaños no hizo más que reavivar las internas que surgen dentro de la realeza en el medio de los intentos de Harry, como también de la Reina, de buscar un punto intermedio luego de que toda la relación se detonó como consecuencia de la entrevista que Meghan Markle y él le dieron a Oprah Winfrey en la que contaron muchos detalles sobre su vida privada y cargaron con dureza contra la Corona. Ninguna referencia se hizo a su mujer, ni a sus dos hijos: Archie Harrison y Lilibet Diana.
El pasado mes de abril, padre e hijo volvieron a cruzarse en el funeral del duque de Edimburgo, pero no se los vio intercambiar palabra alguna, al contrario de lo que ocurrió con el príncipe William y Kate Middleton. Poco después, en mayo, Harry criticó al príncipe Carlos como padre, asegurando en una entrevista que el “dolor y sufrimiento” que le afectaron durante su niñez y adolescencia fueron consecuencia del trato que recibió de quien a su vez dijo que “le trató de la manera en que él mismo fue tratado” por sus padres, la reina Isabel II y el duque de Edimburgo.
El segundo punto de conflicto en el que tiene puesta toda su atención la Reina tiene que ver con la relación entre William y Harry, que también pasa por momentos de extrema tensión luego del encuentro que ambos tuvieron a solas esta año en donde el primero le recriminó al segundo por todas las actitudes que venía tomando.