Parece que Leonardo Sbaraglia, actor y galán, no solo conquista en la pantalla grande, sino también en los sets de grabación. Según revelaron en LAM, el artista de 54 años habría encontrado el amor en una joven productora y diseñadora gráfica de 28 años llamada Rebeca Riscota. Sí, señoras y señores, el amor no tiene edad, pero sí pasajes al exterior, porque la pareja ya estaría disfrutando de unos días en Europa. "Es una chica que labura en producción. Es argentina y se conocieron mientras él estaba grabando. La termina conquistando y hace 15 días que él se la presentó a toda su familia", detallaron en el programa que conduce Ángel de Brito.
La historia de este romance parece sacada de una película de esas que te hacen suspirar. Todo comenzó en el ámbito laboral, donde, entre cámaras, luces y guiones, Sbaraglia quedó flechado por Rebeca. Y al parecer, el encanto fue mutuo. Tanto así que, hace unas dos semanas, el actor decidió presentar a su flamante pareja ante su familia. Todo un acto de oficialización, aunque sin conferencia de prensa.
Lo curioso es que, a pesar de la gran diferencia de edad entre ellos, el actor siempre ha mantenido un perfil bajo respecto a su vida privada. Nunca se lo vio envuelto en escándalos mediáticos y, hasta ahora, su historial amoroso solo se conoce por rumores. Pero esta vez, los indicios son demasiado claros: viajes juntos, reuniones familiares y la bendición de LAM, el oráculo de los romances del espectáculo argentino.
Por otro lado, mientras el amor florece, la carrera de Sbaraglia sigue en su mejor momento. En los próximos meses se estrenará "Síganme", la serie en la que interpreta al ex presidente Carlos Menem. Un papel que seguramente requerirá todo su talento actoral, pero, ¿quién dice que no es buen momento para un debut público con su nueva pareja en la alfombra roja?
Hasta ahora, ni Sbaraglia ni Rebeca han dado declaraciones sobre su relación, pero si hay algo que la historia nos ha enseñado es que el amor y la fama rara vez pueden esconderse por mucho tiempo. Por esta razón, esta historia promete más capítulos y, quién sabe, quizás hasta un final feliz digno de Hollywood. O al menos, de una buena telenovela argentina.