16 Mayo de 2016 03:54
En las reglas con las que se rige APTRA al momento de elegir quienes se llevarán los Martin Fierro confluyen varios parámetros generalmente predecibles, como el éxito de audiencia, la repercusión en la prensa y la calidad artística. Sin embargo, hubo varios momentos en los que alguna de esas bases no quedó demasiado clara al momento de la elección y los resultados fueron simplemente bizarros. Aquí, cinco ejemplos resonantes.
Nicolás Repetto orgulloso con su Martín Fierro de Oro.
Nicolás Repetto. El Martín Fierro de Oro reconoce, generalmente, el trabajo superlativo de un conjunto de personas coronado por un éxito de calidad y audiencia. Por eso, resultó extraño que en 1999 lo recibiera Repetto quien, más allá de ser un conductor de gran pericia que ese año se había ganado el favor del público con Sábado Bus, no tenía el status legendario de otros ganadores "solistas" del premio, como Mirtha Legrand, Susana Giménez o Antonio Gasalla.
Ese momento de gloria sería, además, el último de Repetto en la pantalla chica argentina. Apenas dos años después del oro, Sábado Bus terminó levantado por baja audiencia y el conductor decidió radicarse temporalmente en España para regresar recién en el 2004.
Santo Biasatti ganó el oro en 1997.
Santo Biasatti. Otro ganador en solitario del Martín Fierro de Oro, en la premiación de 1997, entró al terreno de lo extraordinario convirtiéndose en el único periodista en alcanzar tal galardón. La victoria fue en gran parte una cuestión de circunstancias: Biasatti había sido uno de los rostros más visibles en la cobertura del asesinato del fotógrafo José Luis Cabezas e, incluso, recibió amenazas de muerte.
De esta manera, APTRA intentó por un momento sacarse de encima los brillos de la frivolidad para intentar un camino más comprometido que, por supuesto, no duró demasiado: al año siguiente fue Marcelo Tinelli, emperador máximo del circo televisivo, el que se llevó el oro.
Planeta Bonadeo duró poco más de un año pero igual fue ganador.
Planeta Bonadeo. El programa duró apenas un año y medio al aire, y probablemente no muchos recuerdan su paso por Telefe. Sin embargo, Planeta Bonadeo logró llevarse en el 2011 el Martín Fierro a Mejor Programa Deportivo.
Conducido por Gonzalo Bonadeo junto a la "Leona" Magui Aicega, el show terminó su corto paso por la televisión abierta en medio de una pelea entre el periodista y el "canal de las pelotas". Así, Bonadeo se ofendió porque no le pidieron hacer la previa de los partidos de Argentina en la Copa América y porque ninguna publicidad del programa se pasó en los entretiempos de los encuentros. Y, siempre según su relato, desde Telefe le terminaron confirmando que Planeta Bonadeo no había enamorado a la gerencia.
Los Peques pasaron brevemente por la pantalla de Canal 9.
Los Peques. Esta serie animada producida en Neuquén que se transmitía en Canal 9 seguía las andanzas de un grupo de duendes en la Patagonia, en una especie de versión local de Los Pitufos. Y, a pesar de significar un cierto punto de avance para la industria argentina de la animación, tenía un trabajo de voces ciertamente extraño, y una mixtura entre personajes 3D y escenarios reales no del todo lograda.
Sin embargo, así y todo logró alzarse en el 2007 con un Martín Fierro en el rubro Infantil. Más temprano que tarde, desaparecería de la pantalla chica para confinarse al mundo del DVD.
Lola Berthet, una revelación que se apagó.
Lola Berthet. En general, Aptra suele tener buen ojo al momento de entregar el premio Revelación. La gran mayoría de los ganadores continuó con éxito su carrera televisiva y varios inclusive terminaron convirtiéndose en figuras de peso. Sin embargo, como decía el legendario Tu-Sam, "puede fallar".
Y, efectivamente, la cosa no fue tan visionaria en el 2003. La ganadora, Lola Berthet, sin duda se lo merecía por su divertido y bien logrado papel en Son Amores. Sin embargo, poco tiempo después la actriz se convirtió en madre y su carrera se "planchó": a pesar de un paso por la exitosa Los Roldán, luego sólo tuvo pequeños papeles en series como Lalola e Historias de Diván.