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Los contratos prenupciales más extraños: De Montaner y Stefi Roitman a Brad y Angelina

Las celebridades son fanáticos de este documento.

05 Enero de 2022 19:10
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¿Existe el amor para toda la vida? Las celebridades no se atreven a responder que sí. Por eso, cada vez que van a pasar por el altar con su ser amado, le piden a sus abogados que redacten un contrato prenupcial con el fin de cuidar su buen nombre, su honor y, principalmente, sus bienes.

 

Tras la confirmación de la boda entre Ricky Montaner y Stefi Roitman, se supo que el venezolano le hizo firmar un documento a su futura esposa en el que le prohibe dar detalles de la celebración. 

"No sólo los proveedores tuvieron que firmar un contrato de confidencialidad, sino que la propia Stefi tuvo que firmar un contrato donde dice que no puede contar nada y que no va a filtrar nada a la prensa", contó Maite Peñoñori.

Y agregó: "No querían que se sepa ni el lugar. Por eso, la invitación era un 'secret location', no te decía el lugar. Si vos confirmabas tu asistencia y decías que ibas a estar, recién ahí te van a pasar un día antes la dirección para que no se la chusmees a nadie". 

 

Por ahora, no se sabe si el contrato prenupcial también incluirá algún tipo de división de bienes. Pero varios famosos lo han usado tanto para tener las cuentas bancarias bien claras. Pero también para evitar ser humillados públicamente. Algunos pusieron claúsulas para cobrar multas millonarias si sufrían infidelidades. Otros ordenaban pactos de silencio. Incluso algunos pedían que tenían que ser en visto en público al menos una hora y media por semana. BigBang te lleva a dar un paseo por los contratos prenupciales más insólitos de la historia.  

La China Suárez y Benjamín Vicuña

 

Aunque no llegaron a casarse, la China y Vicuña esbozaron un contrato prenupcial. La idea era evitar compartir ganancias y propiedades. La actriz fue la primera en hablar sobre el documento: "¡Quiero casarme! Pero claro que firmando un prenup (acuerdo prenupcial), con todo claro... No quiero líos. No necesito la plata de nadie. Eso es demodé, de mujeres demasiado dependientes. Y yo no voy a dejar de trabajar jamás".

 

Por su parte, aunque Vicuña nunca habló sobre el tema, se sabe que es dueño de incontables propiedades. Es que a su capital forjado por su carrera de actor se le suma el que heredó por parte de su madre, Isabel Luco Morandé, que está casada con  Oussama Aboughazale, el empresario multimillonario de origen turco que crió a Benjamín desde muy pequeño.

 

Brad Pitt y Angelina Jolie

 

La pareja fue la más buscada, polémica y bella del planeta durante más de una década. Pero su mundo perfecto se vino abajo tras el escandaloso divorcio que incluyó infidelidades, alcoholismo, adicción a las drogas y episodios de violencia por parte de Brad.

 

Aunque el amor duró 11 años, se casaron en 2014 y terminaron en 2016. Antes habían firmado un acuerdo prenupcial. Angelina no pidió dinero. Pero fue clara en una cuestión: si Brad la engañaba, ella tendría la custodia de sus hijos sola. Ganó. 

 

El insólito contrato que Ricky Montaner le hizo firmar a Stefi Roitman por su propio casamiento

 

Tom Cruise y Katie Holmes

 

Cooptado espiritual, física y psicológicamente por la cienciología, Tom Cruise armó su vida laboral, social y amorosa en torno a esa pseudo-religión. Y para Katie Holmes sus 11 años de matrimonio fueron una pesadilla.

 

Estuvieron juntos desde 2006. Y por supuesto, antes de dar el sí, firmaron un contrato prenupcial. Pero estuvo armado por el departamento legar de la organización que inventó la doctrina llamada cienciología. 

De la misma manera que Tom se comió la placenta de su hija cuando nació para seguir los mandatos de sus creencias, en el contrato dejó en claro que Katie no podría hablar de él durante un lapso de cinco años si llegaban a separarse. Tampoco podría mostrarse con otro hombre en ese mismo lapso.

 

Pero había más: el dinero. Si se divorciaban antes de los 11 años de matrimonio, ella podría cobrar tres millones de dólares por cada año que estuvieron juntos. No obstante si pasaban más de 11 años en pareja, Cruise le daría la mitad de su fortuna. Se separaron a los seis años. 

 

Catherine Zeta-Jones y Michael Douglas

 

Antes de casarse, Catherine y Michael firmaron un acuerdo en el que quedó en claro que ella recibiría tres millones de euros y un millón de dólares por cada año que estuvieran juntos. Además, el actor le debería pagar cinco millones de dólares por cada infidelidad. Sin dudas, la cuenta de Zeta-Jones subió mucho durante los últimos años.

 

Por un lado, Douglas tuvo que ser un tratamiento por su adicción al sexo que lo llevó a tener infinidad de relaciones con diversas mujeres. Pero Catherine siempre lo perdonó. Ella y él están juntos desde el año 2000. Una ganga. 

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Mark Zuckerberg y Priscila Chan

 

El fundador de Facebook y su esposa se casaron en 2012. Por supuesto, dieron la noticia a través de esa red social. Lo que nunca sacaron a la luz es qué cantidad de dinero le tocaría a Chan en el caso de un divorcio. Según medios estadounidenses, el contrato prenupcial cuenta con infinidad de claúsula. ¿La más llamativa? Una que pidió Priscilla: verse en persona y en lugares públicos al menos una vez por semana y con una duración de, por lo menos, una hora y 45 minutos. No es una mala idea ya que se casó con un adicto al trabajo. 

 

Ben Affleck y Jennifer López

 

Ellos nunca se casaron. Pero cumplieron con el sueño de sus fans y volvieron a estar juntos muchos años después. El actor y la cantante habían llegado a armar un contrato en el que el único pedido era un importante punto de la intimidad. Según los medios de aquella época, Jennifer había estipulado que tenían que tener relaciones sexuales, por lo menos, cuatro veces por semana y en distintas posiciones. El objetivo era que Ben la engañara. Raro.