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Los mensajes secretos y súper íntimos que Máxima y su marido escondieron en su nuevo Palacio

La reina invirtió 65 millones de euros para renovar el tradicional palacio Huis ten Bosch.

31 Julio de 2019 11:46
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Un toque más que personal. Máxima Zorreguieta y su marido, el rey Guillermo Alejandro de los países bajos, se instalaron en enero en el fastuoso palacio de Huis ten Bosch de La Haya. El matrimonio real y sus tres hijas habían vivido hasta ahora en la no tan modesta Villa Eikenhorts y debieron abandonarla tras la coronación. Seis años de redecoración y más de 65 millones de euros invertidos.

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La revista Hola compartió imágenes de cómo quedaron los principales salones que ocupa Máxima en su nuevo palacio. Uno de ellos, el Salón Azul, llamó la atención por dos particularidades. ¿La primera? En vez de empapelar de modo tradicional las paredes, la monarca mandó a hacer un “textil tridimensional” con imágenes y recuerdos íntimos de la familia real.

La confección quedó a cargo de los artistas Schelten&Abbens, quienes definen su trabajo como: “Panorámico, papel cortado del tipo bodegón, hecho por encargo para el rey Willem-Alexander y la reina Máxima para el Salón Azul del Palacio. Tejido por Ee-Exclusives bajo la supervisión de Joost Janssen e instalado por Anything is Possible”.

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La pareja real participó de modo activo en la elección de los recuerdos que quiso dejar inmortalizados en las paredes del salón. “Surgió la idea de utilizar el material de archivo de la familia real para crear el collage tridimensional”, precisaron. Y así, Máxima y su marido pusieron manos a la obra.

Los secretos familiares que Máxima escondió en las paredes de su nuevo palacio

1. Los patines del compromiso

El por entonces príncipe holandés le pidió casamiento a Máxima el 19 de enero de 2001. Fue mientras patinaban sobre el hielo del lago Huis Ten Bosch. Y, como era de esperarse, la pareja decidió incorporar los patines que usaron el día del compromiso.

2. Los perros de la familia real

La familia real tiene dos mascotas: los labradores Skipper y Nala. El año pasado, la perra tuvo siete cachorritos y, para deleite de las tres princesas, los reyes aceptaron adoptar a uno. Tal es el amor que le tienen a sus perros, que el rey decidió colocar su imagen muy próxima a la capa con la que le juró lealtad al pueblo holandés el día de su coronación.

3. La gorra de la boda

El dos de febrero del 2002, un poquito más de un año después del anuncio del compromiso, Máxima y su marido dieron el sí en la iglesia Nieuwe Kerk. El por entonces príncipe lució una gorra militar, dada su formación en el Instituto Real de la Marina de Helder.

4. Adiós Nonino

La ausencia del padre de Máxima en la boda fue titular a nivel mundial debido a su conexión como funcionario de la última Dictadura militar argentina. En honor a su papá, Máxima pidió que sonara el tango de Ástor Piazzolla, Adiós Nonino. Fue uno de los momentos más emotivos de la ceremonia.

5. La cuna de las herederas

El collage incluyó también la cuna en la que durmieron las tres hijas de la pareja: Catalina Amalia, Alexia y Ariadna.

6. El máximo vestido

La reina incluyó en el salón una réplica del vestido azul que usó el 30 de abril de 2013 cuando fue coronada como reina de Holanda.