No fue una noche más para el clan Tinayre-Legrand. Aunque procuraron mostrar un frente unido (invitaron hasta al primer marido de Marcela Tinayre para copar la mesa principal), lo cierto es que los Martín Fierro volvieron a agitar las internas familiares. De los palitos ocultos en el discurso de Mirtha, el "operativo Ámbar", la condición de la "Chiqui" para asistir y la marcada de cancha en vivo a Nacho Viale.
Si bien llegaron al Hilton todos juntos, la primera en pasar por la alfombra roja fue Juana Viale, quien horas después se alzó con el premio a la mejor conductora de los últimos años. "Es la noche de Juanita", resaltaban desde su entorno, mientras Mirtha aguardaba junto a Marcela para hacer lo propio. Su ingreso fue triunfal y se mostró exultante.
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La presencia de Ámbar (hija de Viale con Juan de Benedictis) no fue ingenua, ni casual. "Lo que se había hablado era que iban a subir las cuatro generaciones al escenario al momento de homenajear a Mirtha. Como no estaba nominada y Susana ya tenía el de Platino porque sino no venía de Uruguay, se tuvo que inventar a último momento el canje para justificar el homenaje", reconocieron desde APTRA a BigBang.
"Veníamos de dos años sin Martín Fierro y era importante esta noche. Me parecía muy importante que la fiesta fuera presencial, para volver con esta gran fiesta de la televisión. Y, en algún lugar, también para que Susana y Mirtha pudieran estar, ¿no? Ellas también tienen sus condicionamientos y sus reglas preventivas", explicó en diálogo con BigBang el presidente de APTRA, Luis Ventura.
Pero las condiciones que pusieron tanto la "Chiqui", como la diva de los teléfonos, no fueron solamente sanitarias. En principio, los organizadores del evento sabían que aunque Giménez fuera una de las figuras del canal que iba a transmitir la ceremonia, la única forma de convencerla de cruzar el charco y abandonar su "exilio uruguayo" era si recibía, al menos, una estatuilla. Y así, se le prometió el Martín Fierro de Diamantes.
Como Mirtha ya recibió ese galardón (de hecho lo inventaron para ella), intentaron convencerla de otra forma. Con orgullo -aunque también con cierto malestar- la "Chiqui" aceptó la nominación de su nieta a mejor conductora (pese a que podrían haberla ternado a ella, dado que con los dos especiales que realizó ya cumplía los requisitos). Pero el protagonismo debía seguir en sus manos y así, los organizadores le prometieron que le iban a realizar un homenaje junto a Marcela, Juana y Ámbar para mostrar a las "cuatro generaciones" sobre el escenario.
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"No fue nada original, sólo repetir la fórmula que el propio Nacho había organizado en el último especial, cuando Mirtha entrevistó a Juanita y a Marcela en la misma mesa. La aparición de Ámbar, que hasta ese momento la venían escondiendo mucho, les disparó el rating; así que un poco la idea era esa", explican desde APTRA.
Pero a último momento algo cambió. Inmediatamente después de que Juanita recibiera su premio, los organizadores se acercaron a la mesa de la "Chiqui" para escoltarla al escenario. Era, claro, su momento. "Subo sola", dicen que respondió tajante, ante la sorpresa de todos sus comensales. Minutos después, en su largo discurso, la propia conductora lo reconoció: "Me habían dicho que teníamos que venir, que teníamos que subir las cuatro generaciones, porque también está Ámbar, mi bisnieta".
Legrand no explicó el motivo por el cual se negó a que la acompañaran sobre el escenario e hizo hincapié en todo momento no sólo en su carrera, sino en su necesidad de seguir trabajando. "¿Me tenés que entregar algo?", le preguntó de inmediato a Ventura, quien la escoltaba sobre el escenario. Y así, el presidente de APTRA le entregó dos joyas de diamante (con chivo de por medio) para justificar la presencia de Mirtha.
Desde el inicio de la pandemia, la "Chiqui" tiene que sortear la resistencia tanto de Nacho, como de Juana; quienes se amotinaron (en la producción y conducción) y no están dispuestos a devolverle sus programas. "Estuve 300 días encerrada en mi casa sin salir al balcón. Eso me afectó bastante, hasta que un día dije: 'No puedo seguir así'. Lo llamé a Facundo Manes, el neurólogo, y le dije: 'Doctor, yo quiero ser la de antes'. ¿Saben qué me dijo? Esto es una lección para todos: 'Trabaje, Mirtha; trabaje'".
Por su insistencia, Mirtha regresó dos veces a la televisión con especiales televisivos en donde el destrato de su propia producción fue evidente. Tal es el malestar de la conductora, que abrió negociaciones en paralelo con América para tener su propio programa y aún no cerró con El Trece, tema del que se encarga de forma directa su nieto mayor.
"Si Dios quiere y Canal 13 quiere, ahí lo tienen a Nacho Viale para preguntarle si vuelvo o no vuelvo", disparó Mirtha y le clavó la fulminante a su nieto, que no pudo ocultar su cara de malestar. "¿Ustedes quieren que vuelva?", arengó a los gritos. "Hace dos años que no aparezco en televisión. Me he sentido tan feliz esta noche, he descubierto que lo único que me gusta es estar entre mis pares. Siempre trabajé sin parar. ¡Tengo 95 años! Y hay que estar aquí a los 95 años", resaltó.
Sobre el cierre de su discurso, mientras las cámaras ponchaban a las principales figuras presentes en el Hilton de pie, la "Chiqui" tiró una advertencia más para los propios, que para los gerentes de programación: "Yo les prometo y les juro que voy a seguir trabajando. No bajo los brazos".