30 Julio de 2019 18:32
En marzo de este año, Luciana Salazar aceptó la propuesta de la producción de LaFlia para estar en el Bailando 2019, que cada día suma nuevas renuncias. A raíz de su complicada agenda, la modelo decidió dar un paso al costado y abandonó la conducción de "Tarde pero temprano", el ciclo que se emitía por Net TV. ¿La razón? La falta de apoyo de la productora Kuarzo.
El certamen de baile, sumado al programa que conducía, la terminó de colapsar, ya que además tiene que atender las necesidades lógicas de su pequeña hija Matilda. “No la cuidaron en el tema económico, y tampoco le querían acomodar los horarios de grabación porque Pampita tenía prioridad”, había detallado Ángel de Brito.
Al parecer, le había pedido a la producción de Net TV que la ayudara con los horarios de grabación del programa, ya que el ciclo que conduce Marcelo Tinelli sufre retiradas modificaciones en el horario que exceden a Luli. Las presiones le comenzaron a jugar en contra y ella decidió optar por renunciar a la conducción del ciclo.
Ya relajada y un poco más distendida, Salazar emprendió viaje a Miami, Estados Unidos, para disfrutar de unas mini vacaciones de compras y encontrarse -según informaron desde el ciclo racial El Espectador- con Gil Dezer, el agente inmobiliario y amigo de Donald Trump, con quien estaría viviendo un affaire.
Dezer es un agente inmobiliario, dueño de las torres Porsche Design, con inversiones en Nueva York y Miami. Además, el empresario es amigo y socio de presidente estadounidense. “Luciana Salazar está en Miami, en el edificio de Gil Dezer”, contó De Brito.
Y agregó: “Esta en uno de los complejos que tiene este señor. Está allá, en una de las torres Trump de Miami. Está con su hija Matilda y estuvo comprando en uno de estos supermercados baratos: Marshall (la tienda de artículos con grandes rebajas)”.
Dezer -uno de los hombres más ricos del país del norte- se hizo reconocido por su negocio de fusionar construcciones de edificios con marcas y recibe constantemente las visitas de la bella rubia, a quien aloja en uno de los condominios más exclusivos y diseñado por él.
“La gente se acercaba a saludarla y parece que Luciana estuvo muy antipática porque estaba sin maquillaje y sin producción. Salió corriendo, literal, después de que le pidieron una foto”, se explayó un poco más el periodista de espectáculos.
Si bien los rumores de romance se repiten semana a semana, Luli Salazar prefiere -por ahora- seguir jugando al misterio y negar la relación con este acaudalado empresario estadounidense.
