Se dijo mil veces que estaba embarazada, pero esta vez es real. Luego de separarse de Martín Redrado, confirmó la noticia. Hace un año, Luciana Salazar dio el primer paso para cumplir su sueño. Primero perdió el miedo a las agujas y realizó un complejo tratamiento de congelamiento de óvulos y luego alquiló un vientre. Ayer confirmó que para Navidad tendrá en sus brazos a su primer hija, Matilda.
Luli será madre de una nena.
Sin pareja y decidida, logró utilizar el mejor de sus óvulos congelados para buscar un perfil masculino y comenzar una nueva historia.
Según trascendió, el donante de esperma es un hombre de 29 años, de nacionalidad estadounidense. Con la ayuda de la ciencia se realizó la inseminación y se alojó ese embrión en un vientre alquilado. El embarazo avanza y al llegar al cuarto mes, la rubia compartió la ecografía en su cuenta de Instagram.
La imagen de la felicidad.
De esta manera, Luli se sumó al método que también recurrieron Flavio Mendoza y Marley para ser padres; alquilar un vientre. En nuestro país no esta legislado el tema. En casos especiales, se autorizaron gestaciones de este tipo entre familiares pero con previo análisis de la Justicia.
Por ese motivo, en países como Rusia, Estados Unidos o Canadá se realizan con frecuencia tratamientos a parejas de estados en los que no es posible.
En Estados Unidos, el proceso cuenta con años de investigación y leyes para preservar los derechos de las partes. Para realizar esta práctica se requiere un pago de 150 mil dólares en promedio. Pero no solo depende del precio del tratamiento, sino de costos extras.
Luli se prepara para ser mamá de una nena.
Entre los gastos, hay que sumar otros factores como la necesidad de recurrir a la donación de óvulos. Comprobar la situación de la gestante, tarifas de cada agencia de asesoramiento, viajes, traslados y costos de consultas médicas para la gestante.
Lejos de hacer tapas de revista para contar su nueva separación de Martín Redrado, la rubia se mostró ansiosa y feliz por ser madre. Luciana está a solo meses de cumplir lo que siempre soñó."Mi hija Matilda nacerá en diciembre", dijo la actriz en diálogo con revista Gente y agregó: "Hoy puedo gritar. ¡Voy a ser mamá!".
Para concretar su sueño no la limitó el costo. El valor de la gestación subrogada en Estados Unidos es el más elevado en comparación con otros destinos comunes como Canadá, Rusia, India o Ucrania.
Luli eligió a la clínica "Fertility & IVF Center of Miami", una de las más confiables instituciones de Florida. El tratamiento estuvo a cargo del doctor Fernando Akerman, un experto en la especialidad. Este especialista reveló que la ex del economista está feliz y en permanente contacto con la madre subrogante. "Se hablan por Whats App y sigue de cerca el crecimiento de la panza", sostuvo en Los Angeles de la Mañana.
Según lo que se conoció en la ecografía, el nombre de la madre subrogante es Leah Martínez, de 38 años.
"Mi hija Matilda nacerá en diciembre
Luli está recientemente separada de Martín Redrado. En la nota que brindó a Gente define su relación como "la historia de amor más grande de su vida" pero lamenta que no llegó a donde deseaba. Incluso detalla que su creciente deseo de ser mamá habría sido uno de los detonantes de su alejamiento. Y no hay posibilidad de retorno.
Desbordada de felicidad, la modelo escribió en su cuenta de Instagram. "Hoy se cumplen casi 18 semanas de aquel día, que Dios me daba la posibilidad de cumplir el sueño de mi vida. ¡Estoy tan feliz, agradecida y emocionada que no tengo palabras para expresar lo que siente mi corazón en este momento!".
El amor terminó y llegó Matilda.
"Hoy puedo compartir con todos esta historia de deseo, lucha y amor. Todo por vos mi bebé", agregó en su posteo, que borró menos de 24 horas después.
"En mi último viaje a Miami, que se dijo que me había inseminado, en realidad me fui a hacer una congelación de óvulos
CONGELAMIENTO DE ÓVULOS
El tratamiento de congelamiento de óvulos está autorizado en el país y es una manera de preservarlos para esperar el momento adecuado para ser madre. El proceso de generación de óvulos dura entre 10 y 20 días en función del protocolo utilizado. Consiste en una inyección diaria que estimula la producción de óvulos para aumentar los ovocitos (célula en proceso de convertirse en un óvulo maduro) y mejorar así la posibilidad de incrementar el número de embriones.
La velocidad depende de la respuesta de cada paciente y el proceso culmina con una extracción que requiere sedación. Luego, los óvulos son congelados o también vitrificados, un método de conservación más viable para preservar la fertilidad de los mismos. En Argentina, el costo es de 50 mil dólares aproximadamente, pero debe sumarse una cuota de mantenimiento mensual, que varía dependiendo de la clínica donde se lo realice. Los óvulos son mantenidos en nitrógeno líquido y a una temperatura de -197 grados para que, cuando quieran ser utilizados, mantengan la edad biológica del momento en el que fueron extraídos.
"La mayoría de las pacientes que vienen hoy con el objetivo de preservar su fertilidad para retrasar la maternidad superan los 38 años y es en la consulta cuando se enteran de la incidencia que tiene la edad en su capacidad de ser madres", precisó Fernando Neuspiller, director de la clínica IVI Buenos Aires.
"La mayoría de las pacientes que vienen con el objetivo de preservar su fertilidad para retrasar la maternidad superan los 38 años
Por eso, es importante que las mujeres conozcan el funcionamiento de su cuerpo y sepan la diferencia entre ser madre a los treinta y dar a luz a los cincuenta. "A los 30 años, el 70 por ciento de los óvulos que tiene una mujer son genéticamente normales, mientras que a partir de los 45 años menos del 10 por ciento presenta esta característica”.
¿Adiós a la tabla de planchar? Durante el tratamiento se desaconsejan los ejercicios físicos.
CLAVES PARA UN PROCESO EXITOSO
Entre las instrucciones preoperatorias, se aconseja:
Durante el tratamiento no se puede tener relaciones sexuales.
Se desaconsejan los ejercicios o movimientos bruscos que pueden dar dolor.
No se puede tomar alcohol ni fumar, al menos 24 horas antes de la intervención.
Se debe permanecer en ayunas durante las ocho horas previas a la intervención. Tampoco se permite ingerir agua, ni comer caramelos o chicle.
Las pacientes deberán ser acompañadas por un adulto el día de la punción.
Luego de la extracción, los especialistas recomiendan retomar la actividad normal, "tan pronto se sienta bien la paciente", pero evitar situaciones que puedan causar un aumento de temperatura corporal o provocar deshidratación. Eso sí: se debe tener cuidado porque la punción puede provocar dolores abdominales de tipo menstrual y hasta se pueden sufrir pérdidas vaginales sanguíneas escasas durante los primeros días.
"Durante el tratamiento no se pueden tener relaciones sexuales. Se desaconsejan los ejercicios o movimientos bruscos que pueden dar dolor.
Gráfico: el proceso de congelamiento de los ovocitos.
Salazar cumplió 36 años y la decisión llega después de años de reiteradas crisis con el economista, quien aseguró que no quería tener más hijos. En su caso, el congelamiento de óvulos fue clave para asegurar su posibilidad de convertirse en mamá.
Me muero de ?? con esta foto. Tan chiquitas! #miniluli junto a mi hermana mayor
Una foto publicada por Luciana Salazar (@salazarluli) el 2 de Abr de 2016 a la(s) 3:05 PDT
“Tuve que ir a diario a la clínica a sacarme sangre, justo a mí que me dan pánico las agujas y me baja la presión. Me pincharon los brazos todos los días, todavía tengo las marcas. Estaba llena de moretones. Y después me tenía que dar tres inyecciones en la panza casi todas las noches durante 15 días. Ya me venía preparando en Buenos Aires, porque el proceso completo lleva un mes”, detalló en ese momento la modelo.
“Tuve que ir a diario a la clínica a sacarme sangre, justo a mí que me dan pánico las agujas
LA PALABRA DE LOS ESPECIALISTAS
El hecho que una persona reconocida realice este tipo de prácticas visibiliza uno de los tantos tratamientos a los que las mujeres se someten para cumplir con su deseo de ser madres. Sobre el tema, el director de Procrearte, Carlos Carrere, remarcó que es vital tener en cuenta que “los ovarios no fabrican óvulos, los administran. La mujer nace con una cantidad limitada de ovocitos y va consumiendo todos los meses esa reserva a partir del inicio de sus menstruaciones”.
Luciana eligió a un médico argentino que trabaja en Miami.
“A los 36 ó 38 años empiezan a tener menos óvulos y la cantidad va de la mano con la calidad. A pesar de seguir siendo fértiles y de ovular casi todos los meses, la probabilidad de quedar embarazada por ciclo es menor”, agregó.
Luciana aseguró que desea armar una familia pero que esperará el momento justo.
Asimismo, el asesor científico de Procrearte, Ramiro Quintana, añadió: “Muchas mujeres optaron por el desarrollo personal o profesional o están iniciando una pareja a edades más grandes y están buscando un embarazo en forma tardía”.
“Se juzga a la mujer por tener hijos o no tenerlos. De una forma u otra, uno está siempre siendo juzgado. Nadie tiene la verdad absoluta. Existen condicionamientos sociales que han ido variando. Es muy fácil juzgar. Lo que uno tiene que hacer es respetar el derecho del otro a la elección. Es un derecho que no puede ser cambiado”, agregó.
“Las probabilidades de lograr un embarazo con óvulos vitrificados son iguales a las de quienes buscan un embarazo en forma natural”, dijo, y llenó de esperanza a todas las mujeres que, como Luciana, se lanzaron a la aventura de intentar asegurarse la maternidad. Y Luli es el ejemplo de que se puede.