Malena Sánchez está contenta, entusiasmada y sumamente feliz. ¡Y no es para menos! Es que en medio de la arremetida contra el Fondo Nacional de las Artes y el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), frente a las versiones que indican el posible cierre del emblemático cine Gaumont, propiedad del INCAA, ubicado a escasos metros del Congreso Nacional, y del constante ataque del Gobierno de turno hacia la cultura, se celebra que los productores sigan apostando por shows como Pequeños Grandes Momentos, comedia dramática basada en la popular serie Tiny Little Things que se estrenará el 15 de abril en el Teatro Multitabaris Comafi.
La obra estará encabezada por Tomás Fonzi, Sabrina Garciarena, Michel Noher y la propia Malena, quien se mostró encantada con la posibilidad de volver a trabajar sobre las tablas en el país. "Estoy muy contenta, la verdad es que para mí hacer teatro es un súper desafío y aparte era un deseo que había pedido, yo nunca pido deseos a año nuevo y este año estaba ahí diciendo ´quiero hacer teatro´ y de golpe llegó, así que es como un regalito, alguien me escuchó", le contó a BigBang.
Malena es sin dudas una de las actrices más capacitadas que tiene el país en la actualidad. Dueña de un talento envidiable y fiel a sus convicciones, no teme ni tiene reparo alguno en defender a su profesión, y al ámbito cultural en general, en medio de esta arremetida del Gobierno, el cual responsabilizó en medida al sector artístico por los males que azotan a este país, como la cantidad de gente que está por debajo de la línea de la pobreza.
Recordemos que las constantes y furiosas críticas del presidente Javier Milei hacia el mundo de la cultura encendieron una mechas difícil de apagar y le generaron al mandatario una gran variedad de frentes abiertos. Semanas atrás, el líder de La Libertad Avanza (LLA) había revindicado su postura contra "una arquitectura cultural diseñada para sostener el modelo que beneficia a los políticos". "La raíz del problema argentino no es político y/o económico, es moral", había señalado.
Todo esto, a partir de sus críticas a las figuras del espectáculo que actúan en festivales y se pronuncian en su contra, como son los casos de Lali Espósito y Dillom. De hecho, el jefe de Estado se refirió a la cantante como "Lali Depósito" y la acusó de cobrar dinero de varios gobierno. Incluso, le terminó echando la culpa a la propia cantante de generar este embrollo: "¿Quién empezó con esto? ¿Yo? Ella empezó. Si te gusta el durazno, bancate la pelusa".
Por estas acusaciones y otras que ya no vale la pena ni mencionar, actores y actrices, el mundo de la música, amigos e internautas salieron a bancar a la reina del pop argentino y a diferenciarse del gobierno libertario. ¡Y Malena no fue la excepción! "Por ahora me genera una angustia, que necesito que se transforme en acción ya, porque nos están pasando por encima, y estamos todos como muy militando desde el celular, y es momento real, como pasó el otro día con el cordón en la calle", sostuvo.
Y con firmeza, destacó: "No van a tocar un espacio que nos pertenece a todos, este lugar es nuestro y no nuestro de los que hacemos cines, es del pueblo, la calle es del pueblo, el cine es del pueblo, el teatro es del pueblo, y no está comprobado que la música salgó, que está comprobadísimo, la historia es tan simple como tener memoria e ir para atrás, es muy doloroso. Yo creo que hay algo innegable, que es la llegada que tienen las figuras visibles, para no ponerle el título famosos".
Sobre esta disputa que se originó entre el Ejecutivo y la Cultura, la actriz resaltó que los artistas tienen "una responsabilidad, que es la de visibilizar lo que pasa y contar cómo es, porque está todo basado en una mentira". "Este señor (por Milei) dijo que el cine hace que los comedores no tengan comida, porque cómo voy a financiar una película desde el Estado a costa de que se mueran niños de hambre...te genera una desesperación que hay que ordenarla para ser efectivo", advirtió.
La entrevista completa con Malena Sánchez
Hay que celebrar porque dentro de poco se viene Pequeños grandes momentos, ¿no?
- Sí, estoy muy contenta, la verdad es que para mí hacer teatro es como un súper desafío y aparte era un deseo que había pedido, yo nunca pido deseos en año nuevo y este año estaba ahí diciendo "quiero hacer teatro" y de golpe llegó, así que es como un regalito, alguien me escuchó.
Es una obra empática, que invita a la reflexión, pero contame un poquito cómo esperan que se sienta el público al verla
- Obviamente todavía estamos en proceso de ensayos, así que falta terminar creo que de descubrir cosas, en cada ensayo vas descubriendo cosas distintas, pero bueno, básicamente es una obra que está basada en una serie que, a su vez, está basada en encontrar. Sacaron todos los relatos de un blog, es una obra que cuenta relatos de estas personas que escriben en un blog con seudónimos contándole cosas de sus vidas al resto, desde miedos hasta situaciones, dudas tontas, dudas existenciales y preguntas que siento que en mayor o menor medida, algunas y otras no, todos nos hacemos.
La obra habla como de la importancia de decir lo que nos pasa porque siempre en el encuentro con un otro, en la respuesta de un otre, nos sentimos mucho más identificados, acompañados. Entonces habla un poco de eso, de no te quedes solo, sola, sole, en tu pensamiento, en tu conflicto, porque del otro lado siempre vas a tener a alguien que te diga "¡Ay! ¡A mí me pasó lo mismo! ¡Ay no!" Claro, como viste cuando te pasa algo y hablas con un amigo y decís que tenés esa posibilidad de ese encuentro y decís tipo,"¡ah, ok! Mirá el mundo que me había hecho en la cabeza". Somos re malos con nosotros mismos cuando las conversaciones son entre nosotros y nada más-
Remarcar la importancia de buscar a alguien que te ayude ¿no?
- Sí, creo que más hoy en día que nos sentimos como falsamente acompañados por un teléfono, como el teléfono nos da la diversión, la información y a la larga es como que entre la pandemia y entre la situación en la que vivimos, a la larga nos olvidamos de lo importante que es eso, como juntarnos y compartir lo que nos pasa, hacer parte a los otros de lo que nos pasa para así sentirnos acompañados. Y para así incluso hacerle descubrir a la persona que está escuchando algo que capaz le pasó y no tenía ni recuerdo, no tenía, no sé, hablando por ejemplo de situaciones de abuso, como cuando pasó todo lo de Thelma (Fardin), como ella habló y contó una situación y eso destapó una olla de cantidad de cosas con el simple hecho de hablar y de contar un secreto que tenía guardado por culpa, por miedo o por victimizar.
Eso como un secreto muy grande y muy triste, muy desgarrador, y encima quedarte sola en eso es mucho más heavy, pero después en lo más pequeño una duda de no sé, yo siempre que tengo que tomar una decisión consulto, porque al momento de tomar decisiones me daba como un ataque de pánico, es como tipo de vértigo, me dan vértigo las decisiones. Y en el encuentro con el otro descubrís mucho. Con el otro podés afrontar las miserias, la inseguridad, nuestro lado más vulnerable, mostrarlo que sí, que te duela, que cada uno nos duelen cosas distintas, te puede doler algo muy chiquito o algo muy pequeño o algo muy grande Sí, creo que es eso y nos damos cuenta a medida que vamos ensayando y haciendo la obra que, en mayor o menor medida, ese sentimiento de desolación o soledad por el que pasó cada uno, todos lo tuvimos.
¿A vos te pasó?
- Y sí, obvio, yo igual tengo más la patología de decir todo. Me siento más segura mostrando mi vulnerabilidad para cuando necesito el abrazo, recibirlo y que no sea tipo, vale, necesito un abrazo. Soy re sensible, la gente me conoce, parezco que me llevo al mundo opuesto, pero no, todos los días necesito un mimito porque me caigo sola
La obra también remarca la importancia de estar atentos, apreciar los momentos, no perdérselos, ¿crees que la tecnología atenta contra esto?
- Completamente, sin ir más lejos, ayer (por el martes) me tomé el subte y éramos 100 personas así (mirando el teléfono), incluida, ¿no? Y me acuerdo de hace no sé cuántos años, pero capaz que 10, que ya existía el celular, ya existía el smartphone, pero no esta locura de las aplicaciones, de tantas aplicaciones, ya de Whatsapp, pero no había tanto, y a mí me resulta un poco triste cómo se abandonó el libro, cómo se abandonó mirar al costado y capaz ver a alguien que está viviendo una situación.
Es como tener una venda en los ojos, es como la pandemia del celular ¿entendés? Es como los voy a tener a todos domados mirando el celular. A mí me daba miedo que pase esto y está pasando, esto está pasando.
Y ahora salieron las gafas....
- Bueno, pero salieron las gafas y lo que estamos diciendo todos es tipo, "no, no, es un montón, no vamos a ir por la calle haciendo así, y así, y así, y así". Pero en cinco años vamos a estar todos en eso, porque yo me prometí no ser la persona que va en el subte con el celular, me lo prometí, y caí. Mi trabajo es observar, o sea, somos observadores los actores, de las diferentes formas de reír, de mirar, de ponerse nervioso, y en la vía pública, en la calle, en el bondi, en el subte, es donde más puedo exprimir el juego para la hora de componer un personaje. Y nos lo estamos perdiendo, nos estamos perdiendo de eso, nos estamos perdiendo del encuentro, estamos cada uno inmersos en lo nuestro, y encima, yo fui bastante resistente de eso, pero me quedé bastante sola también, y eso duele.
- Como ser la única en una cena con amigos que agarra y dice tipo, "chicos, alguien tiene que hacer algo importante con el celular, voy a sacar los celulares de arriba de la mesa". Me parece monstruoso que tengamos todos un celular al ladito, o sea, vos vas a comer y cada uno tiene al lado del plato el celular. Alguien tiene que hablar algo, tiene que hacer algo, lo respeto, pero si no los podemos sacar de la mesa y que el mundo espere y vivamos el aquí y el ahora un rato. ¿No soy la única que le preocupa esto?
Se generó como una adicción, ¿no es cierto?
- Me da mucha tristeza.
¿El teatro es el lugar donde se puede invitar a llamar a la reflexión?
- La cultura en general, sí. Es la que nos salva, es la que genera el encuentro, es la que despierta inquietudes, es la que despierta identificación. Y el teatro más aún que encima es ir a un lugar con otras personas y reírte de algo que decís tipo, "no me tendría que estar riendo aquí incómodo" y que se ría alguien también y decir, "bueno, somos dos". Como esta cosa de, "ay, nos pasó lo mismo". Sí, fundamental me parece. Me parece súper importante. Porque aparte, o incluso ir al cine con una amiga, porque ¿qué hacemos? ¿Vemos una serie? ¿Vemos una película en casa? Ponemos pausa, la vemos partida en tres. Y está hecha para ver de continuo, para ver qué te pasa. Hay un clímax en una película, en una obra. Está hecha para ver de principio a fin seguida. Estamos atentando contra eso, contra esa propuesta.
Entonces el teatro o el cine son lugares donde no podés poner pausa. Y donde si sacás el celular sos un desubicado. Es el único lugar donde sos un desubicado si sacás el celular. Claro, ¿entendés? Pero no es desubicado estar en una cena, cuatro personas, y que uno de golpe agarre el celular... Me acuerdo, en un momento de la pandemia, que yo viví con varias personas en una casa, que estábamos todos charlando en una ronda, y agarraron tres o cuatro personas el celular y se armó un momento ciber. Y yo tenía ganas de agarrar un libro, y me sentía muy desubicada. Decía tipo, "ponerme a leer es como... " Pero el celular está habilitadísimo. Porque el celular es un segundo, porque el celular te puede interrumpir, te va a interrumpir, te ponés a leer y me interrumpís, me estás desconcentrando de la lectura.
Recién me remarcabas el hecho de la importancia de la cultura, una cultura que hace varios meses viene siendo más bastardeada... ¿cómo estás viviendo esto?
- De por sí, el porcentaje de actores que tiene trabajo en nuestro país desde siempre es muy poco, me encuentro dentro del grupo de las personas que el trabajo no le falta y es un privilegio enorme, pero siempre es muy difícil, es un mundo muy hostil, va, viene... Yo de última, si tengo que trabajar cuatro años de otra cosa, porque tengo un presidente que está destruyendo el país, me las rebusco, pero la gente que su único lugar de distracción es ver una película, que su único lugar de abrazo, que con lo único que se siente identificada es con, al ver una película, escuchar otra historia, al salir a la calle para eso, esa gente es la que más va a estar afectada para mí.
Educa la cultura, o sea, es una de las formas más nutritivas de educar, ya que nos está costando tanto leer un libro, porque la distracción es total por la cantidad de exceso de información que termina desinformándote de la cantidad que es, creo que lo que nos queda es eso, es la película, es el teatro, y genera muchos cambios, la cantidad de personas que te pueden llegar a escribir que con tu actuación, "tu personaje me hizo recordar a mí", que nos abre mundos, abre puertas, y los actores pasamos por un montón de cosas, digo, hubo una dictadura militar, hubo exilio, hubo todo, y se resiste, lo que más la va a pagar es el pueblo, y eso es lo más triste.
Y ni hablar el Instituto Nacional de Cine, o sea, a mí por ahora me genera una angustia, que necesito que se transforme en acción ya, porque nos están pasando por encima, y estamos todos como muy militando desde el celular, y es momento real, como pasó el otro día que yo estaba en Uruguay y no pude ir, del cordón en la calle, no van a tocar un espacio que nos pertenece a todos, este lugar es nuestro y no nuestro de los que hacemos cines, es del pueblo, la calle es del pueblo, el cine es del pueblo, el teatro es del pueblo, y no está comprobado que la música salgó, que está comprobadísimo, la historia es tan simple como tener memoria e ir para atrás, es muy doloroso.
Distintas voces ya se pronunciaron, el último ejemplo es el de Mirtha y el Gaumont.. ¿vos creés que el artista es el primero que tiene que alzar la voz?
- Yo creo que hay algo innegable, que es la llegada que tienen las figuras visibles, para no ponerle el título famosos, me parece que la gente que tiene mucha visibilidad, y me incluyo en menor medida, no soy ni Mirta ni Lali, pero digo, tenemos una responsabilidad, porque sin ir más lejos, cuando pasó todo lo de la ley del aborto, cuando teníamos que pelear por un derecho de las mujeres, nos dimos cuenta que si te habla una psicóloga especialista en abuso, nadie la escucha, pero se pone a hablar Carla Peterson y el mundo se calla y la escucha, entonces, si eso está pasando, no podemos ir en contra de ese instrumento que hace que, bueno, ok, tiene mucha más información sobre el tema una especialista en esto, una persona que acompaña abortos todos los días, y yo no estoy acompañando abortos todos los días, pero yo le puedo poner la voz a esa persona para ser escuchada. Obviamente que es del pueblo, obviamente que todos los derechos se ganaron con los trabajadores en la calle, pero sí creo también que tenemos una responsabilidad, que es la de visibilizar lo que pasa y contar cómo es, porque está todo basado en una mentira.
O sea, este señor dijo que el cine hace que los comedores no tengan comida, porque cómo voy a financiar una película desde el Estado a costa de que se mueran niños de hambre, y vos si me decís eso, yo digo, obvio que no, no se harán películas cuatro años, nadie se va a morir por no hacer películas cuatro años, y no es así, ¿entendés? Entonces es como que te genera una desesperación que hay que ordenarla para ser efectivo, para lograr el objetivo.
El Gobierno los puso en el lugar de responsables a los actores...
- La verdad es que así como tenemos el privilegio de ser los que tenemos trabajo, tenemos una responsabilidad, si vos sos una persona como Lali, que llena un estadio y tiene un micrófono y puede dirigirse y dar un mensaje que encima es verdadero desde el amor, desde el esfuerzo, desde la sabiduría, porque hay mucha ignorancia, hay ignorancia y hay mentira dando vueltas, entonces, si tenés la posibilidad de tener un estadio lleno y poder dar un mensaje sanador y constructivo, me parece que ya se transforma en una obligación. O sea, no voy a condenar a quienes no lo hagan, pero yo no me puedo quedar callada, por suerte Lali y Mirtha tampoco.
Cuando ya se está poniendo en juego tu escenario y cuando vos tenés la posibilidad de hacer que más personas escuchen una verdad frente a una mentira, y sí, es medio una responsabilidad que tenemos.