Con influencias en el rock punk, Los Tabaleros es un grupo de folklore con casi veinte años de trayectoria que acaba de editar su cuarto disco de estudio, “Chuy”, que presentarán este viernes 2 de noviembre en el teatro Vorterix, después de una seguidilla de presentaciones performáticas, desde acústicos en el teatro a ciegas hasta shows en Uniclub, el Konex o el festival Mastai, donde tocaron para más de 30 mil personas.
En una entrevista con BigBang, Roberto “Beto” Martínez, voz y guitarrista del sexteto que mezcla lo clásico del folklore con sonidos modernos, cuenta cómo se preparan para el show y analiza el presente de la industria discográfica con el enorme avance de las plataformas de música on demand: “La música es aire, el formato mucho no importa”.
-Se presentan el 2 de noviembre con Chuy, en Vorterix. ¿Cómo llegan?
Creo que llegamos en el mejor momento, con un disco en la mano, con una nueva forma de vender un disco, adaptándonos a nuevos momentos, pensamos no sacarlo todo junto sino en dos etapas, como si fuera un vinilo, lado A y lado B. Vamos a presentar el lado A. Vamos a cantar más canciones, pero vamos a ofrecerle a la gente sólo la mitad de nuestro combo de canciones.
-Cada uno de sus discos tiene un hilo conductor, con sonidos muy parecidos, sobre todo en el primero, con un sonido más folklórico. ¿Eso a qué se debe?
Crecimos, todos los años se nos dio por tratar de evolucionar. El primer disco es un folklore tradicional, que veníamos haciendo y rompiendo en ese momento, para desarmar la estructura del folklore y hacer canciones que suenen a folklore pero que suenen también a otras cosas, con otras lecturas.
-Las últimas presentaciones de ustedes van desde Uniclub y el Konex hasta un festival donde tocaron para más de 30.000 personas. ¿Cómo es adaptarse a esa experiencia?
Tenemos el autoestima muy alto, sin ser pedantes. Nos enfrentamos al público con la misma furia. No nos importa tocar para cinco o para 5.000. Está buenísimo tocar en espectáculos grandes para lograr mayores cosas en cuanto al audio y la producción. Hicimos el camino que teníamos que hacer. Hemos crecido y ha crecido nuestro público.
Qué: Los Tabaleros en vivo.
Dónde: Teatro Vorterix, avenida Federico Lacroze 3455.
Cuándo: Viernes 2 de noviembre.
Cuánto: $300 en este sitio web
-Tienen miles de escuchas en las plataformas de streaming. ¿Cómo se manejan con eso? ¿Están pensando en la producción para el streaming, viniendo de una época en la que cuando publicaron el primer disco las ventas de discos físicos todavía era muy importante?
La música es aire, mucho el formato no importa. Nos interesa estar actuales en cuanto a los márgenes de producción que ofrece la industria. Estamos súper atentos a lo que pasa con Spotify y el resto de las plataformas online, donde hay una nueva coyuntura, donde las discográficas vuelven a tener dinero, que no vemos porque somos autogestionados. No me molesta saber que mi disco se escucha mucho más en Spotify que la cantidad de discos físicos que pueda vender. Sí vendemos CD y vinilos, pero no me interesa venderlos ya, sino que la música ruede.
-¿Va a haber algún invitado en el show?
El tema de los invitados tiene mucho que ver con la agenda de la gente con la que trabajamos y con la que nos sentimos bien. Podría aparecer el “Mono” de Kapanga o no. El 2 de noviembre es una fecha importante, estamos convencidos de que tenemos un show súper picante, que es renovador, que no es el mismo que veníamos presentando hasta hace un tiempo. Hay retrospectiva de nuestra carrera. Vamos a cantar canciones nuevas y viejas.
-Son más de 15 años tocando...
Sí, de la banda inicial van a hacer 18 años. Quedamos mi hermano y yo en pie, nada más. Eso tiene que ver con el andar de una banda súper under que se fue profesionalizando y necesitó más tiempo dedicado a la música para sobrevivir.
-Hace un tiempo en una entrevista hablaban de que el trabajo de los músicos era tratar de encontrar la belleza en cosas horrendas. ¿Cómo es esa tarea para un músico, que hoy ya no sólo se dedica a ensayar, tocar y componer, sino que también se dedica a la producción, a negociar con plataformas de streaming?
Mirá, nosotros siempre fuimos parias. Ni en las peñas nos querían, nos hicimos nuestro lugar a los machetazos. Siendo casi porteños, hijos de viejos provincianos, no éramos tan santiagueños para la peña, ni tan porteños para otros lugares. Creo que un músico no puede estar sólo con el idilio de tocar, cantar y ensayar y que con eso se salva. Hay que romperse un poco las vestiduras, por no decir otra cosa. Lo entendimos desde el día uno, cuando tocamos en peñas siempre quisimos llenar y siempre nos rompimos la cabeza por convocar. Hoy Los Tabaleros es un sexteto de seis productores, todos tenemos una responsabilidad más allá de la música, que es el premio de todo nuestro esfuerzo, cada vez que ensayamos lo disfrutamos, pero hay que hacer más cosas además de tocar y ensayar. Es preferible hacerlo uno con mucho amor y cariño, que una corporación, que no sabés cuánto tiempo le va a dedicar.
-Siempre cuando hay bandas de gente joven en el folklore llama la atención, quizás parte de cierto prejuicio. Pero cuando uno ve el trabajo de Arbolito o el de ustedes, efectivamente nota que hay bandas jóvenes que apuestan al folklore. ¿Cómo lo ven?
Nos creemos más jóvenes que Arbolito (risas). Se prejuzga un poco, el mote del folklore a veces es una bendición y hay veces suena grasa, donde la impresión es que van a aparecer unos gordos borrachos. El formato acústico le da de comer a las bandas. Babasónicos está saliendo en un formato acústico y le fue muy bien. Lafourcade es la cantante pop que hace folklore con más visitas en Spotify. Los Decadentes, con quienes producimos este último disco, vienen de hacer un formato acústico para el último CD. Siempre estamos mirando para afuera. A veces nos cuesta pautar con nuestra publicidad en una radio, pagando, porque piensan que somos muy folklóricos, pero después promueven a Aristimuño. Hay un tema de que los directivos y la gente que trabaja en la industria por momentos están muy cegados por la segmentación y no se dan cuenta de la capacidad real del mercado: el trap la rompe este año, pero eso no significa que no puedo tocar folklore. Sí tienen problemas las bandas de rock que su sonido está quedando viejo.