30 Octubre de 2015 07:43
De General Hacha a la alta sociedad trasandina. La escandalosa separación de Carolina “Pampita” Ardohain y Benjamín Vicuña pone en jaque no sólo a la familia que construyeron en los últimos diez años, sino que además siembra dudas sobre el millonario patrimonio de la pareja. Propiedades, campos y una suculenta herencia en juego.
La modelo mostró en 2010 la mansión de su suegro, ubicada en el campo Haras Sumaya.
Aunque logró hacerse de un buen pasar por su trabajo como modelo, “Pampita” aportó poco al patrimonio conyugal en relación a los importantes ingresos del chileno. La morocha, que venía de perder el juicio de divorcio con Martín Barrantes, llegó a la relación con reducidas ganancias. Pero eso no era problema: por entonces, el amor desbordaba a la pareja y lo económico ya estaba resuelto, gracias al padrastro de Vicuña.
Carolina disfrutó de los beneficios de sumarse al aristocrático clan chileno.
Los padres del actor se separaron en su adolescencia. Luego de culminar su relación con Juan Pablo Vicuña Parot, Isabel Luco Morandé hizo su ingreso triunfal a la alta sociedad trasandina tras casarse con el empresario millonario de origen turco, Oussama Aboughazale.
De pronto, el pasar económico de Benjamín y de sus hermanos (Carolina, María José y Juan Pablo) cambió por completo. El ingreso a la familia del empresario trajo consigo una inmensa cantidad de propiedades, campos y hasta emprendimientos vinculados con la cría de caballos de carrera. Y, aunque la herencia no será total (dado que no son hijos biológicos de Aboughazale), el patrimonio les permitió instalarse rápidamente.
La exclusiva propiedad forma parte del patrimonio de la madre del actor.
El ingreso de Carolina a la familia fue recibido con simpatía. De hecho, hay quienes dicen que Oussama adora a su ahora ex nuera y hasta fue el padrino de Blanca, la primera hija de la pareja que falleció en septiembre de 2012 por una complicación respiratoria luego de contraer un virus en México. Tal era la buena onda que, mientras la pareja construía su casa en Santiago de Chile, el millonario les prestó su lujoso campo Haras Sumaya. Y la modelo, claro, presentó las instalaciones en la revista Hola de Chile.
La modelo podría reclamar, además, la mitad de dos propiedades.
Luego de abandonar su casona del barrio La Dehesa de Santiago, la pareja se instaló en una mansión ubicada a veinte minutos de la capital chilena y diseñada por Juan Pablo, el hermano menor del actor. La propiedad, de 600 metros cuadrados de construcción y 10 mil de terreno, tiene nueve ambientes, un amplio campo de golf y una pileta, con salida tanto al jardín como a uno de los livings de la mansión. ¿El costo? 1.4 millones de dólares.
La mansión familiar de Pampita y Vicuña a sólo 20 minutos de Santiago de Chile.
Además de las cómodas instalaciones, Vicuña se dio un gusto que le sumó valor agregado a la propiedad ubicada en un barrio cerrado de sólo diez casas: una caballeriza para sus cuatro caballos árabes pura sangre; pasión que comparte, claro, con su padrastro.
En Buenos Aires, tienen un piso en las torres Le Parc Figueroa Alcorta.
“La verdad es que nos sale bastante fácil el tema de vivir en las dos ciudades, mucho más de lo que la gente se imagina. En Buenos Aires tenemos un departamento totalmente armado con mi ropa, la de los chicos, la de Benja y hasta los juguetes. Y en Chile tenemos nuestra casa toda equipada. No es nada complicado”, advirtió la modelo en una entrevista a la edición chilena de Hola.
El piso de 240 metros cuadrados en el complejo ronda los 1.2 millones de dólares.
El departamento argentino al que hizo alusión la modelo es el exclusivo piso ubicado en las torres Le Parc de Figueroa Alcorta, el mismo edificio en el que viven Marcelo Tinelli y Guillermina Valdes, entre otros. Las instalaciones incluyen un parque de nueve mil metros cuadrados, pisos de roble macizo y mármol. Además, el inmueble de 240 metros cuadrados tiene una vista privilegiada al Río de la Plata. ¿El precio? 1.2 millones de dólares.
Vicuña tiene, además, la mitad del Centro Cultural Mori de Chile.
Pero no todas las inversiones son inmobiliarias. Benjamín es dueño de la mitad del Centro Cultural Mori de Chile, la otra quedó en manos de su socio: Gonzalo Valenzuela. El complejo cuenta con cuatro teatros distribuidos a lo largo del país y una sede central ubicada en Santiago.