Durante décadas, Marcelo Tinelli se erigió como el rey indiscutido de la televisión argentina. Desde el mítico "Videomatch" hasta el interminable "Bailando", su nombre fue sinónimo de rating, espectáculo y polémica. Pero en los últimos años, su figura parece más desgastada que nunca, con fracasos televisivos, polémicas forzadas, una evidente desconexión con el público que alguna vez lo idolatró y, sobre todo, una masiva cantidad de deudas que ponen en jaque a su productora, LaFlia. De esta manera, el 2025 lo encuentra en una realidad diametralmente opuesta: sin pantalla, sin producción y con un historial crediticio que asusta a cualquier contador.
El plan de resurrección para su carrera en la televisión estaba claro: regresar al "Bailando" con un ciclo corto de tres meses en América TV. Pero había un detalle: esta vez no sería el "dueño del circo", sino un simple conductor sin poder de decisión. A contramano de sus tiempos de omnipotencia en El Trece, Tinelli dependía de que el canal le diera luz verde. Pero la marea ya había cambiado. La caída fue estrepitosa. Su intento de asumir como gerente artístico de América TV terminó en un clarísimo despido disfrazado de "renuncia", con Pablo Chato Prada, su histórico ladero, ocupando su lugar como si se tratase de un capítulo de Game of Thrones.
Con la productora LaFlia en quiebra técnica, el hombre que en algún momento jugó a ser dirigente político ahora enfrenta un destino de incertidumbre. La crisis de LaFlia no es una novedad, pero la situación se volvió insostenible. El SATSAID, Sindicato Argentino de Televisión, denunció que Tinelli adeuda salarios de diciembre y el aguinaldo a sus empleados, dejando a muchas familias en la cuerda floja. "Es inadmisible que la empresa especule con el sustento de los trabajadores", afirmó el gremio en un comunicado.
La falta de pagos no solo alcanzó a cámaras y técnicos, sino también a jurados y partenaires del "Bailando" y el "Cantando". Incluso se reportó que los empleados de la productora pasaron este último mes sin cobertura médica, lo que puso en jaque la salud de quienes trabajaron durante años con el conductor. De hecho, los damnificados se están organizados en grupos de WhatsApp porque no cobran hace dos meses. "No hay proyectos a corto ni a largo plazo", en la productora, denuncian.
Esto quiere decir que no hay generación de contenido y ni siquiera un horizonte. "Les deben el aguinaldo y les cortaron hace un mes la cobertura médica. Se la cortaron a todos. La semana que viene prometieron regularizar el tema de la obra social. Es lo que les anunciaron el día lunes, pero por ahora el panorama es ese. Dos meses de no pagarles aguinaldo y un mes sin cobertura médica a todos los empleados de LaFlia", detallaron en Argenzuela.
Ante esta situación, Tinelli intentó despegarse: "No tengo ningún problema económico ni financiero", declaró con su habitual desparpajo. "Mi empresa puede no pagar aguinaldo, pero todas refinancian deudas". La explicación frívola solo sirvió para indignar aún más a los afectados. El "Bailando 2025" era su última esperanza para seguir en la TV, pero ya ni siquiera eso está garantizado. Con la productora sin dinero y con una América TV que prefiere apostar por otros proyectos, muchos integrantes del show, entre ellos los jurados que ya habían sido tanteados, recibieron la orden de buscar nuevos trabajos. "Nos están liberando, no hay plata", revelaron fuentes cercanas al ciclo.
A esto se suma el testimonio de Melu De Felice, quien manejaba las redes sociales del "Cantando" y denunció en redes sociales que LaFlia le debe meses de sueldo. "Nos sacaron las ganas de trabajar en ese lugar", dijo con bronca. "Nosotros laburamos manejando las redes del Cantando. También habíamos manejado las redes del bailando y la verdad que con las redes de Bailando no tuvimos ningún problema. Siempre pagaron en tiempo y forma. Vieron que siempre está la fama de que LaFlia, Tinelli o, bueno, quien corresponda, no paga. Pero la verdad que nosotras con el Bailando no tuvimos ningún problema", había detallado la joven.
Y continuó: "El año pasado cuando llegó la propuesta para manejar las redes del Cantando, lo tomamos sin ningún problema. Y bueno, ya desde el día uno hubo problemas con el primer pago. Fueron más o menos, tres meses y medio, cuatro meses. Noviembre y diciembre todavía no nos pagaron. Estamos a 5 de febrero y todavía no nos pagaron. Divino, hermoso. La realidad es que, bueno, ya mandamos mensajes a donde se les ocurra para agilizar el pago, mínimamente el de noviembre. Porque me parece un poco mucho. Pero bueno, el dinero uno lo necesita. Trabajó para ese dinero. Así que nada, acá estamos. Nos da mucha bronca".
Lejos de aceptar la derrota, Tinelli busca una última carta para evitar la desaparición mediática: su serie "Los Tinelli" en Prime Video. Un reality sobre su propia familia, con él como protagonista absoluto. Un proyecto que intenta posicionarlo como una estrella de streaming, pero que genera más escepticismo que entusiasmo. Marcelo Tinelli ya no es el titán de la televisión argentina. Sus días de gloria quedaron atrás y ahora enfrenta la dura realidad de un imperio que se desmorona. Mientras las deudas lo acechan, los empleados de LaFlia esperan respuestas y la audiencia ya no lo extraña. El show debe continuar, pero parece que ya no será con él como maestro de ceremonias.
Su desembarco en América TV con "El Bailando 2023" prometía ser el gran regreso triunfal, el revival de sus días de gloria. Pero la realidad fue otra: bajos números de rating, críticas feroces y una audiencia que ya no se compra los mismos trucos de siempre. Intentó relanzarse con figuras nuevas, con el "casting federal", con influencers y mediáticos reciclados, pero la fórmula no prendió. El público ya no quiere ver a Tinelli haciendo chistes sobre los mismos personajes de siempre ni vendiendo "escándalos" que parecen sacados de una producción de segunda.
Tinelli sigue insistiendo con las mismas fórmulas de hace 30 años, como si el mundo no hubiera cambiado, como si la televisión siguiera siendo la misma. Pero la realidad es otra. El público se cansó de los escándalos armados, de la sobreexposición de su vida privada y de un show que ya no tiene brillo. Quizás sea el momento de reinventarse de verdad, de dejar atrás los trucos baratos y ofrecer algo nuevo. O quizás, simplemente, sea el momento de aceptar que su reinado terminó.