16 Junio de 2023 09:00
El programa Caiga Quien Caiga, mejor conocido como CQC, fue un formato que desde mediados de los 90´ se comió la pantalla de la televisión argentina con su estilo disruptivo y directo contra los políticos del menemismo y demás fuerzas que hicieron de las suyas en aquellos años. La estética de los conductores siempre fue la misma: trajes y corbatas negros, camisas blancas y unas gafas oscuras muy particulares con las que salían al aire.
El misterio alrededor del por qué los lentes negros, siempre estuvo volando por las cabezas de los fanáticos y fanáticas del formato que lo popularizaron tanto al punto de hacer sentir estrellas de rock a los conductores Mario Pergolini, Eduardo de la Puente y Juan Di Natale. Es que, lo que siempre se pensó que era una cuestión de estilo, finalmente se reveló que tenía otra razón de ser.
Esto lo contó el mismísimo Pergolini durante un stream que brindó a Escucho ofertas, el programa que conduce Guille Aquino en Blender. Al productor le fueron directo al hueso, sin dudar de las repercusiones posibles de la respuesta. Las gafas de CQC, ¿son realmente porque se fumaron un porro en la terraza de América TV y un día dijeron 'no podemos salir con estos ojos, arranquémoslo con anteojos negros' o es un mito absoluto?", le preguntó el humorista.
"¿Cuántos años pasaron?", quiso saber Mario. "Necesito un abogado, ¿prescribió?", insistió. "CQC lo hacemos con 30, 32 años. Sí, sí. Fumábamos, fumábamos. El 'qué buena pregunta, Mario' sale porque nadie se acordaba cómo seguía el programa. '¿Cómo seguimos?', y nos mirábamos los tres y nadie sabía. Porque no estaba guionado. El Caiga que yo hice nunca estuvo guionado. Yo ni siquiera sabía lo que íbamos a hablar, porque éramos de radio y era sencillo hacerlo", recordó Pergolini, mientras que reconoció que sí tenían una rutina a seguir.La confirmación de lo que durante años fue motivo de debate entre una generación que fue la que le abrió las puertas a la desdramatización del consumo de marihuana en la sociedad actual, llegó más de 20 años tarde, pero cerró un círculo acerca de una pregunta que gran parte del público se hacía sobre el programa cuando lo veía y contemplaba la locura con la que actuaban conductores y movileros.
Mario Pergolini destrozó a los diputados que votaron la ley de Teletrabajo: “Son hijos de put..."
Por otro lado, el formato fue tan exitosos que Cuatro Cabezas, la productora que tenía Pergolini junto a Diego Guebel en aquel entonces, lo vendió a una decena de países, que también popularizaron parte del estilo de los argentinos, ya que también ingresaban con lentes oscuros. "Nos dimos cuenta que todo el mundo empezó a decir 'tengo los anteojos de Caiga', y nosotros decíamos '¿si son nuestros?' Ni siquiera eran de la misma marca. Después empezamos a tener marcas", relató Pergolini, demostrando el éxito que significó en lo económico el formato, inaugurando una era inolvidable de la televisión local.
El consumo de estupefacientes por parte de los conductores del formato no era algo público, pero sí que se daba a entender con diversos chistes que se hacían entre ellos. Inclusive, Pergolini solía tener un latiguillo frente a cámara ante ciertas discusiones o risas del público a partir de algún remate. "Señora, si su hijo se está riendo de esto, preocúpese", sugería a los televidentes ante esos tramos de humor más "modernos".
En tiempos de Reprocann y de cultivadores libres en muchas casas del país, parece mentira que Pergolini se pregunte si el tiempo hizo prescribir lo que hacían en la terraza de América TV. Pero cabe recordar que la aplicación de la legislación en aquellos años llenaba de consumidores las cárceles, mientras los narcotraficantes vivían en libertad.