La decisión de Telefe de cambiar el jueves su grilla de programación y levantar Masterchef para transmitir el partido de Racing y Flamengo por la Libertadores generó revuelo e indignación en redes sociales. Pero no fue hasta el domingo que todo estalló por los aires. La producción del reality de cocina decidió comprimir la gala de última chance y la de eliminación en un sólo programa, condicionando así el rendimiento de los participantes más populares y dándoles obscenas ventajas a los menos queridos del ciclo. El plan para condicionar el cariño del público, hundir a los que venían con elevados índices de aceptación y ungir a los más aburridos.
Para aquellos que no siguen el ciclo culinario de Telefe, los jueves son un día clave para los participantes "más jugados" de la semana. Aquellos que no lograron convencer con sus platos a lo largo de la semana al jurado -integrado por Germán Martitegui, Donato de Santis y Damián Betular- se juegan la última chance para subir al preciado balcón y gambetear la gala de eliminación que domingo a domingo purga la competencia. Los desafíos suelen ser más difíciles, pero los participantes cuentan siempre con los sesenta minutos para cocinar; algo que no sucedió en esta oportunidad.
Este domingo, Juan Francisco, Candelaria, Aquiles, Daniela y Rodrigo debían jugarse su pase al balcón. Sólo Estefanía, la hiperactiva participante que regresó al certamen gracias al repechaje y algún que otro ayudín de la producción (que se encargó de pulirle la imagen, matizar su intensidad y convertirla gracias a la magia de la edición en un personaje menos irrante), era portadora del denantal negro, el pasaporte directo a la gala de eliminación.
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El cambio fue repentino y sorprendió incluso a los participantes, acostumbrados a otra dinámica de grabación. Y es que, tal y como expuso Wanda Nara en sus redes sociales, todos debieron trabajar el sábado para cumplir con las dos instancias de eliminación que salieron al aire el domingo por la noche. Y, al llegar al estudio, la producción los dejó pasmados con otro cambio de reglas: fue la primera vez que los participantes debieron resolver una prueba de "última chance" en sólo un cuarto de hora, cuando suelen contar habitualmente por lo menos con sesenta minutos.
"Hoy estoy cagado de verdad", reconoció de inmediato Juan Francisco, uno de los participantes más insípidos del certamen, que logró mayor visibilidad después de que Wanda decidiera subirlo al ring durante las últimas semanas con fuertes beboteos cuyo destinatario final era nada más y nada menos que Mauro Icardi. Ni el empuje que intentaron darle a su historia de vida a fuerza de edición y lágrimas logró mejorar los índices de popularidad del oriundo de San Bernardo, que gala a gala presenta platos flojos de papeles y recibe siempre la ayuda del jurado.
Antes de escuchar la consigna, la conductora del ciclo invitó a Estefanía a subir por un rato al balcón para aguardar su turno y jugar directo en el desafío de eliminación. Y ahí, una vez más, la edición volvió a exponer a la producción del ciclo. "Creo que esperar la prueba en el balcón me va a dar un poquito de buena suerte", fue el mensaje de "ChefTef" que, tal y como era de esperarse, resultó beneficiada por la decisión de comprimir las galas. ¿El motivo? Fue la única de los que estaban en la cuerda floja que llegó fresquita y sin presión al desafío final de la noche.
"Se trata de un desafío muy breve, donde los queremos ver trabajar bajo presión en muy corto tiempo", explicó Betular, antes de que Martitegui les diera el puñalazo final: "Van a tener quince minutos para elaborar una tortilla". Las caras de sorpresa y malestar se impusieron en el estudio. "Es evidente que el particpante o la participante que prepare el mejor plato se va a salvar de la eliminación", acotó Donato.
El primero en presentar su plato fue Rodrigo, uno de los preferidos del jurado. Cabe recordar que, pese a que siempre en la edición lo muestran como el más desordenado y desorientado a la hora de cocinar, el "enemigo de Martitegui" logra salir siempre airoso. Pero eso no fue lo que sucedió el domingo, dado que su tortilla estaba cruda y no hubo forma de salvarlo. Eso sí, la producción sabía que aún tenían una instancia más para evitar que fuera eliminado del certamen.
Aquiles, otro de los preferidos de la producción, tampoco estuvo a la altura. "Tiene cáscara de huevo esto", se quejó Martitegui al degustar su tortilla. Distinto fue el plato que presentó Candelaria, la participante que supo disfrutar de los mismos del jurado durante todo el certamen... hasta este domingo: su plato estaba perfecto y ningún jurado expresó su queja. Similar fue el desempeño de Daniela, otra de las mimadas del jurado que, hasta el momento, se viene salvando del plan "aniquilación".
El último plato en ser degustado fue el de Juan Francisco, cuyo único logro fue haberle puesto "exceso de queso" a la tortilla, algo que en ediciones anteriores del ciclo fue duramente cuestionado por el mismo jurado pero que, en esta oportunidad, le dio el beneficio de sortear la gala de eliminación y asegurarse así una semana más en el certamen. El tongo quedó expuesto al momento de la devolución. Y es que, pese a que siempre suelen explicar el motivo del premio y los errores que condenaron a los perdedores, en esta oportunidad el jurado se limitó a pronunciar el nombre del ganador.
De esta forma, Estefanía, Aquiles, Candelaria, Rodrigo y Daniela recibieron sus denantales negros y escucharon la última consigna de la gala de eliminación. "Van a tener 55 minutos para realizar un plato libre que incluya sí o sí una cocción diferente para cada una de la variedad de tubérculos que elijan: hervido, frito y horneado", advirtió Betular.
"¿Cómo hacer para que no parezca la comida de un bebé? Parece fácil, pero hay que buscarle un plot twist (vuelta de tuerca en inglés)", se preguntó con ingenuidad Estefanía, la participante que pasó de "creerse mil" a mostrarse humilde y poco calificada tras su regreso al certamen.
Al pasar por las estaciones, Martitegui le bajó el pulgar a las recetas que Aquiles y Rodrigo habían pensado. Donato, por su parte, celebró la idea de Daniela (del club de las participantes que mejor cocinan, pero con un perfil poco rendidor en redes), aunque no le dio ningún tip para mejorar su plato, como sí lo hizo Martitegui con los dos participantes anteriores.
"¿Qué te va a salvar hoy?", le preguntó de la nada De Santis a Candelaria al llegar a su estación. "Voy a hacer ñoquis de remolacha", le respondió la joven de 26 años, mamá de una nena pequeña y miembro del Servicio Penitenciario de la Provincia de Buenos AIres. El cocinero celebró cada una de las decisiones de la participante y se limitó a hacerle una observación con respecto a la cantidad de ingredientes de su salsa.
El control a la preparación de Estefanía quedó a cargo de Betular, que llegó a su estación con una baguette de pan y se puso a hablar de series infantiles, dándole a la participante la posibilidad de bailar cual SailorMoon sumar un poco de condimento al programa. El chef no objetó la idea que le presentó la joven especialista en comunicación (que hace gala de su vida lujosa en redes), sino que además la ayudó a elegir la vajilla que debía utilizar para emplatar, algo poco habitual durante las galas de eliminación.
"Estás hermosa hoy", le espetó Betular. "Me veo ordenada, me siento ordenada", se jactó casi como si supiera de ante mano que no iba a ser eliminada la participante.
Al momento de compartir qué había visto en las distintas estaciones, el jurado expuso una vez más la mano negra detrás de las devoluciones. "Sólo pasé por la de Estefanía, espectacular", dijo Betular sin pruritos, ni mayores detalles sobre el plato. Martitegui, por su parte, manifestó su preocupación por el plan de Aquiles, quien desde hace semanas viene con un bajo rendimiento pero siempre se salva de la eliminación.
¿Qué dijo Donato sobre el plan de Candelaria? "Está preparando con mucha seguridad un ñoqui de remolacha", arrancó. "¡Ay, amo!", se le escapó a Betular.
El tiempo pasó y los participantes comenzaron uno a uno a presentar sus platos. ¿La primera en hacerlo? Estefanía, claro. "Voy al frente con onda y estilo", bromeó, antes de presentar su bife de chorizo con puré de zanahora, papa al horno y chips de mandioca con ensalada. Nada muy innovador para esta instancia del certamen.
Al momento de presentarlo, Estefanía se jactó de no haberle sacado la grasa al ojo de bife, un básico de la cocina. Betular no pudo disimular su complicación a la hora de cortar el bife y señaló que estaba casi crudo. "Hoy apliqué un montón de enseñanzas de mis compañeros", reconoció "ChefTef", por la continua ayuda que recibió por parte de los mejores de la semana, quienes vieron la gala desde el balcón.
"Disminuir estas joyas que tenías adelante tuyo y relegarlas a una guarnición me parece una locura. El bife es enorme, está muy rico; queda un poco burdo en el plato. Quedó chico el plato y vos sos muy estética, es raro que presentes una cosa así", fue la cruda devolución de Martitegui. Donato, por su parte, procedió a meter cuchillo y tenedor y a enseñarle cómo debía haber emplatado.
Luego llegó el turno de Candelaria, la joven condenada a la eliminación con sus ñoqui de remolacha con zanahoria horneada y boniato frito (que utilizó como queso rayado, una innovación). "¿Probaste esta receta alguna vez?", indagó Betular. "No", fue la tajante respuesta de la participante. "Están duros. La salsa es crema y arriba está el frito ese, pero hay algo que se está diluyendo. Cuando lo pruebo, como que no me dice nada. Le falta un poco de impacto", fue la esquiva devolución del pastelero.
Donato, cuya devolución a Candelaria ni siquiera fue televisada, le explicó el motivo por el cual le pudieron haber quedaron duros los ñoqui y le dio algunos consejos para mejorar el sabor de la salsa. "Es el plato menos Candelaria de los últimos dos meses", disparó Martitegui, sin mayores precisiones, ni contemplaciones al hasta ahora excelente rendimiento de la joven en el certamen.
Una vez más, Daniela logró sorprenderlos con su plato aunque, a diferencia de los elogios que recibió Candelaria por su bife crudo, se pusieron muy detallistas y críticos. El cremoso de castañas de Rodrigo les devolvió las "espontáneas" sonrisas a los jurados, quienes en vez de críticas le preguntaron qué nombre le pondría al plato. "Show de tubérculos", fue la respuesta del mimado participante.
Luego llegó el turno de otro de los mimados, Aquiles. Las críticas se limitaron al tamaño del plato, demasiado chico para el gusto de Betular. Toda la devolución, de hecho, giró en torno al tamaño de la vajilla elegida. ¿Doble vara?
"Para mí hay dos que perdieron el rumo", reconoció en el restó Martitegui. "Si es así, hay que ir por el gusto", sumó Betular, antes de convocar al mimado Rodrigo para anunciarle su continuidad en el certamen. Daniela y Estefanía fueron las siguientes en enfrentar al jurado. "Estefi, un plato de carne, con las tres cocciones, no queremos que cambies tu estilo. Perfeccionalo", fue la devolución de Betular, el mismo que minutos antes la había criticado por presentar a esta altura del certamen un bife crudo.
Aquiles y Candelaria quedaron así en la cuerda floja. En la devolución, el jurado volvió a exponer la doble vara a la hora de evaluar los platos, beneficiando como era de esperarse al otro protegido de la producción. "Candelaria, presentaste unos ñoquis de remolacha duros, con exceso de harina; muchísima crema, muy empalagosa. Una falta del cumplimiento de la consigna, porque la zanahoria estaba muy chiquita, casi inexistente", le explicó Martitegui. Pero de la zanahora chiquita, pasó a la quemada por Aquiles, quien sí fue salvado por el jurado: "Un frito poco crocante, unas zanahoras casi quemadas y un equilibrio de un plato inexistente. Los dos platos fueron los más difíciles de la noche y lamentablemente uno de ustedes dos nos abandona".
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La eliminación de Candelaria, una de las mejores y más queridas del certamen, incendió las redes sociales con denuncias contra la producción por el ayudín que reciben ciertos participantes, en especial Estefanía. "Aquiles viene cocinando mal desde hace tres semanas y se queda. A Candelaria le dicen que es su primer mal plato en dos meses y la eliminan, ¿tongo?", se preguntaron desde las redes sociales los fans del programa, no sin antes vaticinar la próxima jugada de la producción: "Lo volvieron a meter al torro de Antonio y a la infumable de Estefanía en el repechaje, ahora van a ir por Silvana". ¿Será?