19 Enero de 2016 14:35
Vivió tiempos convulsionados. Primero la salud; después el amor. Matías Alé tuvo un pésimo fin de año 2015, y un comienzo de 2016 que intenta revertir. Sufrió un brote psicótico que lo mantuvo internado en una clínica psiquiática; vio como sus problemas familiares se exponían en tevé. A tres meses de su boda con la joven María del Mar Molar Cuello, se separó. Ella está en Córdoba, él en Buenos Aires. Y le da una entrevista exclusiva a BigBang.
“Si Dios quiere en breve voy a estar de vuelta en las pistas”.
En medio de la nota, que se realizó en el barrio de Palermo, el público lo interrumpe y lo alienta. El muchacho conserva el cariño de la gente intacto. Lo sabe. Y lo agradece. “Estoy mucho mejor, ahora mismo yéndome al psicólogo. La verdad es que estoy muy contento por como va el tratamiento que estoy haciendo. Concentrándome en eso y no tengo mucho más para decir, solo agradecerles por estar cerca siempre”.
“Estoy muy contento por como va el tratamiento que estoy haciendo”
También se hace un momento para dirigirse al público. “Que me esperen, que ya en poquito tiempo voy a estar de vuelta súper recargado”.
-¿Estás con proyectos?
-Sí, estoy con algunos proyectos. Todavía es conveniente concentrarme y estar con la rehabilitación así que todavía tengo que esperar un poquito pero si Dios quiere en breve voy a estar de vuelta en las pistas.
Se casó con la joven María del Mar, y su matrimonio duró 3 meses y medio.
Se casó el 1 de octubre de 2015. Se separó a mediados de enero de 2006, apenas 3 meses y medio después de la boda. Su mujer, María del Mar Molar Cuello, tuvo fuertes encontronazos mediáticos con su mamá, Helena. Y y nada fue como era. Por ese motivo resolvieron distanciarse. Ella regresó a Villa Carlos Paz a la casa familiar; él está en Buenos Aires con la continuación de su tratamiento.
-¿Con María cómo estás?
-Bien, estamos distantes. Ella está en Carlos Paz, yo estoy acá, porque cada uno tiene que tomar un montón de decisiones, pero lo importante es que el amor sigue y que las ganas de volver a estar juntos van a seguir estando.
“Estamos distantes porque cada uno tiene que tomar muchas decisiones”.
Con mucha amabilidad, esperó a que lo retire el auto que manejaba un amigo y partió. Con evidentes signos de mejora en su salud y proyectos para el futuro.
