La cantante galesa Aimee Anne Duffy, más conocida como “Duffy”, rompió todos los récords en 2008 cuando lanzó el single Mercy, que fue uno de los temas más escuchados de ese año. Con tan sólo 23 años estaba en el pináculo de su carrera. Sin embargo, de pronto tomó la decisión de alejarse del mundo de la música y sólo reapareció en un puñado de oportunidades. Si bien siempre existieron dudas sobre lo que había ocurrido recién ayer, con un posteo en su cuenta de Instagram, la cantante reveló una cruda verdad: había sido secuestrada, drogada y violada.
“Fui violada, drogada y mantenida cautiva durante algunos días. Por supuesto que sobreviví, la recuperación tomó tiempo. No hay una forma ligera de decirlo. Pero les puedo decir que en la última década, de los miles y miles de días que me comprometí a querer sentir la luz del sol en mi corazón nuevamente, ahora, el sol brilla”, expresó en su cuenta de Instagram que fue creada especialmente para comunicar los motivos que tuvo su alejamiento del mundo de la música.
No quería mostrarle al mundo la tristeza en mis ojos. Me pregunté, ¿cómo puedo cantar desde el corazón si está roto?"
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“Se preguntarán por qué no elegí usar mi voz para expresar mi dolor. No quería mostrarle al mundo la tristeza en mis ojos. Me pregunté, ¿cómo puedo cantar desde el corazón si está roto? Y lentamente se volvió a regenerar”, agregó.
Desde la salida de su álbum debut “Rockferry” (2008) la cantante solamente lanzó dos singles, otro álbum, grabó una sesión exclusiva para plataforma de contenidos Spotify y dio un recital en Japón en 2017. Luego de saltar a la fama también prosiguió con una carrera como actriz; participó de dos producciones: “Patagonia” y “Legend”. Ambas en la pantalla grande pero antes de eso fue host durante un episodio de Saturday Night Live.