Pasaron 50 años y el recital de Los Beatles en la terraza de Apple Records continúa siendo uno de los hechos musicales más revolucionarios - dentro de la revolución misma que simbolizó la banda - del siglo pasado. Hoy, al cumplirse un nuevo aniversario del que sería el último show en vivo que darían Lennon, McCartney, Harrison y Starr, BigBang te cuenta algunas curiosidades de esos 43 minutos que cambiarían al rock por completo.
¿UN CRUCERO, LAS PIRÁMIDES O UNA TERRAZA?
Antes de subir a la terraza del edificio de Apple Records, Los Beatles barajaron unas cuantas opciones para el concierto final de la película en la que venían trabajando. Pensaron en lugares de lo más insólitos, aunque mirándolo en retrospectiva quizás nada hubiera desentonado: desde un crucero lleno de fans; hasta un hospital, rodeados de chicos. Se buscaron las locaciones más llamativas: el desierto de Sahara y hasta las pirámides de Giza.
Nunca quedó del todo claro de quién fue la idea, pero parece que la decisión fue muy clara: evitar un evento complejo y hacerlo todo un poco más sencillo. Treparon a la terraza del edificio, pusieron un par de tablones, conectaron algunos equipos y comenzaron a tocar en pleno mediodía londinense.
Los Beatles, en preparación. Parte del detrás de escena de la banda en la terraza.
LA ROPA DE LENNON Y RINGO
Pasaron 50 años y entre los fanáticos el recital ya quedó grabado en la retina. Sin embargo, hay un detalle muy curioso: John Lennon y Ringo Starr subieron con abrigos de mujer a la terraza para ofrecer el show. Las crónicas cuentan que ese mediodía la temperatura en la ciudad de Londres era de apenas siete grados. Por eso, ambos les pidieron a sus esposas, Yoko Ono y Maureen, que les prestaran los abrigos.
LOS PUCHOS DE HARRISON Y EL ANOTADOR DE LENNON
Hacía frío, ya se dijo, sí. Pero la temperatura era tan baja, que en conjunto con el viento provocaban una verdadera helada aquel 30 de enero. Para poder tocar cada acorde a la perfección, George Harrison requirió a la ayuda del ejecutivo de Apple, Ken Mansfeld, quien a lo largo de todo el show le prendió cigarrillos para que mantuviera los dedos calientes.
El show se transformó en uno de los hechos musicales más relevantes en la historia del rock.
Para ese recital, Lennon necesitó anotarse algunas de las letras de sus propias canciones para no cometer ningún pifie, algo que finalmente ocurrió en una de las dos versiones que grabaron en la terraza de Don't let me down.
MEDIAS PARA LOS MICRÓFONOS
Había mucho viento, lo que en una situación normal no hubiera sido ningún problema, pero para que el sonido de la banda de rock más importante salga como se debía, los micrófonos debieron recubrirse con medias tipo panty, las típicas de mujer. Más curioso aún es quién fue el encargado de ir a comprarlas: el propio ingeniero de sonido, Alan Parsons.
El recital duró menos de 45 minutos, hasta que la Policía los obligó a frenar.
LOS BEATLES, ¿DETENIDOS?
A lo largo de las últimas cinco décadas siempre se hizo quedar a la policía londinense como los responsables de suspender uno de los eventos musicales más importantes en la historia del rock. Algo de eso parece que sí fue de ese modo, aunque no todo. La Policía había subido a lo alto de la terraza y estaba apenas a unos metros de la banda, incluso se los ve en la filmación de varias de las canciones.
Pero antes de eso habían hecho varias advertencias. La comisaría estaba muy cerca del edificio y además de haber escuchado el sonido, la Policía recibió unos cuantos llamados por los “ruidos molestos”. Los podrían haber detenido en el primer momento, pero esperaron a que el show avanzara.
El mito que siempre giró en torno a la actuación de la Policía fue que desde la propia comisaría se pusieron en contacto para avisar cuándo irían a frenar el show, pero también para dar tiempo a que puedan deshacerse de cualquier tipo de droga que pudieran haber tenido.
LA PARODIA DE LOS SIMPSONS
No es novedad que para cada hecho verdaderamente histórico, hay una referencia en algún capítulo de Los Simpsons. Quienes son más fanáticos de la serie recordarán aquel episodio en el que Homero, Barney, Apu y Skinner tienen una exitosa banda que conmueve a todos los habitantes de Springfield.
Antes de separarse, y al igual que Los Beatles, ofrecen un último show, aunque no es en la terraza de Apple, claro, sino en la de la taberna de Moe.