08 Mayo de 2019 10:33
Ningún detalle librado al azar. La presentación del primer hijo de Meghan Markle y el príncipe Harry fue, sin lugar a dudas, uno de los eventos más esperados por los seguidores de la familia real británica. La pareja mostró por primera vez a su bebé -cuyo nombre todavía no se dio a conocer- en las galerías del palacio de Windsor. Esperaron dos días para hacerlo y la duquesa impuso sus condiciones. La historia detrás de la pelea que dio la ex actriz estadounidense.
"Tengo a los dos mejores chicos del mundo, estoy realmente feliz", afirmó la flamante mamá, al tiempo que detalló: "Dar a luz es algo mágico y bastante asombroso". El hijo de Lady Di estuvo a su lado sosteniendo al bebé en sus brazos. "Su apariencia cambia cada día. Ser papá es extraordinario. Sólo han pasado dos o tres días y estamos encantados de tener a nuestro pequeño paquetito de alegría", sumó visiblemente emocionado Harry.
Consultado sobre a quién se parecía más, el príncipe aclaró: "Todos dicen que los bebés cambian mucho durante las primeras dos semanas. Básicamente, estamos monitoreando cómo es este proceso de cambio. Pero su 'look' está cambiando cada día, así que, ¿quién sabe?".
Su apariencia cambia cada día. ¿Quién sabe a quién se parece?"
De la batalla ganada de Diana a la crítica a Kate Middleton por machista
La primera en dar batalla fue la difunta princesa Diana. Fue ella quien desafió a la Corona para que su primer hijo, el príncipe William, naciera en un hospital y no en un palacio, como hasta ese entonces dictaba la tradición real. "La Reina se negaba de modo rotundo, pero al final terminó ganando la batalla", reconocieron desde el entorno de Diana. El lugar elegido fue el ala Lindo del hospital Saint Mary de Londres. Así, el 22 de junio de 1982 la por entonces pareja real presentó ante los medios del mundo a su primogénito y heredero al trono.
Sin saberlo, Diana ganaba una batalla, pero sin saberlo le imponía un duro mandato patriarcal a sus sucesoras: tener que posar "impecables" ante las cámaras de todo el mundo sólo horas después de haber dado a luz. La primera víctima fue Kate Middleton, mujer del príncipe William. Fue ella quien el 23 de julio de 2013 tuvo que "lookearse" de pies a cabeza para presentar a su primogénito, el príncipe George. En su momento, la sociedad celebró la "naturalidad" con la que se mostró la pareja y elogió que William haya sido quien se encargó de cargar el huevito al auto.
"Quisieron mostrarse como una pareja moderna y 'normal'. William fue quien manejó el auto de regreso a su casa, como lo hace cualquier papá", destacaron en su momento desde el Palacio, al tiempo que se destacó el homenaje de la flamante mamá a su fallecida suegra. Kate lució un vestido color azul a lunares blancos del diseñador jenny Packham, una elección muy parecida a la de Diana tras su primer parto.
A diferencia de lo que sucedió con la presentación de George, el nacimiento de la princesa Charlotte causó revuelo en Inglaterra. Esta vez, la sociedad criticó a Kate por haber recibido el alta el mismo día del parto. Lucía impecable, pese a haber dado a luz pocas horas atrás. "En Inglaterra no hay ninguna ley con respecto a la cantidad de días que una madre tiene que permanecer internada luego del nacimiento. Los médicos consideraron que tanto la mamá como la beba estaban bien de salud y firmaron el alta", justificaron desde el Palacio.
Poco a poco, el avance de la consciencia sobre el rol de la mujer comenzó a teñir los nacimientos reales, en especial la "tradición" de posar delante de las cámaras y la imposición de lucir como si la flamante mamá estuviera a punto de ir a un evento oficial. En efecto, fue la actriz británica Keira Knightley quien puso el grito en el cielo cuando vio la futura reina presentar a la princesa Charlotte. La actriz había dado a luz un día antes a su primer hijo y no podía entender lo que estaba viendo por televisión.
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"Nos incorporamos para ver la tele. Ella (por Kate) salía del hospital siete horas después con el maquillaje perfecto y los zapatos de taco puestos. Era el rostro que el mundo entero quería ver", escribió la actriz en su ensayo El sexo débil, al tiempo que cuestionó a la sociedad por obligar a las mujeres a desnaturalizar el dolor del parto. "Esconde nuestro dolor, nuestros cuerpos partiéndose en dos, nuestros pechos goteando, nuestras hormonas enfurecidas. Ponete linda. Que se te vea glamoroso. No muestres tu campo de batalla, Kate", sumó.Siete horas después de tu batalla entre la vida y la muerte, siete horas después de que tu cuerpo se rompa y de que la vida, sangrienta, chillando, surja de vos"
"No lo muestres, Kate. No lo cuentes. Quedate ahí de pie con tu nena y que te saque fotos un puñado de fotógrafos hombres"
Pese al revuelo que generó el ensayo y a la toma de consciencia que despertó, Kate volvió a posar delante de las cámaras en abril del año pasado para presentar en sociedad a su tercer hijo, el príncipe Louis. En esta oportunidad, la futura reina recibió feroces críticas por su decisión. "Estás imponiendo una imagen imposible para el resto de las mujeres", le espetaron. "No es natural lo que hacés, no es sano".
La pelea que dio Meghan Markle para darle batalla al "patriarcado real"
La duquesa es una feminista confesa y no sucumbió ante la presión de la Corona a la hora de ultimar los detalles con respecto al nacimiento de su primer hijo. En efecto, Meghan aclaró de inmediato que no pensaba seguir los pasos de Kate y se negó a dar a luz en el mismo hospital. "En un principio, su idea era dar a luz en su casa, rodeada sólo de su círculo más íntimo. Siempre se barajó la posibilidad de un traslado de urgencia a un hospital en caso de que hubiera alguna complicación en el parto", advirtieron desde su entorno.
El hospital elegido se mantuvo en secreto. ¿El motivo? Markle no quería tener una guardia fotográfica apostada en la puerta del lugar, como sucedió durante todos los nacimientos reales. "Sabía que si se filtraba no iba a poder escapar de los fotógrafos. Fue una elección concreta para resguardar su intimidad, en especial durante un momento tan movilizante como el parto", explicaron.
El tierno video con el que Harry anunció el nacimiento de su primer bebé con Meghan Markle
La pareja tampoco anunció cuándo sería el parto y mantuvo bajo siete llaves todas las decisiones tomadas con respecto al nacimiento de su bebé. Se habló de un parto natural, de una alternativa acuática y hasta de la contratación de una doula. Pese a tener la atención de todos los medios, Meghan y Harry lograron su objetivo: su primer hijo nació y el mundo entero se enteró horas después.
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El parto no pudo ser en su casa, pero logró llegar al hospital sin que nadie la molestara. El Palacio sólo confirmó que estaba "en trabajo de parto" cuando, en realidad, el bebé ya había nacido. Horas después, fue Harry quien se acercó a los medios y confirmó el nacimiento de su hijo, que había sido anunciado minutos antes desde la cuenta de Instagram de la pareja. El príncipe agradeció la atención y aclaró que la presentación del bebé sería "en unos días". Y cumplió.Tengo a los dos mejores chicos del mundo, estoy realmente feliz"
Tres días después de haber dado a luz, Meghan se mostró por primera vez. Con un look súper relajado, casi inexistente maquillaje y su pelo al natural, la duquesa dio cátedra en las galerías del Palacio de Windsor. Pero eso no fue todo: a diferencia de su cuñada, eligió un vestido que resaltó aún más la pancita que todas las embarazadas tienen después de dar a luz. Un claro y contundente mensaje.