Corría septiembre del 2019. Meghan Markle y el príncipe Harry todavía formaban parte de las primeras filas de la Familia Real británica y llevaban adelante su primera gira internacional junto a su por entonces recién nacido hijo, el pequeño Archie. Faltarían pocos meses para que los duques de Sussex anunciaran su renuncia a la Corona y, recién ahora, la actriz se animó a revelar que su primogénito casi muere en su viaje a Sudáfrica.
Las explosivas declaraciones llegaron en el primer episodio del podcasts "Archetypes" que lanzó Markle desde Spotify. En esta oportunidad, se trató de un extenso mano a mano con la ex tenista Serena Williams, íntima amiga de los duques.
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Todo sucedió cuando la niñera de Archie, Lauren, quedó al cuidado del bebé mientras que sus padres avanzaban con la agenda de compromisos oficiales en nombre de la Reina. Si bien debía recostarlo para su siesta, la empleada de Meghan y Harry decidió ir a buscar algo para comer y se llevó al pequeño con ella, decisión que le salvó la vida al nieto menor de Lady Di.
"Nuestra increíble niñera, Lauren, lloraba a mares. Se suponía que iba a acostar a Archie para que durmiera la siesta, pero se fue a buscar un refrigerio al piso de abajo", reconstruyó Meghan en el podcast. "En ese período de tiempo en el que bajó las escaleras, el calentador del cuarto del bebé se incendió. No había detector de incendios, alguien olió el humo por el pasillo, así que entraron y pudieron extinguirlo. Afortunadamente, Lauren se había llevado a Archie con ella", sumó.
Mientras que esto sucedía, los duques se encontraban en una visita oficial al municipio de Nyanga. "Terminamos el compromiso, nos subimos al auto y nos dicen que hubo un incendio en la habitación del bebé. Regresamos. Y, por supuesto, como madre, decís: 'Uy, Dios mío, ¿qué?'. Todos estaban llorando, conmocionados. ¿Y qué teníamos que hacer? Salir y hacer otro compromiso oficial. Esto no tiene ningún sentido y hay que decirle a la gente lo que pasó".
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Meghan aprovechó la anécdota para volver a exponer la frialdad con la que los miembros de la Familia Real ponen siempre por delante el "deber", antes que la familia. "Nos trasladaron a otro lugar después y tuvimos que dejar a nuestro bebé e ir a hacer otro compromiso oficial", disparó.