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Mercedes Sosa: a 54 años de su primer show, la historia de una vida cargada de folklore, rock y política

El 31 de enero de 1965  debutaba en el festival de Cosquín, gracias a su amigo Jorge Cafrune. La historia de su exilio, las canciones más emblemáticas y su amistad con Charly García.

31 Enero de 2019 09:28
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Pasaron exactamente cincuenta y cuatro años desde que Mercedes Sosa, una de las voces más inconfundibles de la música popular argentina, debutó en un gran escenario en el festival de Cosquín, gracias a Jorge Cafrune, que la invitó a cantar el 31 de enero de 1965. Luego llegarían los sucesivos éxitos, el exilio y los homenajes.

El 31 de enero es una fecha casi tan importante como el día de su cumpleaños, el inconfundible 9 de julio. Ese día, la “NegraSosa debutó en un gran escenario en Cosquín, Córdoba. La tucumana venía de grabar dos discos que casi no habían tenido repercusión, cuando gracias al festival se convirtió en una de las referentes indiscutibles del folklore argentino.

El "doodle" de Google para recordar el aniversario del primer show de Mercedes Sosa.

Para celebrar los 54 años de su debut en un gran escenario, Google la homanejó con uno de sus clásicos doodles.

El artífice del salto a la fama de la Negra Sosa fue el propio Cafrune, otro histórico del folklore argentino. Ese 31 de enero de 1965, la presentó ante su público con un cálido mensaje: “Les voy a ofrecer el canto de una mujer purísima, que no ha tenido oportunidad de darlo y que, como les digo, aunque se arme bronca, les voy a dejar con ustedes a una tucumana: Mercedes Sosa”.

CAFRUNE PRESENTA A MERCEDES SOSA

La Negra no tardaría muchos años en convertirse una referente del mundo folklórico, aunque tampoco de otros géneros, en especial a partir de su histórico regreso al país, en febrero de 1982, que se cristalizó en una serie de conciertos en el teatro Opera, con la participación de Charly García y León Gieco como invitados especiales, en una lista que también incluía a Raúl Barboza, Rodolfo Mederos y Antonio Tarragó Ros. El registro de esos conciertos se convirtió en su disco más emblemático: Mercedes Sosa en Argentina. De este modo, rápidamente se convirtió en una referente fundamental de la música popular para una generación de argentinos que no había podido verla en vivo por culpa de la dictadura.

 Conocida es su amistad con Charly García, Luis Alberto Spinetta, Fito Páez y Gustavo Cerati, entre algunos históricos del rock nacional. También tocó con algunas estrellas del pop. La mezcla perfecta fue su último disco de estudio, Cantora I y II, donde grabó con personajes que van desde Shakira hasta Joaquín Sabina, Jorge Drexler, Calle 13, Gustavo Cordera y Caetano Veloso, entre otros.

Pero antes, mucho antes de ese disco, Mercedes Sosa sería una voz prohibida durante la última dictadura cívico-militar. Alguna vez relató una terrible historia en la que, en pleno show, desde el público un hombre se abrió el saco y en el interior le mostraba, provocador e intimidante, un revólver. A la salida de otro show fue detenida y al poco tiempo de recuperar la libertad se exilió en Brasil, Madrid y París.

Pese a su antigua militancia comunista, Mercedes simpatizó con la candidatura a presidente de Raúl Alfonsín y luego con su gobierno. Años más tarde, en 1997, respaldaría la candidatura a diputado del expresidente radical e incluso se llegó a especular con que ella podría integrar la lista de la UCR, lo que finalmente no ocurrió.

La Negra le puso la voz a algunos de los clásicos de la música argentina. Gracias a la vida, Como la cigarra, Todo cambia, Zamba para no morir y Bella Ciao, una clásica canción de resistencia. En los inicios de la democracia y junto a León Gieco cantaron una emotiva versión de Sólo le pido a Dios en el estadio Luna Park que hizo vibrar al estadio.

En 1993 grabó Sino, producido íntegramente por Fito Páez. En 1997, editaría Alta Fidelidad, un discos en el que grabó canciones de Charly García, producida por el propio Charly. Casi una década después, Mercedes Sosa ofreció un show gratuito en el Rosedal de Palermo. Ese show, además, simbolizaría su regreso a los escenarios después de unos cuantos problemas de salud. Incluso, bromearía con que ya no podía comer chocolate porque no le hacía bien. Ese día la Negra cantó tres canciones con Charly.

- “Yo trabajé con su mamá en Canal 7. Él tenía 12 años y ella hablaba de lo extraordinario que era su hijo. Me sentí orgullosa de él cuando lo escuché al volver al país con Serú Girán. ¡Arriba Charlito” - lo presentó Mercedes, que para aquel entonces ya se presentaba sentada en todos sus recitales.

Algo apagado, Charly saludó entre aplausos. Unos segundos de silencio, una mirada sonriente de Mercedes y el inicio de un clásico, Cuando ya me empiece a quedar solo: “Tendré los ojos muy lejos y un cigarrillo en la boca”, cantaba la Negra. Un García ya más encendido y sonriente la acompañaba: “Y un rumor de voces que me gritan. Y un millón de manos que me aplauden... Cuando ya me empiece a quedar solo”. De fondo, los aplausos para ambos.

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