El actor estadounidense Michael J. Fox lanzará a la venta hoy su libro No time like the future (No hay momento como el futuro), donde relata las dificultades que siente en los últimos años para trabajar y cómo el Mal de Parkinson afectó su exitosa carrera, tras haber sido diagnosticado hace tres décadas, cuando tenía 29 años y luego del enorme éxito que significó en la historia del cine la trilogía de Back to the future (Volver al futuro).
El libro sale a la venta este martes y allí el actor asegura que “no poder hablar de manera segura es un factor decisivo para un actor”. “Hay un tiempo para todo, y mi tiempo de dedicar una jornada laboral de 12 horas y memorizar siete páginas de diálogo es mejor dejarlo atrás”, sostiene, aunque deja la puerta abierta a un posible regreso: “Al menos por ahora... Entro en un segundo retiro. Eso podría cambiar, porque todo cambia. Pero si esto es el final de mi carrera como actor, que así sea”.
Michael Fox tiene 59 años y desde los 29 padece Mal de Parkinson, la enfermedad que provoca no sólo dificultades en las habilidades motoras, sino también a trastornos neurodegenerativos y problemas cognitivos graves. De hecho, hace pocos días en una extensa entrevista con la revista People, el actor reconoció que su “memoria a corto plazo está destruida” y aseguró que “actuar se está volviendo más difícil”.
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Fox saltó a la fama a partir de su papel en Volver al futuro, donde interpretó al joven Marty Mc Fly, amigo del Doc Emmet Brown, aunque luego protagonizó otros programas y películas y recientemente trabajó en The Good Wife, una exitosa serie de la cadena CBS y en la película de Netflix See you Yesterday.
“Siempre tuve una gran habilidad para las frases y la memorización, y tuve algunas situaciones extremas porque en el último par de trabajos interpreté roles con mucho texto y tuve problemas en ambos”, reconoció el actor. “Todo se reduce a escribir, afortunadamente lo disfruto, realmente”, agregó sobre los problemas de memoria.
Hace pocos días, Michael Fox contó que además de Parkinson - hizo público el diagnóstico a fines de la década de 1980 - en 2018 sufrió un tumor no canceroso en la columna que crecía de forma muy rápida y que le provocaba un fuerte dolor en todo el cuerpo. “Iba camino a una parálisis si no me operaban de inmediato”, relató.
Fox debió aprender a caminar nuevamente y cuando pensó que había dejado atrás la enfermedad sufrió un accidente doméstico. “Fue mi momento más oscuro”, contó sobre aquel episodio que ocurrió de regreso de unas vacaciones.
“El optimismo está arraigado en la gratitud, el optimismo es sostenible cuando vuelves a la gratitud, y lo que sigue es la aceptación, aceptar que esto ha sucedido y lo aceptas por lo que es. No significa que no puedas esforzarse por cambiar, que tengas que aceptarlo como un castigo o una penitencia, simplemente ponlo en su lugar apropiado”.
“Mi gratitud es más profunda ahora, por haber atravesado los momentos más oscuros”, agregó el actor. “El último par de años han sido los más difíciles, pero tengo cosas con las que he sido bendecido que son simplemente increíbles, la vida es buena”.