Corría la última semana de agosto del 2016 cuando Luisana Lopilato y Michael Bublé recibieron una de las noticias más duras de su vida. Su hijo mayor, Noah, fue diagnosticado con un cáncer de hígado con sólo tres años. La drástica decisión que tomó la pareja y la siniestra apretada que le hicieron al cantante cuando anunció que se bajaba de los escenarios para acompañarlo.
Casi una semana después del diagnóstico y ya instalado en Los Ángeles por el tratamiento de Noah, Bublé hizo formal la suspensión de su gira. Fue en un comunicado que firmó en conjunto con su mujer, quien también pospuso todos sus compromisos laborales.
“Estamos devastados por el reciente diagnóstico de cáncer de nuestro hijo mayor Noah, quien se encuentra actualmente en tratamiento en los Estados Unidos. Vamos a suspender nuestras actividades profesionales por ahora. Luisana y yo vamos a dedicarle todo nuestro tiempo y atención a ayudar a Noah a ponerse mejor”.
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Por ese entonces, miles de fans se solidarizaron con el canadiense. Sin embargo, el cantante reveló que sufrió presiones por parte de quienes se encargan de promocionar sus millonarias giras a nivel mundial. “Cuando me fui, tal y como estaban las cosas con mi familia y mi hijo, nunca supe si iba a volver. Tuve diferentes promotores que me dijeron: 'Escuchá, Mike; esto se puede terminar para vos. La gente olvida rápido. Te alejás, se olvidan y pasan al siguiente cantante”, reveló en una reciente entrevista al Daily Mail.Te alejás, se olvidan y pasan al siguiente cantante"
Un año después, el canadiense regresó a los escenarios y los Bublé-Lopilato celebran el avance de salud de Noah. “Fue muy emotivo para mí, estaba muy feliz porque Noah estaba bien, gracias a Dios”, reconoció en su momento.
La semana negra de Luisana y Bublé: cómo fue el diagnóstico de Noah
Todo iba bien. Luisana Lopilato grababa feliz la película Los que aman, odian junto a Guillermo Francella. Era el esperado reencuentro con el actor que interpretó a su padre en Casados con hijos, la tira que terminó de potenciar su carrera a nivel nacional. Con Michael Bublé de gira por Europa, la rubia había quedado al cuidado de sus hijos, Noah y Elías.
“¿Alguno tuvo paperas?”, preguntó el martes 25 de octubre Luisana, mientras elegía el vestuario para su próximo filme, Numb, at the edge of the end. La coproducción argentino-canadiense tenía previsto comenzar el rodaje en pocas semanas en Buenos Aires, pero las líneas de fiebre de su hijo mayor preocupaban más a la actriz de 29 años.
¿Su temor? Creía que se trataba de una enfermedad virósica y, según consigna la revista Gente, su temor era que pudiera contagiársela a su hermano menor. Por la noche, el cuadro del pequeño no mejoró.
Habían pasado sólo cuatro días desde que Bublé presentó su último álbum, Nobody but me. Y, como tenía previsto, se encontraba promocionándolo en el ciclo televisivo de Jimmy Fallon. Su mujer, en tanto, llevaba al pequeño al sanatorio Otamendi para intentar descifrar qué era lo que sucedía con su salud.
El diagnóstico inicial tranquilizó a la rubia, quien seguía pensando que se trataba sólo de un cuadro de paperas. Lo más probable, le dijeron los médicos, era que se tratara de una fuerte angina, producto del cambio climático. Sin embargo, todavía había que descartar mononucleosis. Y, para eso, era necesario someter al pequeño a una batería de estudios que incluirían una ecografía abdominal.
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Dos días más tarde, la rubia recibió la peor de las noticias. Con su marido a 11,121 kilómetros de distancia, los médicos la sentaron y le dijeron: “Tiene una manchita en el hígado”. Podía, según los médicos, tratarse de cáncer. “No muestra distintas tonalidades. Por eso, es probable que sea benigno, pero hay que seguir con los estudios”, intentaron tranquilizarla.
“Soltemos todo y nos vemos en Los Ángeles”
Luisana se comunicó de inmediato con Bublé, quien aquel jueves se encontraba en Londres. Todavía no tenían la certeza de que se tratara de cáncer. “Soltemos todo y nos vemos en Los Ángeles”, fue la respuesta de Michael, quien abandonó toda su gira y partió al día siguiente rumbo a Estados Unidos.
La actriz hizo lo mismo, pero el sábado a primera hora de la mañana. Tenía que cerrar su mansión de Nordelta (para conocerla por dentro, hacé click acá) y organizar todo el equipaje de sus dos hijos. No sabía cuándo volvería a Buenos Aires. La ayudaron sus padres, Eduardo y Bety, quienes se subieron con ella al avión que aterrizaría nueve horas más tarde en el Aeropuerto Internacional de Los Ángeles, ubicado a sólo 18 kilómetros de su casa ubicada en las colinas de Beverly Hills.
Ya instalados en su mansión valuada en USD 4.100.000 (para conocerla por dentro, hacé click acá), Luisana y Michael asistieron el lunes al mejor centro médico de la ciudad para ver qué es lo que sucedía con su hijo mayor. Y allí, luego de someter al pequeño a una biopsia de hígado, llegó la peor de las confirmaciones. “Allá descubrieron que algo andaba mal. Tenemos muy buenos especialistas, pero por cuestiones personales y familiares Lu y Mike decidieron volar allá para hacer el tratamiento”, confirmó Daniela, hermana mayor de Lopilato.
Mientras la familia recibía la impactante noticia, la preocupación por el misterioso cuadro de salud de Noah ya invadía las páginas de los principales medios de la Argentina. Conscientes de la atención que recibía el tema, los Bublé decidieron hacer pública la noticia, aunque tardaron cuatro días en confirmar el diagnóstico.
"Estamos devastados por el reciente diagnóstico de cáncer de nuestro hijo mayor, Noah, quien se encuentra actualmente en tratamiento en los Estados Unidos
“Estamos devastados por el reciente diagnóstico de cáncer de nuestro hijo mayor, Noah, quien se encuentra actualmente en tratamiento en los Estados Unidos. Siempre hemos hablado mucho sobre la importancia de la familia y el amor que tenemos por nuestros hijos. Luisana y yo vamos a dedicarle todo nuestro tiempo y atención a ayudar a Noah a ponerse mejor, suspendiendo nuestras actividades profesionales por ahora”, señaló el comunicado firmado por Bublé y difundido también por Luisana.
El canadiense acababa de anunciar que iba a conducir en abril la entrega de los premios canadienses Juno, pero los organizadores ya confirmaron que no estará presente. Y es que Noah tiene previsto un tratamiento con quimioterapia de, al menos, cinco meses de duración. Tampoco retomará su gira europea y canceló todas sus apariciones públicas hasta nuevo aviso.
Lopilato, por su parte, puso en “stand by” todos sus proyectos cinematográficos, aunque todavía no se sabe si podrán esperarla para continuar con los rodajes. Pese a la incertidumbre, la productora del filme que grababa junto a Francella, Patagonik, emitió un comunicado de apoyo para la actriz y su marido. “Acompañamos a la familia Lopilato-Bublé en este difícil momento. Todo nuestro cariño y fuerza para ellos”.
El inicio del tratamiento de Noah
Noah comenzó con el tratamiento la misma semana en la que los médicos confirmaron su diagnóstico. “Ya empezó la quimio y la está tolerando muy bien”, destacan desde el entorno de la familia. “Tiene la inocencia de los nenes y eso está bueno. No entiende demasiado lo que está pasando”, suma Daniela.
La hermana de la actriz contó, además, que Luisana y Michael juegan con el pequeño mientras recibe los fármacos para combatir su enfermedad. ¿Quién participa también a la distancia? Darío Lopilato. El tío argento de Noah charla con él vía Skype. “¿Cuándo voy a ir a tu casa a jugar?”, le preguntó en una oportunidad el nene de tres años.
Aunque se encargaron de emitir el comunicado para llevar tranquilidad e información a sus fans, el matrimonio no volvió a hablar en público, ni activar sus cuentas en las redes sociales. “Durante este difícil momento, les pedimos que oren por él y que, por favor, respeten nuestra privacidad. Tenemos un camino largo por delante y esperamos que con el apoyo de nuestra familia, amigos, fans alrededor del mundo y nuestra fe en Dios, podamos ganar esta batalla”, fueron sus últimas palabras.