Después de permanecer los últimos trece años bajo la tutela legal de su padre, Britney Spears logró a fuerza de documentales públicos exponer su caso más allá de los Tribunales estadounidenses y forzó así la renuncia de Jamie Spears. Ahora, a sólo un día de que la Corte se expida en una nueva audiencia, dos nuevos documentales salen a la luz y denuncian que el padre de la cantante llegó incluso a contratar una empresa para pinchar los teléfonos de su hija y escuchar hasta las conversaciones que mantenía con sus dos hijos: Sean Preston y Jayden.
Mientras los fans de la cantante aguardan con expectativa que Netflix suba en las próximas horas la producción Britney vs. Spears, el documental Controlando a Britney Spears ya se encuentra disponible en la plataforma Hulu y las repercusiones por las fuertes revelaciones que allí se vuelcan llegaron a The New York Times.
Tráfico sexual, depresión y abuso: la descarnada declaración de Britney Spears contra su padre
El diario estadounidense se hizo eco de la declaración de un empleado de la empresa Black Box que Spears habría contratado para grabar y escuchar todas las conversaciones de su hija de casi 40 años. Alex Vlasov denunció, además, que se instalaron incluso micrófonos en el dormitorio de Britney para controlar incluso las charlas con su novio.
La "implacable vigilancia" a la que según Vlasov, Spears fue sometida incluyó el acceso a sus fotos personales, el historial de navegación de sus dispositivos móviles, el acceso a todos sus mensajes y más de 180 horas de audio de sus conversaciones privadas.
Otro de los testimonios fuertes que muestra el documental es el de Leticia "Tish" Yates, su asesora de vestuario. En el documental, Yates denunció que Spears padre llegó incluso a negarle acceso a la "caja chica" para que su millonaria hija pudiera comprarse un par de zapatos o pedir delivery de sushi.
La hermana de Britney rompió el silencio tras las denuncias contra su padre: "Es mi maldita..."
"Britney, decía: 'Ey, ¿hay alguna forma de que podamos cenar sushi? Y Robin le decía: 'Cenaste ayer sushi, es demasiado caro. No lo necesitás de nuevo", reconstruyó "Tish" e involucró a Robin Greenhill, uno de los empleados que el padre de Britney contrató para que lo ayudaran con la tutela.
Spears padre no sólo tenía control sobre los contratos de su hija, sino que además se llevaba junto a sus socios un porcentaje de los mismos: el dos por ciento. Y, pese a que Spears logró recuperar su carrera y facturó millones de dólares en los últimos años, la cantante no tenía acceso a sus ganancias. Un día, según "Tish", Britney vio un par de zapatos de la marca Skechers (cuyos precios rondan los diez dólares) y su padre le dijo que no tenía el dinero suficiente para comprarlos.
La cantante lleva cinco años intentando que el tribunal le de la derecha, pero hasta ahora sólo consiguió que haya un "veedor" imparcial que supervise los contratos y sus finanzas, hasta entonces sólo en manos de su padre, quien forzado por la exposición pública decidió renunciar.
A continuación, las duras declaraciones que la propia Britney realizó en la última audiencia:
"No soy feliz. No puedo dormir. Estoy tan enojada que ya no es sano. Estoy deprimida. Mi padre y todos los involucrados con esta tutela, incluyendo mis managers, deberían estar presos"."La última vez que hablé ante usted (por la jueza), me hizo sentir que estaba muerta. Se lo digo de nuevo porque no estoy mintiendo, así quizás puede entender la profundidad y la gravedad del daño que me han ocasionado. Merezco que haya cambios".
"En (el Estado de) California, la única cosa similar a esto de la tutela es el tráfico sexual: obligar a alguien a trabajar en contra de su voluntad, sacándole todas sus posesiones como la tarjeta de crédito, su dinero, su teléfono y su pasaporte".
"Honestamente, no creí que alguien fuera a creerme. Creí que la gente se reiría de mí. Sólo quiero recuperar mi vida. Ya es suficiente. Todo lo que honestamente quiero es demandar a mi familia y compartir mi historia con el mundo".
Britney aclaró que no quiere volver a someterse a una evaluación de salud mental y denunció que su padre la obligó a utilizar un método anticonceptivo para privarla de su deseo de volver a ser madre junto a su nueva pareja, con quien tampoco tiene autorización para casarse. "Quiero poder casarme y tener un hijo. Tengo un DIU dentro de mí para no quedar embarazada. Mi equipo no quiere que tena más hijos".