09 Abril de 2017 09:09
Después de cinco meses de dedicación total al tratamiento de su hijo mayor, Noah, Luisana Lopilato y Michael Bublé retomaron sus agendas laborales y regresaron a la Argentina para que la actriz pudiera culminar con las grabaciones del filme Los que aman, odian, interrumpidas a finales de octubre por el diagnóstico de cáncer de hígado del pequeño.
Lopilato regresó hace dos semanas junto a su familia al país.
La pareja aterrizó el miércoles 29 de marzo en Ezeiza. Michael y Luisana compartieron vuelo con Susana Giménez, quien regresaba de Miami luego de una serie de reuniones laborales con directivos de una importante emisora latina. “Me dijeron que está curado, sano, divino; que está perfecto", destacó la conductora al enfrentar las cámaras apostadas en el aeropuerto.
Los Bublé, por su parte, decidieron mantener su hermética postura ante la prensa. Y, aunque agradecieron el cariño y las muestras de apoyo, abandonaron el lugar en una camioneta blanca y sin ofrecer mayores detalles a los medios. “Van a entender que es un momento muy privado de la familia y muy delicado. Gracias por estar”, esquivó la actriz. Luisana cargó a su hijo menor, Elías, mientras que Bublé se encargó de que ninguna cámara pudiera registrar imágenes de Noah.
El regreso a la mansión de Nordelta
La pareja se dirigió de inmediato a su mansión del barrio Los Castores de Nordelta, el mismo en el que vive, entre otros famosos, Mariano Martínez. Desde allí, diseñaron la que sería una nueva rutina, lejos de la que mantenían en su lujosa propiedad de Los Ángeles (para conocerla por dentro, hacé click acá).
La pareja se instaló en su mansión del barrio Los Castores de Nordelta.
Con el objetivo de cumplir con su compromiso profesional, Luisana se reincorporó de inmediato a las grabaciones del filme producido por Patagonik. “Michael es quien se queda con los chicos y se encarga de que mantengan su rutina normal. Lo ayuda mucho la familia de Luisana, que estuvo súper presente durante el tratamiento de Noah”, confiaron desde el entorno.
Betty, la mamá de Luisana, se instaló con ella en Estados Unidos durante el tratamiento.
De hecho, fue Betty, la mamá de Luisana, quien se instaló desde el primer día en Estados Unidos para acompañar a su hija y ayudarla a enfrentar el duro tratamiento de cinco meses que incluyó sesiones de quimioterapia y una intervención quirúrgica.
Bublé en el muelle de su mansión de Nordelta: es quien cuida a los chicos mientras Luisana trabaja.
"Pateamos mucho para adelante, la familia se unió mucho y hoy en día puedo hablar con mi sobrino. A veces uno tiene mil quinientos problemas pequeños en la vida, pero cuando tenés un problema de verdad las cosas pasan a un quinto plano", reconoció en las últimas horas Darío Lopilato.
La vuelta al set y el temor de Luisana
El regreso al set fue, para Luisana, especial. Tenía que enfrentar a sus compañeros de elenco y ya no podía esquivar las preguntas con respecto a la evolución de la salud de su hijo, que tanto la asfixiaron durante su estadía en Estados Unidos.
Luisana y una de las primeras escenas que grabó con Francella tras su regreso.
“Cuando estaban allá, no respondían casi ningún mensaje. Estaban mil por mil enfocados en la salud de Noah y en Elías. Y, si contestaban, eran sólo palabras de agradecimiento y pedidos de oración. Nunca dieron ningún detalle de cómo estaba el nene, porque no querían que se filtrara nada a la prensa”, reconocen desde el entorno.
Volvió a teñirse para interpretar su papel.
Pero el regreso fue relajado, tal como confesó Guillermo Francella, compañero de Luisana. "Volver después de todo lo que pasó es difícil para todos”, reconoció el actor. “Cualquier papá que viva esa instancia es muy duro, para el chiquito, para el padre, para la familia, pero el final fue feliz. Ella tenía en la cabeza que le quedaba esto pendiente y lo terminó, como buena profesional que es”, sumó.
Luisana abandonó las grabaciones cuando recibió el duro diagnóstico de Noah.
El primer día de grabaciones fue, según Francella, absolutamente profesional: “Ni bien llegó se lookeó como estaba antes, se metió en el personaje. Tenemos la suerte de tener un gran equipo, sólido en continuidad. Todos conservamos todo lo que teníamos para volver exactamente igual que hace cinco meses".
Cómo sigue el año
Los Bublé deberán regresar a Estados Unidos en junio para que Noah cumpla con su primer control médico. Deberá hacerlo cada tres meses durante el primer año. Luego se espaciarán y serán sólo dos anuales, hasta llegar a una sola visita médica cada 12 meses.
"Hoy puedo decir que fue un milagro de Dios, porque ya está sin síntomas", destacó Darío.
“Pasamos momentos muy difíciles pero al mismo tiempo creemos mucho en Dios y eso nos ayudó. Era un caso complicado, allá nos unimos todos, pasamos buenas y malas, pero la verdad hoy en día puedo decir que fue un milagro de Dios porque ya está sin síntomas, sin nada”, destacó Darío.