El fallecimiento de Antonio Gasalla esta semana conmovió a gran parte de la sociedad argentina que lo recuerda por sus papeles emblemáticos y su humor tan particular que marcó a muchas generaciones. La soledad durante sus últimos años, también causó dolor en muchos de quienes pudieron disfrutarlo en vida. En ese sentido, su abogado desde hacía casi 25 años, el Dr. Miguel Ángel Pierri, remarcó cuál fue la última voluntad del artista y pidió que se la respete.
"Esperemos que a partir de este momento que Antonio está en otro plano, quienes quedan aquí para cumplir sus deseos, respeten su última voluntad, que era que gran parte de sus bienes, sus obras de arte, sus ropas, muchas artesanías, fueran puestas a disposición en la Casa del Teatro", reveló el famoso abogado.
Según Pierri, la idea surgió cuando el humorista vio cómo pasaban sus últimos años Pinky y Cacho Fontana. "¿Cómo hay que ayudar a los actores?", le preguntó a él. Y enseguida se le prendió la lamparita de la solidaridad. "Espero que ahora que ya está descansando eternamente, se cumpla su voluntad. Que los bienes de Antonio se hayan puesto a disposición de la Casa del Teatro, en beneficio de los actores a los que le entregó toda su vida, a todos los que él amaba", insistió Pierri.
Sobre sus últimos tiempos, el abogado destacó que "Antonio tenía algunas dolencias" y que "empezaba a manifestar alguna cuestión en su conducta". "Si bien no era una persona fácil, nunca tuve una discusión ni una diferencia con él. Y si la tuve fue porque a veces era muy celoso de las relaciones y no quería que atendiera a tal o cual persona", describió. "Él tenía alguna diferencia con cierta parte de su familia, y yo tenía cierto ánimo componedor", añadió.
Pierri definió al fallecido como "un gran compañero" y "un gran amigo", "sobre todo en el último tiempo, los últimos cinco o seis años fueron muy intensos, de acompañarlo a muchos lados, de estar presente". A su vez, dejó en claro que en los 24 años y seis meses en los que lo representó, "jamás" manejó una cuenta de él ni pagos o compras y ventas. "Lo que sí evité es que algún vivo lo quisiera despojar de uno de sus departamentos en la calle Uriburu, que pretendía comprarlo en 150.000 dólares, cuando valía cuatro veces más. Ahí llegué a tiempo gracias a sus encargados que me avisaron y le salvé el patrimonio", aseguró.
El letrado también expuso la relación que Gasalla había formado con su actual esposa, la cantante de música tropical Vanina Hussein. "Era muy afectuoso. Pasaba muchos fines de semana y tardes de la semana hablando con mi esposa. Se habían hecho muy amigos. Compartían muchas tardes en las que la iba a visitar", confesó. "Estaba muy solo. La partida de Ricky Tulak, que era su asistente, y la renuncia por cuestiones de edad y salud de su mucama, lo sumieron a Antonio en una gran soledad", agregó después.
"En la pandemia nos enteramos de que Antonio estaba solo. Ahí empezó a llamarlo Vanina, empezó a acordarse para acompañarlo. A Antonio, que tenía toda una vida de anécdotas y trayectoria. Se hicieron muy amigos y creo que le confió cosas que ni yo sé. Varios fines de semana lo invitó a comer y yo fui también. Pasaban seis, siete, ocho horas hablando", recordó el abogado.
"Me duele mucho porque lo que Antonio quería era esa casa. Lo que disfrutaba sus plantas y su jardín. Antonio murió el mismo día en que se fue de su casa. Lamentablemente, partir de su casa de Uriburu, que era su sueño, creo que le ha costado mucho", lamentó Pierri, quien en la despedida de Gasalla le agradeció "por estos 24 fantásticos años" que pasaron juntos.