Mirta Busnelli no esconde ni disfraza sus emociones. "Uno siempre se pone nervioso, pero esta vez me sorprendí porque estaba tranquila", se sincera la popular actriz, post estreno de "Nada que no quieras", comedia dramática de Fabián Saad que la tiene como protagonista junto a Inda Lavalle, Miriam Odorico y Mónica Raiola, los domingos a las 18 horas en el teatro Picadero.
"A casi todas las conocía, salvo a Inda que es bárbara. En la dirección está Corina Fiorillo que es un fenómeno, con quien ya había trabajado en una obra española y la experiencia fue muy buena", aclara la intérprete, con más de 50 años de ruta artística y un talento traducido en los éxitos más resonantes de la historia televisiva.
Busnelli no pierde -ni se propone- la vigencia. Es una consecuencia porque, tal como ella dice, le gusta actuar. Y aunque está lejos de asumirse una workaholic, su abultada agenda de rodajes por el mundo, con estrenos en la mira y futuros ensayos teatrales, dice todo lo contrario. "Ahora empiezo a ensayar otra obra, que es la adaptación de un cuento y en febrero recién vamos a parar", cuenta entusiasta a BigBang.
-¿Te motiva la vuelta? ¿Tenías ganas de volver a las tablas?
-Estoy muy contenta. La última obra que hice fue "La savia", que paramos en la pandemia y después hicimos otro ciclo más. Me gusta este proyecto, las actrices y la directora. No me sumé a otros que me llamaron porque no estaba muy decidida. Había que ver si esos proyectos estaban en sintonía con uno y ver qué le pasa con ese material.
-¿Y qué te pasó con este material?
-Pensé que iban a pasar cosas que por ahí eran interesantes de ver. Respecto a la obra, mi personaje está preparando un discurso, porque se retira de la docencia y caen en mi casa mi hermana, que salió de una clínica de rehabilitación, mi amiga que le acaban de robar el día anterior y mi hija que vive en Canadá y vino a vivir acá sin previo aviso. Y ahí está la cosa...
-¿Qué sensaciones te da subirte a un escenario con tanta cancha encima? ¿Hay un camino allanado?
-Uno siempre se pone nervioso, pero no me pasó mucho eso. Estaba bastante tranquila para lo que yo soy habitualmente.
-¿Cómo sos habitualmente?
-Me pongo nerviosa o ansiosa. Si es la primera vez que se hace la obra hay cosas que están con alfileres y tenés miedo de cometer algún error, pero estaba tranquila. Me sorprendí.
-¿Te sigue sorprendiendo el cariño de la gente en la calle?
-¡Es muy cariñosa! Que tal laburo les gustó mucho... o algunos me ven por Youtube. Uno de esos personajes que me recuerdan siempre es la madre judía que hice en "Graduados", otro de "Tiempo Final" y ahora de la serie "El buen retiro", que la vio bastante gente.
- ¿Te incomodó alguna vez ser tan popular o siempre la llevaste bien?
-En principio, no. Me sentía un poco desubicada. Cuando alguien por ahí salía corriendo y te abrazaba o hacía algunas cosas torpes por ahí me daban gracia o podían molestar. Pero hoy la gente se acerca muy cuidadosamente, me habla bien. No sé si porque estoy más grande.
-Venís de filmar una seguidilla de películas. ¿Sos un poco adicta al trabajo o te das tus gustos?
-No, me doy mis gustos. No soy adicta al trabajo. Pero después de estar mucho tiempo sin hacer una cosa que me guste, necesito entrar en ese ritmo. No sé qué pasaría si estuviera en otro tipo de trabajo, pero me hace bien porque me gusta actuar. Me siento en mi salsa.
-¿Qué sensación te dejó trabajar con tu hija, Ana Pauls? En una película que estrena el año que viene.
-Se llama "La estrella que perdí", la dirige Luz Orlando Brennan y estrena creo que en el Bafici. Trabajar con mi hija se dio así. Yo no sabía si de pronto íbamos a tener una discusión o cómo se daría, pero fue lo más bien. Incluso ella estaba con la nena todo el tiempo, con su hijita chiquita. Se portaba re bien, la llevaban a pasear a la plaza, a dar una vuelta, tenía sus niñeras en el set.
-¿Cómo es ese vínculo con tu nieta? Que además, vive en el exterior...
-Vía pantalla. Aunque vino a ver la peli y los otros años anteriores venía para estas fechas, cerca de fin de año.
-¿Uno se acostumbra a la distancia?
-La verdad, entre nada y tener una videollamada en tiempo presente, ver cómo va creciendo, es un montón. Estudia baile la chiquitita, porque ella es así y quiere. Ya va a al jardín y le encanta.
-¿Cómo te llevas con las redes sociales?
-Me gustaría darle bola, pero me da un poco de fiaca. Por mi trabajo me gustaría hacerlo y cada tanto posteo algo. Pero me cuesta. Me parece que es vagancia.
-Como parte del colectivo de actrices argentinas, les darás uso para visibilizar ciertas causas...
-Sí, me meto para postear cosas suponete del medio ambiente o si se perdió alguien, utilizo o Twitter o Facebook. Instagram me resulta más difícil.
-¿Extrañas la televisión?
-No... Depende igual. Si es una serie, perfecto. Si es telenovela no la extraño, me parece un trabajo muy intenso, durante un año, muchas horas. También uno se hace más grande, en otros momentos por ahí hacía pero nunca fui de llenarme mucho.
-¿Mirás tele como espectadora o tampoco?
-Algunos programas políticos. Ponele el programa de Bercovich o para informarme. El otro día fue un sociólogo, pensador y fue interesante la entrevista.
-¿Disfrutas hacer comedia en una Argentina que necesita reírse un poco? ¿Lo tenés en cuenta?
-Me parece que está bueno. Está todo bastante complicado. Así que mejor ver todo con cierto optimismo y reírse un poco. Aunque en general, no soy una persona optimista en la vida.