26 Marzo de 2017 12:19
La confirmación de la pena a 15 años de prisión del padre Julio César Grassi fue uno de los temas obligados en la mesa dominical de Mirtha Legrand. Y, para sorpresa de sus comensales, la conductora reveló por primera vez una oscura anécdota que vivió en el living de su propia casa, sólo un mes después de la muerte de su marido, Daniel Tinayre.
La conductora reveló una oscura anécdota con el padre Grassi.
El incidente tuvo lugar en noviembre de 1994, en el departamento de la conductora ubicado sobre la Avenida del Libertador. “Yo todavía estaba de duelo”, recordó. “Pero decidí hacer una misa en mi casa, con los más íntimos y lo llamé para que la oficiara”, sumó la conductora.
Mirtha acusó a Grassi de querer cobrarle 10 mil pesos por una misa para Daniel Tinayre.
Pese al silencio que imperaba en su mesa, la “Chiqui” se calló de pronto. “La verdad es que me da un poco de vergüenza contar esto, nunca lo había hecho”, advirtió, al tiempo que detalló que el padre había aceptado su invitación y que se hizo presente junto a un secretario.
“Dio la misa, le habíamos preparado un altarcito en el living. Y cuando se va, me acerco a saludar a su asistente y me dice: 'Son 10 mil pesos'. Me quedé helada. Le pregunté si no le daba vergüenza. No lo podía creer”, denunció.
Pero Mirtha se impuso, pese al duelo. “No le pagué, pero no por amarreta, sino porque me pareció una vergüenza. Le dije: 'Retírese'. Al asistente, no al padre. Era un poco seco, quizás, decirle eso a él. Cuesta creerlo, pero me cobró la atención a domicilio”.
Mirtha en el living de su casa, el mismo en el que se ofició la misa.
En la mesa se encontraba Georgina Barbarossa, quien recordó de inmediato el consuelo que recibió en 2001 por parte de Grassi cuando asesinaron a su marido, Miguel Lecuna. “Cuando lo mataron a mi marido vino y nos consoló, pero te juro que no me cobró nada”, bromeó.