08 Junio de 2020 09:23
La cantante María Paz Ferreyra, conocida popularmente como Miss Bolivia, reveló que fue víctima de violencia familiar, horas después de que su marido, el investigador del Conicet Emmanuel Taub, confirmara mediante un comunicado en las redes sociales que se habían separado. La artista compartió a través de Instagram una serie de fotos con heridas en el rostro y los brazos.
La revelación de Miss Bolivia llegó anoche, horas después de que su esposo contara a través de un comunicado publicado en Twitter que estaban separados. La situación es aún más llamativa, si se tiene en cuenta que Taub dijo que “los trámites del divorcio” se estaban llevando a cabo “con la máxima armonía, respeto y amor como desde que nos conocimos”.
Lo cierto es que horas después de que Taub emitiera ese comunicado en su cuenta de Twitter, la propia Miss Bolivia publicó una serie de fotos en sus stories de Instagram donde se observan golpes, raspones y lastimaduras. Si bien la cantante no lo mencionó directamente como el responsable, en una de las publicaciones escribió: “Creo que hoy va a ser el día más importante de mi vida. Si pueden, manden luz. Por mí y por todas las mujeres víctimas de violencia doméstica”.
“Otra cosa. A los familiares y cómplices de mi abusador: ¿podrían dejar de mirar mis stories? Es de mal gusto e igual pronto se van a enterar de todo en la tele. Bajen la ansiedad, ustedes saben quiénes son. Besis y salud. De este lado somos bocha”. Más tarde, publicó las fotos donde se observan los golpes, uno de ellos le dejó un moretón en el pómulo derecho. Además, se observan raspones y golpes en los brazos.
Leé más | Espionaje ilegal, nueva fase de la cuarentena y grave denuncia de Miss Bolivia: las 7 noticias del día
El comunicado de Taub señalaba: “Como respuesta a las preguntas y consultas que he recibido en los últimos días en relación a mi matrimonio con Paz Ferreyra (Miss Bolivia), quiero compartir con ustedes la noticia de nuestra separación. Este proceso doloroso para ambas partes comenzó en febrero de este año y llevó, entre diferentes idas y vueltas, a que desde el 30 de abril ya no convivamos más juntxs”.
En este sentido, el investigador del Conicet señaló: “Hemos vivido desde que nos conocimos una hermosa historia de amor llena de nuevas experiencias y desafíos que nos han servido para crecer como personas. Es por ello que siempre estaré agradecido por este amor. Sin embargo, las dinámicas propias de la convivencia y de nuestras formas de vida han ido desgastando lentamente el vínculo hasta darnos cuenta que lo más importante para nuestras subjetividades era continuar la vida por separado, pensando siempre que debemos ser felices”.
