Mirtha Legrand regresó a su programa de televisión, después de más de un año y medio de reclusión producto de la pandemia de Covid-19. Pero el tan esperado regreso de la diva de los almuerzos (y cenas también) se vio opacado por el destrato que la conductora recibió al aire. Mocos, falta de cuidado y un palazo de la producción tras finalizar el programa.
"Ya llega Mirtha", anunciaban las pantallas del estudio, mientras sonaba la histórica canción de los almuerzos de la "Chiqui". Pero antes del tan esperado regreso, había que "meter un chivo". Y es que, en realidad, el regreso de Legrand a la televisión se vio anticipado por la necesidad de Juana Viale de viajar a Francia, país en el que estudiará su hija mayor, Ámbar.
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La bisnieta mayor de la conductora se instalará en París para estudiar Artes Visuales en La Sorbona. Es por eso que Juanita debió imponer un "parate" a su reemplazo, para poder acompañar a su hija de 19 años durante el proceso de adaptación. Y, pese a que fue muy crítica de las restricciones sanitarias a los viajeros en la Argentina, la nieta de la "Chiqui" cumplió sin objeción la cuarentena obligatoria de diez días impuesta para poder ingresar al Viejo Continente.
Eso sí: lo hizo abordo de la majestuosa embarcación propiedad uno de los mejores amigos de Marcela Tinayre. Los días de Juanita y Ámbar abordo del yate, construido por el astillero italiano San Lorenzo, son a puro lujo. Según el relevamiento realizado por BigBang, el alquiler (que se puede contratar a través de una exclusiva empresa europea abocada a rentar lujosos barcos) ronda los 300 mil euros semanales, una fortuna impagable para la mayoría de los argentinos.
Desde ese yate fue que Juanita hizo su "aparición triunfal" en el regreso de su abuela. Antes de que la "Chiqui" pudiera siquiera saludar a su público, la producción puso al aire un casero video de Juanita desde el barco (con el que camufló un canje de viajes) en el que mandó "la mejor energía" a su querida "abuelita".
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De traje de baño (aunque impecablemente maquillada), la nieta de Mirtha abrió el programa desde el Meditarráneo; pero hubo un problema. Se olvidó de usar un pañuelo antes de grabarse, por lo cual los primeros planos expusieron que Juanita Viale, al igual que el resto de los mortales, tiene mocos.
Luego del video, las iniciales de las puertas de ingreso de apertura al estudio pasaron de ser "JV" a "ML". Escoltada por dos hombres uniformados, la diva de los almuerzos regresó a la televisión finalmente y de fondo se escuchaban gritos del estilo: "¡Vamos, Mirtha! Te extrañamos". "No me hagan llorar, no me hagan llorar. A Juanita, gracias mi amor por tus palabras. Gracias por tus palabras, querida", le dedicó a su nieta. "Hace un año y medio que no hago televisión, tengo nervios; me tengo que acordar de todo", reconoció.
Tras la presentación, Juanita volvió a tomar el protagonismo: esta vez desde un hotel en la Argentina en el que cumple con el aislamiento obligado por la disposición sanitaria de la Provincia de Buenos Aires. ¿El detalle? No se quejó cuando tuvo que hacerlo en Europa, pero en la Argentina resaltó que en la Ciudad de Buenos Aires (distrito gobernado por un partido de su afinidad ideológica) no existía la imposición del aislamiento en un hotel.
La "estocada final" llegó cuando se subió el programa completo al canal de YouTube de El Trece. En el mismo, no volvieron a entregarle a la diva su programa; sino que lo cargaron con un frío: "La noche de Mirtha con Juana: volvió Mirtha".
¿A qué se debe esto? De acuerdo a lo que pudo saber este medio, los productores del ciclo notaron que el rating no acompañó el regreso televisivo de la diva. En efecto, si bien logró imponerse en su franja, sólo le sacó 0.6 puntos de rating a su principal rival, PH; a quien Juanita tampoco puede vencer en audiencia.