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Mollo y Oreiro se mudaron: la casona de dos millones que dejaron

La actriz y el rockero culminaron este fin de semana su mudanza. Dejaron su mansión de Palermo para instalarse en un barrio cerrado de zona norte.

25 Agosto de 2016 07:23
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Pasaron casi dos años y medio desde que Natalia Oreiro y Ricardo Mollo decidieron poner en venta la exclusiva y excéntrica mansión de Palermo en la que vivían desde hacía 16 años. Después de muchos idas y vueltas, los padres de Merlín Atahualpa decidieron este fin de semana mudarse a zona norte y abandonar el pasaje Santa Rosa para instalarse en un exclusivo country de zona norte.

Mollo se encargó de ultimar los detalles de la mudanza.

Aunque en su momento pedían US$ 1.800.000, la propiedad fue retasada y hoy rondaría los dos millones y medio de dólares. Y, aunque todavía no se sabe si lograron venderla, lo cierto es que decidieron llevarse todos los llamativos detalles de decoración a su nuevo hogar: la pequeña bañadera antigua de “Ata”, las esculturas asiáticas, el bar vintage y el estudio de música completo del líder de Divididos.

La bañadera de Merlín Atahualpa, de Palermo a zona norte.

Atrás quedará la comodidad de vivir en el corazón de la ciudad, aunque ambos saben que ganarán privacidad. Y es que, ya sea por el rockero o por la actriz, no son pocas las personas que se acercan en la semana para tocar el timbre y probar suerte.

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Nati es divina, cuando está saluda y no tiene problemas. Suele quedarse charlando en la vereda”, reveló hace tiempo una comerciante de la zona.

"Tranquilo". Así se lo vio al rockero, pese a que la mudanza fue interminable.

Los detalles de la lujosa mansión que Mollo y Oreiro dejaron en Palermo

La actriz compró la casona antes de conocerlo a Mollo.

Terreno de 590 metros cuadrados.

Pileta climatizada.

Ducha escocesa.

La casa tiene una pileta climatizada, pero el jardín ya les quedó chico.

Palmeras de más de 200 años.

Bar.

Estudio de grabación.

El líder de Divididos montó un estudio de grabación en el sótano.

Vestidos de dos pisos.

Pisos de pinotea, roble y mármol.

Jardín de invierno.

La cocina, dicen, es el lugar preferido de Natalia.

Dos livings.

Seis baños.

Amplios ventanales de vitraux.

El baño principal tiene ducha escocesa.

Tres chimeneas.

Terraza.

Sótano.

La casa tiene dos livings: en uno hay un piano de cola y una colección de discos.

Gimnasio.

Solarium.

Doble cochera.

La pareja solía desayunar en los barcitos cercanos a su mansión.

Intimidad y resguardo no es sólo lo que la pareja busca ahora en la “vida de country”. Aunque la mansión de tres pisos tiene desde pileta climatizada hasta ducha escocesa, la propiedad tiene un terreno de 590 m2.

La actriz había construido un vestidor de dos pisos.

Si bien es mucho para la zona, el jardín era muy pequeño y ya no se adaptaba al deseo de Oreiro quien, en su momento, estaba enamorada de las palmeras de 200 años que venían con la casa.

La mansión tiene seis baños y la decoración es súper exótica.

Aunque fue el indiscutido nido de amor de la pareja y el hogar en el que recibieron a su único hijo, fue Oreiro en realidad quien, poco antes de su separación de Pablo Echarri, se la compró a su colega Julia Von Grolman de Alvear. En su momento, la actriz invirtió un 36 por ciento menos del valor que pidió para venderla.