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Momentos decisivos: Bublé y Lopilato se instalan en Canadá

La pareja dejaría la vida nómade tras el diagnóstico de Noah. La mansión que construyen y donde irán a la escuela los pequeños.

15 Noviembre de 2016 09:10
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Cambio radical de vida. Luisana Lopilato y Michael Bublé estarían analizando por estas horas un traslado definitivo a Canadá. Abocados a la recuperación de Noah, quien fue diagnosticado hace dos semanas con cáncer de hígado y lleva adelante su tratamiento en un exclusivo centro médico de Los Ángeles, la actriz y el cantante podrían hacer base en el país vecino, para darle "una vida más normal y hogareña a sus hijos".

La pareja podría radicarse de modo definitivo en Canadá.

“Larguemos todo y nos encontramos en Los Ángeles”. Esas fueron las únicas palabras que Michael Bublé pudo hilar el jueves 27 de octubre cuando, entre lágrimas y por teléfono, Luisana Lopilato lo puso al tanto de los resultados de la ecografía abdominal que le habían realizado a su hijo Noah para descartar mononucleosis. “Tiene una manchita en el hígado, puede ser cáncer”, le habían dicho minutos antes los médicos del Hospital Italiano.

Llevaban un mes sin verse por compromisos laborales cuando diagnosticaron al mayor de sus hijos.

Bublé, quien dos días antes había lanzado al mercado su nuevo disco, se encontraba en una gira promocional en Londres, antesala de los más de treinta recitales que tenía programados en el Viejo Continente. Antes había hecho lo propio en París, Roma y Nueva York, entre otras ciudades.

Lopilato se había instalado en su mansión de Nordelta junto a sus dos hijos por las grabaciones del filme “Los que aman, odian”. Y tenía previsto quedarse hasta fin de año, para empatar con el rodaje de “Numb: at the edge of the end”, película de la que finalmente se bajó.

"Te amo. Te extraño. No puedo esperar a verte y abrazarte": los mensajes que le dejó Luisana a Bublé.

Llevaban más de treinta días sin verse. “Te amo. Te extraño. No puedo esperar para verte y abrazarte”, rezaban algunos de los papelitos que, elocuentemente, Luisana le había escondido a Bublé hace dos meses cuando lo visitó de sorpresa en el set de grabación de su nuevo video musical. Una semana más tarde, la pareja dividió caminos.

Los amigos de Luisana aseguran que ella es súper organizada con los viajes.

“Estamos todo el tiempo en contacto. La gente me dice: 'Uy, cuánto viajás. Al final no se ven nunca con tu marido'. Y no es así, nos vemos un montón. Lo que pasa es que no digo todo el tiempo cuándo estoy con él. De pronto, en tres meses, no nos vemos sólo dos semanas”, advirtió tiempo atrás en una entrevista.

La familia creció y cada vez necesitan más valijas. Viajar ya no es tan cómodo.

Pero la distancia y la vida nómade ya habían empezado a costar mucho antes del duro diagnóstico de Noah. “Antes de irme, mi hijo mayor me dijo: 'Papi, ¿por qué te vas?'. Yo le respondí: 'Bueno, papá se va a cantar'. Y me miró y dijo: 'Por favor, no te vayas. Voy a ser un buen chico'”, recordó el cantante durante una reciente entrevista a la BBC. “Me sentí el peor ser humano del universo. Me mató lo que me dijo. Es muy duro balancear el trabajo con la familia”, reconoció.

Bublé invita todos los años a su familia completa a Hawaii.

Los Bublé tienen tres residencias oficiales: una en Tigre (Argentina), otra en Los Ángeles (Estados Unidos) y la casona de Vancouver (Canadá), en la que pasan la mayor parte del año (para conocerlas por dentro, hacé click acá). Pero, a las obligadas estadías en sus países natales, la pareja suma siempre dos escapaditas anuales a Hawaii y los viajes por el mundo que la agenda profesional de Bublé imponen mes a mes.

La pareja aprovecha para tomar sol y hacer surf.

“Aunque Lu es súper organizada, es muy difícil mantener esta dinámica ahora que tienen dos hijos. Además, el diagnóstico de Noah cambió todo: se dieron cuenta de que quieren estar más juntos como familia, además de empezar a echar más raíces por el tema de la escolaridad del nene”, confiaron a BigBang desde el entorno de la pareja.

Elías, de diez meses, no se queja, pero sufre de jet lag.

Elías, el bebé de diez meses, todavía se adapta por completo a los traslados. Y, aunque sufre el jet lag, “se acostumbró a los aviones, es súper tranquilo”. El que habría empezado en el último tiempo a manifestar su incomodidad por la situación es Noah, quien asiste a dos jardines de infantes: Cardenal Pironio (en Nordelta) y  uno en la zona oeste de Vancouver.

Los viajes se hacen más cómodos cuando el cantante contrata jets privados.

El diagnóstico del pequeño de tres años obligó a la familia a romper con toda su estructura de viajes programados. El viaje de urgencia a los Estados Unidos hizo que Noah se perdiera la posibilidad de participar del acto de fin de año que venían organizando en su salita. 

Noah asiste al jardín Cardenal Pironio de Nordelta.

“Están muy encerredados en la familia y con el foco puesto en que Noah se recupere, pero sin duda algo va a cambiar después de esto. Lu sabía que en algún momento iban a tener que establecerse más en un país y siempre estuvo claro que iba ser Canadá”, suman.

Jésica, una amiga de Luisana, cuida en su casa a "Batman", el pez de Noah, cada vez que se van a Canadá.

De hecho, la rubia ya había anticipado el movimiento familiar hace dos años. “No vamos a poder viajar tanto. Creo que la escuela la va a hacer en Canadá y hará, no sé, cinco meses, seis meses ahí, y después viajaremos con una profesora. Su educación no va a ser tradicional. Mike va a viajar toda su vida y él va a querer estar con su hijo”.

De nómades a sedentarios

Los planes para el operativo radicación se pusieron en marcha en mayo del año pasado con la construcción de una faraónica propiedad de 8.420 metros cuadrados en Burnaby (para conocer los detalles, hacé click acá), la pequeña ciudad natal del canadiense, ubicada a sólo 14 kilómetros de Vancouver.

En 2014, sólo un año después del nacimiento de su primer hijo, Bublé desembolsó cerca de un millón de dólares por los dos lotes ubicados sobre la Government Road, frente al que era su colegio primario y al que asistirán sus hijos.

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“La idea siempre fue armar la casa como para ya instalarse. Quieren estar cómodos y lo mejor era construirla de cero, para poder diseñarla a su gusto”, precisan desde el entorno. Y el listado de pedidos al arquitecto top que contrataron para el proyecto, Michael Green, incluye una pista profesional de hockey sobre hielo en el sótano, pileta climatizada, cancha de tenis y un jardín de 557 metros cuadrados.

Compraron dos terrenos en el barrio más exclusivo de la ciudad.

Por el momento, Luisana y Michael se instalaron en su mansión de Beverly Hills (para conocerla por dentro, hacé click acá) para acompañar a su hijo mayor durante su tratamiento de quimioterapia de cinco meses en el St. Jude Children's Research Hospital.

La idea sería pasar las fiestas en Vancouver por la delicada salud del abuelo de Mike, quien no puede viajar.

“No van a volver a la Argentina durante ese tiempo. Lo más probable es que hagan escapadas a Vancouver, que es más cerca. Además, está el abuelo de Mike que no puede viajar porque es grande. Las fiestas, casi seguro, las van a pasar en Canadá”, estiman los amigos de la pareja.