29 Octubre de 2021 09:48
En la causa que investiga la muerte de Diego Maradona, en las últimas horas ampliaron su declaración el ex secretario personal y el sobrino del ex futbolista, quienes complicaron la situación de médicos y enfermeros imputados en la causa al afirmar que en los últimos días notaron “hinchado” y deprimido al astro, que no salía de su habitación y que nadie hizo nada al respecto. Además, mencionaron el consumo de alcohol y las pocas comodidades que tenía la casa en la que vivía.
Se trata de Christian Maximiliano Pomargo (42), ex mano derecha de Maradona y además ex cuñado del abogado Matías Morla, y de Jonathan Alejandro Espósito (37), quienes convivían con el ex deportista en la vivienda de Tigre donde falleció el pasado 25 de noviembre.
Tras presentarse en la Fiscalía General de San Isidro ante los fiscales Cosme Iribarren, Patricio Ferrari y Laura Capra, los testigos se centraron en responder preguntas respeco a cómo había sido el estado de salud de Maradona los últimos meses y días.
“Los días previos (al fallecimiento) se lo veía bajo de ánimo, se encontraba mal de aspecto. Los últimos dos días no salió de la habitación”, dijo Espósito, quien además que Diego “estaba más hinchado” y que lo comentó “con el enfermero”, en referencia a Ricardo Almirón, uno de los imputados.
“Sé que lo hablaron con el doctor (Leopoldo) Luque. No sé si alguien hizo algo al respecto", agregó al mencionar al médico de cabecera de su tío y uno de los principales imputados en la causa. Además, afirmó que el día previo al deceso, Maradona “no quiso comer, no ingirió alimentos”.
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Por su parte, Pomargo contó ante los fiscales que en pandemia “Diego empieza con un consumo más excesivo de alcohol, estaba alejado de Rocío (Oliva) y le estaba costando un poco eso” y que a partir de ello y luego de una de sus hermanas lo convenciera, comenzó a trabajar con la psiquiatra Agustina Cosachov, otra de las imputadas.Al hablar de la vida de Maradona, el testigo recordó que el día de su último cumpleaños, el 30 de octubre del año pasado, “Diego estaba bastante triste porque quería juntar a todos sus hijos, lo había intentado en una comida pero no salió como lo esperaba”.
Consultado por la casa alquilada en el barrio San Andrés de Tigre para la internación domiciliaria y donde falleció el "10", Pomargo explicó que tras la operación por el hematoma subdural, en una reunión con la familia y los médicos se acordó que era “para pasar la abstinencia” al alcohol, y que “la elección fue de Diego, Gianinna y Jana”, aunque aclaró que la idea era que fuera por un corto plazo, ya que en diciembre él esperaba poder conseguir una casa en mejores condiciones en “Castores”, uno de los barrios privados de Nordelta.
“Diego a las hijas, creo que a Gianinna, le dijo 'yo ya sé que la cocaína me hizo mal, ahora sé que es el alcohol, lo voy a dejar, se lo transmitió a ella", recordó el ex secretario del “10”. Además, dijo que en alguna oportunidad se “enojó” con Cosachov y el psicólogo Carlos Díaz -también imputado-, porque les decía que fueran a verlo “para reactivarlo” cuando Diego se tiraba en la cama.
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A preguntas de los fiscales, Pomargo reconoció que esos últimos días lo vio a Maradona “hinchado”, y dijo que le preguntó a otra de las imputadas, la enfermera Dahiana Gisela Madrid, si era por la medicación, y si ella podía consultar, ya que le parecía algo extraño, pero que le decían que “era porque estaba mucho acostado”.Al exhibírsele uno de los chats incorporados a la causa de sus comunicaciones con Luque, también admitió que le advirtió este tema al neurocirujano “el día 17”, es decir ocho días antes del deceso.