Una noticia dolorosa, especialmente para quienes aprecian el cine argentino. A los 69 años, falleció El actor Edgardo Nieva, tremendo actor, célebre por su protagónico en Gatica "El Mono", una de las obras maestras de Leonardo Favio. Nieva llevaba dos años luchando contra una grave enfermedad, que en los últimos meses se había complicado hasta llegar a este desenlace triste. Reconocido militante peronista -como el personaje que lo hizo famoso y como el cineasta con el que se consagró- Nieva estaba trabajando hasta antes de la pandemia en la obra de teatro La demolición, donde compartía el protagónico con Rubén Stella.
Gatica "El Mono", La dama regresa, Tesoro Mío, Ni vivo ni muerto, Palermo Hollywood y Expediente Santiso fueron las películas donde trabajó este actor, que además tenía una vastísima trayectoria teatral. Clásicos contemporáneos como Un tranvía llamado deseo u Orquesta de señoritas. pero también La empresa perdona un momento de locura, Crónica de un secuestro, El dragón de fuego, Muero por ella y Esquirlas son algunas de las obras en las que participó. Su último trabajo en televisión fue en el Lobbista, donde representó a un narcotraficante, en 2018.
Sobre el más famoso de sus papeles, Nieva se mostró siempre muy orgulloso de su enorme composición actoral. Se operó la cara para parecerse más a Gatica "Un pequeño sacrificio quirúrgico", le pidió Favio: Y entonces le rasgaron los ojos, le ensancharon la nariz y le cortaron los lóbulos de las orejas.
“Estaba muy preparado, fue un entrenamiento de mucho tiempo y estaba en condiciones para soportar filmar muchas veces cada pelea. Por eso salió como salió. Fue un trabajo inédito en la Argentina” debido a que “ este es un país donde los actores generalmente hacen de sí mismos, por eso se repiten tanto. Agarrás siete u ocho películas del mismo actor y en todas hace el mismo personaje. Esto fue una composición, algo que no es común en el cine argentino, por eso tengo un gran recuerdo”. En un momento, Favio dudaba de darle el papel a él. Se generó una situación incómoda, porque la idea de hacer la película había surgido del propio Nieva. Favio se entusiasmó con el proyecto, pero no estaba del todo convencido de que Nieva fuera la persona indicada para protagonizarlo. Lo charlaron. Según contó al colega Joaquín Sánchez Mariño, Nieva le dijo: "Mirá Leonardo, yo no voy a ser una traba para que el más grande director de nuestro país vuelva a filmar. La Argentina te necesita a vos. Pero te voy a decir algo por respeto a mí: vos vas a encontrar actores mejores sin ninguna duda, caras más parecidas a la de Gatica también. Pero difícilmente encuentres a alguien que conozca los motores que lo sacaron de la pobreza y lo llevaron al lugar al que llegó, como yo los conozco", le dijo Nieva, llorando sin parar. Lo convenció y la película terminó siendo la obra maestra que es.
Le quedaron pendientes algunos grandes proyectos: películas sobre Juan Manuel de Rosas y sobre Enrique Santos Discépolo, que soñaba protagonizar; otra sobre el Padre Carlos Mugica, que aspiraba a dirigir. Desde el comienzo de su carrera, Nieva sabía perfectamente qué tipo de historias quería contar como actor. Se involucraba en los guiones, en la producción. "Yo tengo la teoría de que si te quedás esperando el reconocimiento estás muerto, creo mucho en la autogeneración. Pero también te margina de ese llamado salvador, porque cuando vos empezás a perseguir tus sueños los productores no te llaman: 'Ese se produce sólo, sabe de números entonces no puedo llorarle la carta de que no puedo pagarle', piensan. Esto pasa también. Decía Sandrini que el actor necesita riñones muy fuertes porque la suya es una carrera de embolsados, a los saltos".