El mítico ex jugador de fútbol americano, O. J. Simpson murió a los 76 años producto de un cáncer en Las Vegas, según informó su familia. Hace tres décadas, fueron encontrados los cadáveres de Nicole Brown y Ron Goldman en el jardín de la casa de su ex esposa y, esa misma noche, voló a Chicago dejando en el camino todas las pruebas que lo señalaban a él como el femicida.
Simpson fue en su momento, uno de los jugadores más importantes de la historia del NFL (National Football League) y, brillando en su carrera colegial con los Southern California Trojans, llegó a ganar el prestigioso Trofeo Heisman en 1968, hecho que lo cataopultó a su carrera como jugador profesional.
En la cuenta de X (antes Twitter) de la familia del ex deportista, lanzaron un triste comunicado: "El 10 de abril, nuestro padre, Orenthal James Simpson, sucumbió en su batalla contra el cáncer. Estaba rodeado de sus hijos y nietos. Durante este tiempo de transición, su familia le pide que respete sus deseos de privacidad y gracia".
Orenthal tenía un talento innato en el fútbol que lo llevó a ser seleccionado por los Buffalo Bills en el draft de la NFL en 1969, marcando el inicio de una carrera legendaria en la liga profesional.
Durante ese tiempo, dejó una marca insuperable convirtiéndose en el primer jugador en superar las 2.000 yardas en una sola temporada; un récord que aún perdura en la memoria de los aficionados al fútbol americano.
El ex deportista se convirtió en una figura popular en Estados Unidos, tras acumular logros y reconocimientos en el Pro Bowl además de su inducción al Salón de la Fama de la NFL en 1985.
Más allá de su éxito deportivo Simpson se convirtió en uno de los jugadores más queridos, debido a su participación en campañas publicitarias e incursionando en la actuación, destacando especialmente por su papel en la trilogía cómica "La Pistola Desnuda", donde su humor y físico imponente lo convirtieron en un personaje sumamente memorable para los fanáticos del humor.
El juicio que dividió a los estadounidenses
Toda su popularidad e imagen de buen hombre se vio opacada en 1994 cuando fue acusado de asesinar a Nicole Brown, su ex esposa y su amigo Ron Goldman. El polémico juicio se convirtió en un símbolo de los problemas raciales en el país, ya que aunque fue declarado no culpable en el juicio penal de 1995 por el asesinato de Nicole y Ron, su reputación quedó severamente dañada. Dos años después, fue encontrado responsable en un juicio civil y obligado a pagar una compensación multimillonaria por daños.
Conocido como "El juicio del siglo", el proceso de O.J. Simpson tomó la atención del mundo entero debido a la particularidad de su caso. La defensa del ex deportista, encabezado por su amigo Robert George Kardashian, se centró en la teoría de que las acusaciones eran parte de un complot generado por la policía para incriminarlo debido a su origen afroamericano.
Este argumento, aunque controvertido, logró sembrar dudas sobre la integridad de la investigación de la causa por homicidio y del accionar de la policía, especialmente después de que revelaran los prejuicios racistas que existían del detective Mark Fuhrman, quien encontró evidencia crucial en la escena del crimen en el patio de la casa de Nicole.
💣 Bombita. En la plataforma Prime Video, se encuentra disponible la serie "O.J. Simpson, sangre, mentiras y asesinato", que narra su historia.
De hecho, uno de los momentos más impactantes del juicio, se dio cuando Simpson fue instado a probarse unos guantes que fueron encontrados en el lugar, que no le quedaban correctamente para demostrar su inocencia. Esto resultó un golpe devastador para la acusación, aunque luego se demostró que los guantes podrían haberse encogido debido a su manipulación como evidencia del hecho.
Aunque el juicio tuvo sus idas y vueltas, el jurado deliberó y declaró a Simpson no culpable el 3 de octubre de 1995. Sin embargo, la sombra del caso continuó persiguiendo a Simpson en los años posteriores, cuando fue condenado por un delito no relacionado de secuestro y robo a mano armada en 2008.
Poco después de que saliera en libertad, Fox emitió un programa especial donde supuestamente de forma ficticia O.J. Simpson relata lo ocurrido la noche del 12 de junio de 1994 en la casa de su ex esposa, asegurando que lo acompañaba "un cómplice imaginario", llamado Charlie.
Este relato supuestamente fue falso y cuenta que el ex deportista llevaba un cuchillo en su camioneta, que ingresó a la vivienda donde estaban Nicole y Ron y comenzaron a discutir por una supuesta infidelidad. "Recuerdo que agarré el cuchillo, recuerdo eso, que le saqué el cuchillo a Charlie y, para ser honesto, después de eso no recuerdo nada, excepto que estaba ahí y estaban pasando cosas. Vi sangre. Nunca vi tanta sangre en mi vida", narró.
Lo cierto es que después de esa frase, Simpson hizo una pausa y rió: "Odio decirlo, pero esto es hipotético. Lo siento, pero tenemos que volver atrás otra vez. Es difícil hacer que la gente piense que soy un asesino".