A los 80 años, falleció la cantante Ramona Galarza, legendaria cantante especializada en los sonidos de su tierra: el chamamé, el rasguido doble y la polca correntina. La llamaban "La novia del Paraná" y había nacido el 15 de junio de 1940 con el nombre Ramona Modesta Onetto. Cantó toda su vida: apenas adolescente fue nombrada solista de la Orquesta Folclórica de Corrientes, a los 18 años apareció en la película Alto paraná interpretando el superclásico Kilómetro 11, un poco en guaraní, un poco en castellano.
Quien informó la noticia fue el presidente del Instituto de Cultura de Corrientes, Gabriel Romero, a través de su cuenta de Facebook.
"Me acaban de avisar que falleció en el Hospital Pirovano de Buenos Aires la querida Ramona Galarza. Que en paz descanses novia del Paraná!", posteó el funcionario.
"Me decían que no cantara chamamé, que estaba mal visto, pero yo no les hice caso porque es la música de nuestro pueblo", contó más de una vez quien fuera, acaso, la intérprete más popular que haya dado la música del litoral, estrella en festivales de folklore a lo largo de todo el país, figura central de la Fiesta Nacional del Chamamé, figura en el festival de Cosquín anunciada con todo el entusiasmo que le era posible (que era mucho) por Julio Márbiz y ovacionada por el público.
Ramona cantó con todos, con Ariel Ramírez, con Raúl Barboza, con Antonio Tarragó Ros (padre e hijo), con Teresa Parodi... Detengámonos acá: sus discos junto a Teresa juntaron a dos generaciones, dos maneras de interpretar y sentir la música del litoral: la de Ramona, más tradicional, más centrada en el amor al paisaje, a la tierra; la de Teresa, con mayor preocupación por lo social, por los personajes y sus vivencias.
"Yo a gatas era una cantora popular y ella una creadora de la nueva generación -cuenta Ramona-. Pero me molestaba que la gente dijera cosas que no eran ciertas, cosas para enemistarnos porque teníamos estilos diferentes, y está bien que así sea. Por suerte, la conocí y fue algo muy lindo. Cantamos mis chamamés clásicos y los temas de ella. Yo lo disfruté mucho. Siempre lo estamos añorando", contó, conmovida en una entrevista del periodista Gabriel Plaza, recordando Correntinas (I y II), los dos discos que grabaron juntas y el espectáculo que las unió.
Recorrió el mundo con su canto: Paraguay, Chile, Venezuela, Colombia, Canadá, Francia, Estados Unidos. Y en este último país no se privó de pisar escenarios míticos como el Lincoln Center y el Carnegie Hall en Nueva York, como de hacer una gira por la costa oeste y llevar el chamamé a lugares tan alejados del litoral como Los Angeles, Baltimore, Washington, Houston, Dallas.
"Me considero una autodidacta, una cantora natural que surgió espontáneamente, como muchos músicos de mi provincia. Aunque hace unos años que estoy estudiando para poder llegar bien a cada actuación, porque ya no soy una piba sino una señora antigua", bromeaba en sus últimos años.
Su último show fue este año, antes de la cuarentena, de la pandemia y todo eso, el 22 de enero de 2020, durante la sexta luna de la 30ma. Edición de la Fiesta Nacional del Chamamé. Aquella noche se subieron al escenario las tres leyendas del género: Ramona, Teresa Parodi y María Ofelia. Aquella noche, la Vicegobernación de la Provincia de Corrientes, en el marco del Día Nacional del Músico Argentino, homenajeó a las artistas con la distinción "Gral. José de San Martín". "El chamamé no muerde y siempre te recibe con los brazos abiertos, chamigo", decía ella, justamente, quien hizo mucho para que le abriera los brazos a todo el mundo.