Más
Show

Ni altos, ni rubios, ni fornidos: revelan cómo eran realmente los vikingos, según su ADN

Un grupo de genetistas de Cambridge llegó a esa conclusión después de analizar más de 400 esqueletos.

20 Septiembre de 2020 14:16
1600624128067

Ni rubios, ni altos, ni fornidos. Todo lo que pensabas que sabías sobre la contextura física de los vikingos es una ficción, según una reciente investigación de un grupo de genetistas de la Universidad de Cambridge que analizó más de 400 esqueletos de hombres y mujeres escandinavos que vivieron entre 750 y 1.500 d. C (después de Cristo).

”Los resultados cambian la percepción de quiénes eran realmente los vikingos. Los libros de historia tendrán que actualizarse", indicó en un comunicado de la Universidad de Cambridge el genetista evolutivo Eske Willerslev, al frente del estudio. La pesquisa conllevó el análisis genético de más de 400 esqueletos vikingos en diferentes locaciones de Irlanda, Islandia, Groenlandia, Polonia, Ucrania, Reino Unido y Rusia. "El estudio tomó más de seis años desde su concepción e involucró la recolección de muestras de huesos de sitios y museos de toda Europa en colaboración con un gran equipo de arqueólogos", explicó en declaraciones a BBC, Mundo Fernando Racimo, uno de los autores y experto del Centro de Geogenética de la Universidad de Copenhague.

SPOILER | Cómo termina Vikingos y todo sobre el spin off "Valhalla", que se centrará en los herederos de Rollo

A contraposición de lo que se supone sobre la base de relatos, mitos y formas de representar a las personas del pueblo vikingo, la investigación de Cambridge señaló que tuvieron diferentes rasgos de varios pueblos europeos, una especie de mestizos. "Concluimos que la diáspora vikinga se caracterizó por un compromiso transregional sustancial: distintas poblaciones influyeron en la composición genómica de diferentes regiones de Europa y Escandinavia experimentó un mayor contacto con el resto del continente", indica el estudio.

De acuerdo con Racimo, el estudio también mostró cómo las rutas vikingas llevaron a que la genética del grupo también se diversificara. "También vimos que la ascendencia del sur de Europa aumentó en el sur de Escandinavia durante la era vikinga, probablemente debido al aumento de las rutas comerciales y la frecuencia de las expediciones al sur del continente y viceversa", señala Racimo.

"Nuestra investigación desacredita la imagen moderna de los vikingos con cabello rubio, ya que muchos tenían cabello castaño y estaban influidos por la genética del exterior de Escandinavia", indicó Willerslev en el comunicado de Cambridge. La investigación sugiere que ser vikingo era más un concepto y una cultura que una cuestión de herencia genética, como se creía hasta ahora.

De hecho, el equipo descubrió que dos esqueletos vikingos enterrados en las islas del norte de Escocia tenían herencia escocesa e irlandesa, pero ninguna escandinava, al menos genéticamente. El estudio también sugiere que los barcos vikingos en sus expediciones estaban formados en ocasiones por miembros de una misma familia o que se asociaban en sus viajes por las poblaciones o regiones que habitaban.

De acuerdo con Racimo, los científicos extrajeron y secuenciaron material de ADN de las muestras, luego lo analizaron computacionalmente, los compararon con otros genomas antiguos y actuales e interpretaron los resultados "en su contexto cultural e histórico".

"Todo el esfuerzo involucró a un gran equipo de genetistas, estadísticos, arqueólogos, lingüistas e historiadores", señala.

El estudio fue realizado por científicos de la Universidad de Copenhague (Dinamarca) y de Cambridge (Reino Unido), y los resultados fueron publicados el miércoles en la revista Nature. De acuerdo con la reseña publicada en Nature, los investigadores partieron por el supuesto de que la expansión marítima de las poblaciones escandinavas durante la era vikinga (alrededor de 750-1050 d. C.) fue una transformación profunda en la historia mundial.

SPOILER Vikingos: protagonista habló del final y anticipó que será "una gran decepción para todos"

De ahí que el equipo secuenció los genomas de 442 humanos (incluidos hombres, mujeres, niños) de sitios arqueológicos en Europa y Groenlandia para comprender la influencia global de esta expansión.