A veces, la música es el mejor refugio. Apenas unos días después de despedir a su padre, Nicki Nicole subió al escenario del Cosquín Rock y ofreció un show cargado de pasión, gratitud y un emotivo homenaje que la llevó hasta las lágrimas. En un festival donde las guitarras rugen y el pogo manda, la rosarina demostró que su talento y carisma trascienden géneros y generaciones. Desde el momento en que pisó la tarima, tres minutos antes de lo previsto, Nicki Nicole supo que aquella no sería una noche cualquiera. El público, ansioso por verla, explotó en gritos cuando arrancó con la Music Sessions Vol. 13 junto a Bizarrap.
La joven estrella, con la sonrisa tatuada en el rostro, agradeció una y otra vez por la oportunidad de formar parte del histórico festival. "No puedo creer estar aquí", confesó, mientras intentaba contener la emoción. Pero la noche no fue solo de alegría y celebración. Durante su presentación, Nicki lanzó un mensaje contundente en apoyo a Milo J, cuyo show en la ex ESMA fue cancelado días atrás. "Con la música no", gritó antes de interpretar "Dispara", la canción que comparte con el joven artista, ganándose una ovación instantánea del público.
El punto más conmovedor de la noche llegó con "Seminare", el clásico de Serú Girán que entonó con una mezcla de dolor, algunas lágrimas y, sobre todo, gratitud. "Gracias por permitirme cantarla", dijo, con la voz entrecortada y los ojos brillosos. Al cerrar la última estrofa, el público la acompañó con un cálido aplauso que pareció abrazarla en un momento tan personal.
Pero Nicki no se quedó en la nostalgia y siguió regalando momentos inolvidables. Leyó carteles del público, prometió abrazos y hasta se rió de un problema de vestuario."¿Alguien me ayuda con el cierre?", preguntó entre risas antes de continuar con su set. Luego, invitó a Lula Bertoldi de Eruca Sativa para cantar "Venganza", un himno contra la violencia de género que interpretó con una fuerza arrolladora.
El cierre llegó con un bloque de cumbia, donde "Ojos verdes" y "Otra noche" pusieron a bailar hasta al más rockero del festival. "Traigan el Fernet", bromeó antes de despedirse envuelta en una bandera argentina. "Aguante la música, aguante Argentina y aguante estos momentos", exclamó antes de dejar el escenario. Nicki Nicole no solo superó la prueba de debutar en el Cosquín Rock. Se convirtió en una de las grandes protagonistas de la noche. Con talento, sensibilidad y una conexión genuina con su público, demostró que, en la alegría y en el dolor, la música siempre será un refugio.