Gimena Accardi y Nicolás Vázquez pudieron regresar al país, luego de la pesadilla que vivieron en Estados Unidos cuando lograron salvarse por una cuestión de segundos del derrumbe del edificio de Miami en el que se hospedaban. Cómo fue el regreso al país tras el horror.
Según pudo confirmar BigBang, los actores volaron a Buenos Aires en un vuelo privado, dado que no sólo no tenían programado el regreso (se encontraban de vacaciones al momento del desastre), sino que además su regreso se dio en el marco de las nuevas disposiciones sanitarias de la Argentina que redujo el caudal de vuelos internacionales para demorar lo más posible la llegada de la variante Delta al país.
Derrumbe en Miami: encontraron más restos humanos y el Gobierno ya prepara a las familias
La pareja regresó en un vuelo privado gracias a la ayuda de Paul Kirzner, hermano de Adrián Suar, quien además es socio y amigo personal de Vázquez. Desde ya, no pudieron recuperar sus pertenencias, que permanecen en la "zona cero" del derrumbe. Nico y Gimena cumplirán en su casa el aislamiento obligado de siete días.
"Ya estamos en casa y es un gran alivio. Es tan difícil expresarse en este momento, pero me es muy necesario. Nos pasaron tantas cosas en estos últimos 5 días que no me creerían. Todavía seguimos procesando lo sucedido y agradeciendo sin parar a Dios, al universo, a los ángeles y a lo que sea por protegernos y salvarnos", escribieron en sus redes sociales.
"No nos alcanzará la vida para agradecer este milagro. Todavía nos quieren en la tierra. Unos días antes escribía esto en el posteo de mi cumpleaños: 'De eso se trata la vida, de caer, aprender, levantarse y seguir', entiendo que esto no es común que ocurra, por eso mismo más que nunca hay que levantarse, disfrutar y agradecer como lo hice siempre”.
Gimena Accardi y el crudo relato de lo que vivió en las horas posteriores al derrumbe de Miami
"Siete horas después del derrumbe, mientras hacíamos llamados desde el lobby de un hotel, me saqué esta foto. La cinta verde significa 'sobreviviente con urgencia menor', de esa forma clasifican a los heridos. La cinta blanca es la del hospital, fui la primera en llegar, me llevó Nico temblando mientras manejaba el auto que nos prestó un amigo. Y mis borcegos cubiertos de polvo. Este posteo es sólo para agradecer la cantidad de personas que nos escribieron para ayudar, para ofrecernos casa, comida, dinero, ropa, contención, abrazos y mate", arrancó.
"Gracias a (identificó a dos amigos) por traernos el primer plato de comida, bombachas y calzones para poder bañarnos y quitarnos el polvo. Gracias a Stefi Roitman por armar un carry on con unas mudas de ropa y traérnoslo. Gracias María Polo por moverte tan rápido para conseguirnos un lugar. Gracias a Florencia Fontes por prestarnos tu hotel para pasar las primeras horas y darnos café caliente con tanto amor. Gracias al cónsul argentino Leandro Fernández Suárez por darnos el primer abrazo y por ponerse a disposición inmediatamente con calidez y empatía junto a todo su equipo", sumó.
Del momento del derrumbe, al rescate de un chico: las postales más duras del edificio de Miami
La ex Casi Ángeles también se refirió a la dura situación que todavía viven mucho de los familiares de los desaparecidos, a quienes ya recibieron la terrible noticia de las muertes y agradeció el haber podido salir del edificio a tiempo. "Agradezco estar vivos, sé que un batallón de ángeles nos protegió porque no era nuestro momento, todavía nos queda mucho por hacer en este plano. Gracias a ustedes por los mensajes amorosos. Estamos como se puede estar en una situación así. Ya estaremos bien y seguiremos honrando la vida como siempre, sólo que ahora podemos contar un milagro en primera persona. Volvimos a nacer. Todo nuestro amor y fuerzas a los familiares de las víctimas fatales. Los abrazamos con el alma".
El relato en primera persona de Nico Vázquez tras el derrumbe en Miami
Quiero mandar este audio para intentar darles tranquilidad y agradecer la preocupación. Todavía seguimos en shock, pero no quiero ponernos a nosotros en el rol de los más importantes, porque acá hay gente muerta y desaparecida. Esto realmente continúa para muchos seres queridos que van a tener que sufrir esa pérdida.Vivimos un momento muy fuerte con Gime, veníamos de cenar. Estacioné el auto como siempre en la cochera y en ese momento escuchamos un ruido muy fuerte, pero no llegamos a entender qué pasaba. En una diferencia de seis ó siete segundos se movió el ascensor, que paró en el lobby como siempre. Ahí arrancó un estruendo muy fuerte. No entendíamos qué pasaba, si era un tornado o un ataque. Fue lo más parecido a una película.
En ese momento, empezamos a correr junto con tres o cuatro personas más que había, no éramos muchos. Todos estábamos desbordados por los nervios y ahí recién entendimos que se había caído una parte de lo que era el estacionamiento. Con muchos autos hundidos y alarmas sonando.
Gime me hace dar cuenta de lo cerca que habíamos estado de no contarla. Pasan entre dos ó tres minutos más de no entender bien (lo que sucedía) en el estado de shock que estábamos viviendo y ahí le digo justo a la gente que estaba muy nerviosa que cruzáramos (la calle). Ahí se escucha un estruendo imposible de relatar, porque no lo habíamos escuchado nunca en nuestras vidas. Fue como un ataque o un terremoto de las películas, lo que se ve en las imágenes.
Nosotros no vimos mucho, pero hay una imagen que muestra cómo cae (el edificio). En ese momento no éramos conscientes de lo que estaba pasando, teníamos una nube de polvo muy fuerte que, junto al ruido, hizo que no lo pudiéramos ver. Estábamos el uno al lado del otro y no nos podíamos ver.
Ahí es en donde corremos desesperadamente y Gime se golpea la cabeza contra un árbol o una palmera. Le salió como un huevo muy grande en la cabeza que me asustó, porque fue instantáneo, con mucha sangre; como si fuera un coágulo, pero no soy médico, no sé cómo llamarlo. Ahí se hizo como un silencio. Nos encontramos llenos de escombros y los vecinos empezaron a salir a auxiliarnos con agua y lo que había. Ahí arrancó la Policía, los Bomberos y todo lo que ya saben.
Quería y queremos darles tranquilidad, decirles que agradecemos la preocupación y vuelvo a repetir que estamos vivos de milagro. El shock y la angustia pasa por lo que sucedió y la cantidad de gente que todavía no han aparecido, entre ellos conocidos que estaban en la parte que se ha caído. Así que estamos muy shockeados.