La vida de la realeza ha sido sofisticada y sacrificada en cualquiera de sus aspectos. Sin embargo, tal y como lo tiene cualquier familia, uno de sus integrantes se reveló a dichos esfuerzos. Ese es el caso del príncipe Harry, duque de Sussex, quien luchó durante toda su juventud para alcanzar sus sueños y ser feliz.
Tras varios años de preparación tanto literaria como psicológica, el hijo menor de Lady Di lanzó "Spare, en la sombra" su autobiografía en la cual relata los hechos más trascendentes de su vida. La relación con su hermano, el vínculo entre su esposa Meghan Markle y su cuñada Kate Middleton, como lo afectó la muerte de su madre, su pasado con la cocaína, su tiempo en Afganistan y su lucha contra el régimen familiar.
Uno de los datos más impactantes que relata el nieto de la reina Isabel II, es la historia de la noche en la que decidió atravesar el túnel Pont de l'Alma ubicado en París, y en el cual su madre perdió la vida el 31 de agosto de 1997 tras protagonizar un dudoso accidente automovilístico. Diez años después del fallecimiento de Diana, Harry se encontraba en la ciudad con motivo de presenciar un partido de Rugby, cuando se le ocurrió una idea.
“La organización de la Copa Mundial me había asignado un chófer, y en mi primera noche en la Ciudad Luz le pregunté si conocía el túnel donde mi madre...", comenzó revelando el hermano de William. Luego de que el conductor le dijera que sí, que lo iba a llevar, él continuó con otro pedido: "A 65 millas por hora, para ser preciso. La velocidad exacta a la que supuestamente iba el automóvil de mamá, según la policía, en el momento del choque. No a 120 millas por hora, como informó la prensa al principio".
Con respecto a la experiencia inicial, el joven escribió: "Salimos, sorteando el tráfico, pasando el Ritz, donde mami cenó por última vez, con su novio, aquella noche de agosto. Entonces llegamos a la boca del túnel. Avanzamos a toda velocidad, pasamos por encima del borde de la entrada del túnel, el desnivel que supuestamente hizo que el Mercedes de mamá se saliera de su trayectoria. Pero el desnivel no era nada. Apenas lo sentimos. A medida que el auto entraba en el túnel me incliné hacia delante, observé el cambio de la iluminación a una especie de naranja acuoso, observé los pilares de cemento como parpadeos. Los conté, conté los latidos de mi corazón y en pocos segundos emergimos del otro lado".
Además, agregó: "Me volví a sentar. Dije, despacio: '¿Eso es todo? No... no es nada. Sólo un túnel recto'. Siempre había imaginado que el túnel era una especie de pasadizo traicionero, peligroso inherentemente, pero era un túnel corto, simple, sin vueltas. No hay motivo para que ahí muera alguien". Fue en ese entonces cuando Harry le pidió al chofer que realice el trayecto por segunda vez. Lo que pensó que podía ser una gran idea, terminó generándole una tristeza abrumadora.
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Harry escribió que había tenido malas ideas en su vida, pero que esa sin dudas fue una de las peores. Creía que quería cerrar esa historia, pasar de página, pero simplemente comenzaron a invadirlo las dudas y todo el misterio que ronda sobre el caso de la muerte de su madre estaba carcomiéndole la cabeza. "Está muerta, pensé. Dios mío, realmente está muerta. Encontré el cierre que fingido buscar. Con creces. Y ahora nunca podría librarme de él", expresó.Una de las cosas que más ha hablado la prensa británica en los últimos años ha sido todo lo que respecta a la relación entre Harry, Megan, William y Kate. Es por esto, que el menor de la familia decidió contar su verdad y revelar el porque del mal estar dentro de la realeza. Harry comenzó escribiendo que toda su vida había ansiado tener un vínculo especial entre los cuatro cuando tuviera una pareja. Pero su sueño no pudo hacerse realidad.
En 2019 comenzó una de los peores episodios. Una noche William lo encaró para hablar sobre los comentarios que hacía la prensa sobre Megan y sobre su repudio a la familia. Según lo que comentó Harry, su hermano trato de "grosera, desagradable y difícil" a su pareja, motivo por el cual se desató su furia, y lo trato de "repetir como loro la narrativa de la prensa". El príncipe continuó revelando que William estaba fuera de sí, y que comenzó a tirarlo al piso de la cocina y a golpearlo.
“Todo pasó muy rápido. Muy rápido. Me tomó del cuello, rompiéndome el collar, y me tiró al suelo. Caí sobre el cuenco del perro, que se rompió bajo mi espalda mientras algunos de sus fragmentos se me clavaban. Me quedé tumbado un momento, aturdido, y entonces me levanté y le dije que se fuera”, escribió. Minutos después se acercó a pedirle disculpas y a decirle que "no hace falta que Megan se entere de esto". Lo cual fue imposible, ya que la actriz vio inmediatamente los rasguños en la espalda y lejos de enojarse se entristeció.
Si bien ese episodio quedó ahí y lograron superarlo, tiempo después las asperezas volvieron a resurgir por una desagradable actitud de Kate con Megan. En uno de sus encuentros, la actrriz le pidió prestado un lapiz labial a Kate, ya que no tenía el suyo encima, y lejos de tener un gesto simpático, Kate la fulminó con la mirada. Otro episodio similar se dio el día que Harry la presentó.
Con una personalidad cariñosa como la describen sus allegados, Megan ingresó por primera vez al palacio real para conocer a su cuñado, quien por cierto era fanático de Suits, serie en la que ella actuaba, y cuando se acercó a saludarlo con un abrazo, William salió espantado. “Él retrocedió. Willy no ha abrazado a muchos extraños. Mientras que Meg abraza a la mayoría de los extraños. Will había esperado que ella lo saludara con la reverencia estándar del protocolo, pero ella no la conocía, y yo no se lo había dicho”.
Otra de las situaciones similares que relató Harry, fue cuando en 2019 cuatro días antes de su boda, Kate enloqueció porque a su hija no le gustaba como le quedaba el vestido, y le exigió a Megan que no solo mande a rehacer el de la menor, sino también el de todas las damas de honor. "Debes tener el cerebro afectado por las hormonas", fue la irónica frase que Megan le dijo ya que hacía poco había tenido a uno de sus hijos.
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Esto no le generó ninguna gracia a la familia real, y por ese motivo la trataron de "grosera". Megan automáticamente se disculpó y explicó que eso se lo hubiera dicho a cualquier amiga que le hiciera un planteo de semejante nivel. Sin embargo, el régimen protocolar y disciplinario de la familia, hizo que William terminara discutiendo con ella y le dijera que "allí no hacen esas cosas".
Muerte de Lady Di y su vínculo con la droga
En su autobiografía Harry relató que la muerte de su madre lo destruyó por completo. No solo por el acontecimiento en sí, si no también por la dudosidad del hecho, y por la forma de tomarselo de su padre el rey Carlos III. “Se sentó en el borde de la cama y me puso una mano en la rodilla: 'Mi querido hijo, mamá ha tenido un accidente de coche. Ha habido complicaciones. Mamá ha resultado gravemente herida y la han llevado al hospital, mi hijo querido”, fue lo que su padre le dijo en ese entonces.
Él, que en ese momento tenía 12 años, recordó que no solo no recibió ni un abrazo por parte de su padre, sino que además se sintió muy incomodo con el funeral público en donde vio que una multitud de personas lloraban a su madre, cuando ni el había podido hacerlo. “Me desagradadaba el tacto de esas manos. Es más, me desagradaba cómo me hacían sentir: culpable. ¿Por qué lloraba toda esta gente cuando yo ni lloraba ni había llorado?”.
Esto no fue lo único que lo impactó en su vida, sino también todo lo que vino después. Harry escribió que su estadía con los militares en Afganistán, en donde tuvo que matar personas lo dejaron muy mal, y en 2013 atravesó duros ataques de pánico que le costaron varios momentos de disfrute en su vida. Además, luego de eso probó la cocaína y cayó en uno de sus peores momentos.
“No me pareció muy divertido, y no me hizo sentir especialmente contento como parecía sucederles a otros, pero me hizo sentir diferente, y ese era mi objetivo principal. Sentir. Ser diferente. Era un chico de 17 años dispuesto a probar casi cualquier cosa que pudiera alterar el orden preestablecido”. Sin embargo, pudo superar esa etapa solo, ya que frente a la insistencia de su familia con que deje la fiesta, comenzó a acostarse temprano por las noches y a descansar en su casa.
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Harry concluyó: “Después de la cena me hacía un porro, y me aseguraba de que el humo no llegara al jardín de mi vecino, el duque de Kent. Luego me iba a la cama temprano”. No hay dudas de que Harry es el preferido de la gente, no solo por animarse a ser "la oveja negra" de la familia, sino también por sus agallas de contar como el y su esposa Megan han sufrido las imposiciones de la realeza.