15 Abril de 2025 09:46

Con la voz quebrada y la determinación a flor de piel, Lizy Tagliani rompió el silencio este martes al comenzar su programa radial Arriba BB, luego de que Viviana Canosa la acusara públicamente de participar en una red de trata de menores y de estar vinculada a escandalosas fiestas con presencia de adolescentes. La humorista y conductora no dudó en ponerle palabras al dolor y a la furia que la atraviesan: "Nunca en mi vida toqué a un menor de edad. Jamás. Lo juro por la memoria de mi madre".
Lo que comenzó como una disputa mediática teñida de resentimientos y enojos escaló a una acusación tan grave como impensada. Canosa, desde su ciclo Viviana en Vivo, redobló la apuesta y anunció que este miércoles se presentará en Comodoro Py para llevar sus denuncias a la Justicia. Finalmente cumplió con su palabra, pero adelantó su testimonio para este martes.
Mientras tanto, la vida de Lizy parece haberse convertido en una pesadilla. "Van a tener que demostrar cada delito del que se me acusa, uno por uno. Y no voy a parar hasta que se sepa la verdad", sentenció Lizy, quien enfrentó el micrófono con una entereza conmovedora. "Tengo la frente bien alta. A mí nadie me regaló nada y no voy a permitir que me destruyan con mentiras tan crueles", agregó.
En su extenso y sentido descargo, la conductora apuntó directamente a la brutalidad de las acusaciones. Habló de su trayectoria, de su vida entera dedicada al trabajo, al humor y a ganarse la confianza del público. Se refirió a sus clientas de toda la vida, a su familia, a su marido, y sobre todo, al profundo dolor de ser atacada justo en el momento en que está a punto de convertirse legalmente en madre adoptiva de un niño de cuatro años.
"¿Cómo alguien puede decir algo tan monstruoso a días del juicio por la adopción? Si realmente creyeras que soy capaz de algo así, lo hubieras denunciado antes. No esperás a que el nene esté seis meses en mi casa. Es perverso, es criminal", dijo, visiblemente conmovida y furiosa, en un relato que dejó en claro no solo su inocencia, sino también la violencia emocional a la que se siente sometida.
Durante los más de cuatro minutos que duró su editorial, Tagliani aseguró que llevará el caso hasta las últimas consecuencias: "Voy a llegar hasta donde tenga que llegar. Y si es necesario, voy a ir hasta la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Porque esto no se trata solo de mí. Esto sienta un precedente. No se puede vivir en un país donde cualquiera se levanta un día y dice: '¿A quién le arruino la vida hoy?'", avisó. El trasfondo de esta feroz confrontación con Canosa parece tener raíces que van más allá del ámbito mediático. La periodista aseguró tener pruebas de lo que afirma y prometió presentarlas ante la Justicia.
Acompañada por su abogado, Juan Manuel Dragani, dijo que no se trata de un show, sino de una cruzada personal contra quienes, según ella, forman parte de "una red de impunidad". Pero mientras la Justicia se prepara para dirimir esta batalla de proporciones devastadoras, la vida de Lizy quedó en suspenso. "Esto no es un escándalo de la farándula. Esto es un intento de asesinato moral. Y no me voy a callar. Por mí, por mi hijo, por mi historia y por todas las personas trans que luchamos cada día por tener una vida digna", concluyó, con la voz firme y los ojos cargados de verdad. El escenario está planteado. La Justicia tendrá ahora la última palabra. Pero lo que ya se sabe es que, detrás de cada denuncia pública, hay una vida en juego. Y Lizy Tagliani, hoy, decidió no ser la víctima silenciosa. Decidió pelear.
El descargo completo de Lizy:
"Esto que me está pasando es mentira. Nunca en mi vida toqué a un menor de edad, jamás, jamás en mi vida ocurrió eso y no voy a parar hasta que se sepa la verdad. Tengo la frente bien alta, estoy más segura que nunca, van a tener que demostrar todos los delitos de los que se me acusan, uno por uno, y voy a llegar hasta donde tenga que llegar.
Solo les digo, tanto a la gente que me confía en mí y que sabe, o que por lo menos presiente que soy una mina honesta, que a mis amigos, a mi marido, a mi familia, a toda la gente, a mis clientas, en las cuales he estado metida en su casa durante más de 30 años, y a todas las personas que confían en mí, que les doy mi palabra de honor que esto se va a aclarar y que no voy a parar y voy a llegar hasta donde tenga que llegar para que esto se solucione.
Lo que dicen de mí es mentira. Nunca tuve relaciones con una persona menor de edad, jamás estuve con una persona menor de edad, jamás estuve en ninguna red de pedofilia, jamás en mi vida se me ocurrió ni siquiera estar en una red de pedofilia. No tengo a nadie ni cercano, ni siquiera que se me haya insinuado, ni siquiera de inocente, o sea de decir, ah, bueno, yo no sabía y estaba metida ahí.
Me mencionaron en un montón de causas en las cuales yo no tengo nada que ver y no voy a parar hasta demostrarlo. Se terminó. Hacer esto como que bueno, ya está, lo voy a resolver en la justicia, y lo voy a resolver en la justicia hasta la instancia que tenga que llegar. No me interesa. La última, hasta la última instancia que me da la justicia de la República Argentina. Y si es necesario, voy a ir hasta la Corte Interamericana de los Derechos Humanos. ¿Por qué? Porque voy a sentar un precedente.
La gente no se puede levantar un día y decir, ¿a quién le cago la vida hoy? Hoy agarremos a este travesti, porque tengo un pendejo de cuatro años en mi casa que lo saqué de un hogar porque me lo dieron, y yo pude haber cagado, pude haber jodido, me pude haber burlado de los psiquiatras de la justicia que me otorgaron la guarda del nene, de los psicólogos, de los jueces, de las personas, de los asistentes sociales que vinieron a mi casa. Pude haberme burlado de todo eso.
Me pude haber burlado de toda esa gente mintiendo un personaje que no sea. Los ponele, los cagué. Soy usarete, soy una violadora, soy una abusadora. Cagué a toda esa gente. Y si vos sabés, y si alguien sabe que yo cagué o que yo abuso de menores, y sabés que voy a adoptar un pibe, vas a esperar que estén a dos días o a tres o a cuatro del juicio por la adopción para decir estas bestialidades, estas barbaridades de las cuales soy totalmente inocente y lo juro por la memoria de mi mamá. ¿Vas a hacer eso? ¿Vas a hacer eso a cuatro días o lo vas a hacer cuando te enterabas que yo iba a adoptar un pibe? Ahí lo tenías que hacer.
O sea, vos sabés que supuestamente yo me cojo menores, que es mentira, y no haces nada y permitís que un pendejo de cuatro años esté en mi casa durante seis, siete, ocho meses hasta que salga el juicio. ¿Lo decís ahora dos días antes? ¿Lo dicen dos días antes de que salga el juicio? Lo tendrías que haber dicho cuando yo tomo la decisión de adoptar. Ni bien tomo la decisión de adoptar, si vos sabés que yo soy capaz de cogerme a un pendejo, tenés que salir y tenés que decir, no se lo den, no se lo den, porque es pedófila. No tenés que decirlo ahora".