“Siempre tuve una salud de hierro”, es una de las frases que María Martha Serra Lima repite en cada entrevista que brinda. Sin embargo, la cantante de 73 años atraviesa hoy un delicado presente debido a un complejo cocktail de enfermedades que se le despertó en los últimos años. Sobre peso, trombosis, problemas de vista y de espalda: ¿qué le pasa a la cantante?
Llegó a pesar 165 kilos. Sufre diabetes y no puede caminar por un problema en su espalda.
“Llegué a pesar 165 kilos”
El sobrepeso, según la propia cantante, es una de las enfermedades que la acompañó durante casi toda su carrera. “Yo era de las gordas que decían: 'A mí los kilos de más no me hacen mal. Mi salud es muy buena. Y, hasta cierto punto, lo era. Pero no hay dudas de que la obesidad es una enfermedad. Tarde o temprano trae aparejadas sus consecuencias. En mi caso, por suerte, fue posible revertirlas: me operé de cataratas y, actualmente, mi diabetes está controlada”, reconoció en 2001 a Para Ti.
“Me estaba quedando ciega y un día me dio un coma diabético. Lloré como loca, pensaba que me moría
Brinda desde hace años sus shows sentada. “Sólo me paro para agradecer”, reconoció.
“Hacía 32 años que no podía cruzar las piernas cuando me sentaba
Por ese entonces, la cantante se sometió a un estricto régimen con el que bajó cerca de 76 kilos. “Estoy contenta con los resultados, pero no pretendo estar flaca. Para mí, que soy obesa, 89 kilos es un buen peso. Estoy realmente feliz con este cambio y, aunque es terrible admitirlo, muchas veces tiene que pasar una desgracia para que tomemos conciencia. Me estaba quedando ciega y un día me dio un coma diabético. Lloré como loca, pensaba que me moría”, recordó, y destacó: “Bajé un montón de peso y ahora erradiqué las túnicas de mi vida”.
Su lucha contra la gordura le trajo, además, complicaciones en la vida diaria. “Hacía 32 años que no podía cruzar las piernas cuando me sentaba. Me pasaba todo el tiempo pensando en el físico. Iba a comprar un coche y, si era demasiado bajo, me daba trabajo entrar y salir. Si era demasiado deportivo, el volante se me clavaba en la panza. Si debía sentarme en un lugar desconocido, era fundamental medir la silla para ver si entraba”, advirtió.
“Una vez quedé encajada en una silla de hierro forjado. Casi me muero, me dio un odio terrible estar tan gorda. Lo mismo pasaba cuando viajaba en avión
La cantante bajó más de 70 kilos en un año. “Me provoqué una anorexia”, reconoció.
Un poco con humor, la cantante reveló que, durante un viaje a Perú, tuvo un serio problema cuando decidió visitar una peluquería local para “ponerse linda” antes de un recital. “Me quedé encajada en una silla de hierro forjado. Casi me muero, me dio un odio terrible estar tan gorda. Lo mismo pasaba cuando viajaba en avión: en general tendían a darme el primer asiento sin darse cuenta de que es el peor, porque tiene los apoyabrazos fijos. Desde ya, siempre debía pedir una extensión del cinturón de seguridad”.
“Por suerte siempre tuve una gran personalidad: estaba gorda, no me amargaba. Nunca estuve sola, siempre me las ingenié para conquistar a los hombres
Su personalidad la ayudó a sortear cada una de las situaciones. “Por suerte siempre tuve una gran personalidad: estaba gorda, no me amargaba. Nunca estuve sola, siempre me las ingenié para conquistar a los hombres. Nunca dejé de bañarme en la pileta o en el mar. Con ciento sesenta y cinco kilos, me ponía un traje de baño y disfrutaba del sol y del agua en los mejores hoteles del mundo. Me habrán 'mironeado' por todas las ventanas, pero no me importaba. Después de todo, ¿quién no tienen algún raye, alguna dependencia? La diferencia estaba en que el mío se veía, nada más”.
Su lucha contra la anorexia
Meses después, luego de destacar lo feliz que estaba por su nuevo cuerpo, la cantante reconoció que la estricta dieta a la que se sometió no fue santa. “Bajé sesenta y siete kilos en un año y pico. Me saqué una persona de encima. El régimen terminó en el 2001: pesaba 160 kilos, bajé, después subí otros 20 y me enfermé”, reconoció con pesar.
“Me provoqué una anorexia. Engañaba al médico. No comía nada o nunca pasaba las 700 calorías diarias. Sólo acelga comía
“Me provoqué una anorexia. Engañaba al médico. No comía nada o nunca pasaba las 700 calorías diarias. Sólo acelga comía. Ahora estoy mejor, pero todo lo que como es con culpa”, se lamentó.
Primer paso por el quirófano y doble embolia pulmonar
Luego de sortear y neutralizar las secuelas del sobrepeso, la cantante debió enfrentar en julio 2013 otro duro cuadro médico: una doble embolia pulmonar que la dejó al borde de la muerte. Siete días antes, el 27 de junio, la cantante había pasado por el quirófano del Sanatorio La Trinidad de Palermo para solucionar un problema en su hombro izquierdo.
“Hice reposo y apareció la trombosis. Me salieron unos coágulos en las piernas por estar quita y se me fueron al pulmón
“Hace años me colgué de un trapecio y sentí un 'crack' en el hombro. Es lo mismo que tuvo Piquín (Hernán, cuando bailaba junto a Noelia Pompa en el reality de Marcelo Tinelli). Va a ser doloroso, pero llegó el momento de que me ocupe de mí, porque estuve diez años sufriendo como una condenada”, advirtió horas antes de su intervención quirúrgica.
La operación, a cargo del doctor Eduardo Zancolli, se extendió un poco más de una hora y la cantante recibió ese mismo día el alta médica. Abandonó el lugar con el hombro enyesado. “Voy a tener que estar así como un mes y medio. Pero voy a trabajar pronto, no puedo postergar shows porque vivo de esto”, anticipó horas después de regresar a su casa.
Luego de dos días de reposo, la cantante debió suspender un recital que iba a brindar en el Instituto Bernasconi de Villa del Parque. Su malestar se agravó con el transcurso de las horas y, al día siguiente, visitó el sanatorio en el que había sido operada para someterse a una revisación. “El cuadro es delicado porque son dos embolias pulmonares que los médicos están intentando disolver con medicación. Está en terapia intensiva”, reveló en su momento al diario MUY Marita Guercio, empresaria teatral y amiga de María Martha.
“La sensación es que te estás muriendo y que no podés respirar. Es un infarto de pulmón, un horror. Además, te dan sudores fríos
Tiempo después, tras sortear otro duro cuadro de salud, la cantante contó con detalles su experiencia. “Hice reposo y apareció la trombosis. Me salieron unos coágulos en las piernas por estar quita y se me fueron al pulmón. Esos coágulos de sangre salen por las arterias y se tapan, no salen por una vena. La sensación es que te estás muriendo y que no podés respirar. Es un infarto de pulmón, un horror. Además, te dan sudores fríos. Es una sensación tan cercana a la muerte”, lamentó.
“Pensé que me estaba muriendo. Uno fantasea con ese momento pero, la verdad, es horrible. Creí que estaba haciendo un infarto. Pensé que me iba a tocar el arpa y me dije: 'Ahora cuelgo el micrófono para siempre'
“Pensé que me estaba muriendo. Uno fantasea con ese momento pero, la verdad, es horrible. Creí que estaba haciendo un infarto. Pensé que me iba a tocar el arpa y me dije: 'Ahora cuelgo el micrófono para siempre'. Y eso que yo no me asusto fácil, pero en ese momento... Igual, el 'Barba' no me quiso llevar aún”, sumó.
Los problemas de columna y el fantasma de Ricardo Fort
El historial clínico de María Martha suma, además, una grave lesión en la columna que la obliga, desde hace años, a caminar acompañada de un bastón. “Hace muchos años tuve un accidente, me jorobé la columna y, con los años, se me va haciendo peor. Me cuesta caminar, me duele caminar”, reconoció.
La cantante ya no puede caminar sin la ayuda de su bastón por un problema lumbar.
“Los problemas de huesos son espantosos y no tienen cura. Me tendrían que hacer la operación que se hizo Ricardo Fort, pero antes prefiero andar en silla de ruedas. Tengo estenosis de raquis lumbar: la parte del medio está medio rota y no deja que pasen los líquidos que te dan fuerza y hacen que no te duela la cintura al caminar. La operación dura nueve horas y es muy peligrosa”, advirtió.
“Me tendrían que hacer la operación que se hizo Ricardo Fort, pero antes prefiero andar en silla de ruedas
A diferencia del chocolatero, quien falleció en noviembre de 2013 luego de someterse a una última cirugía de columna (llevaba 27 intervenciones, sumados los retoques estéticos), la cantante decidió continuar su vida sin pasar por el quirófano. “Cuando canto, canto sentada en mi banqueta de toda la vida.
Entro al escenario caminando, tratando de hacerlo derecha, pero me siento y tiro el ancla: ahí me quedo. Sólo me paro para agradecer. Sentada canto más cómoda y respiro mejor. Si no, el dolor de estar parada es espantoso”.