17 Octubre de 2017 13:28
Desde que Sol Pérez apareció en la televisión para contar los detalles del clima, muchos comenzaron a inquietarse con la presencia de la rubia en las mañanas. Sin embargo, la verdadera revolución llegó este año, cuando decidió participar del Bailando, y su escultural figura llamó la atención de más de uno.
Aunque ahora se siente dichosa del cuerpo que tiene, lo cierto es que Pérez confesó que no siempre se sintió muy cómoda con su figura, y que incluso, durante su adolescencia llegó a dejar de comer.
Sol Pérez confesó que luchó mucho contra su peso en la adolescencia.
"Me obsesioné con el peso cuando era más chica. Tuve conflictos con eso y salí con la ayuda de mi familia, pero estaba muy mal", contó en diálogo con Ulises Jaitt en su programa radial El show del espectáculo.
"No comía nada, comía un yogurt en todo el día, y una vez me desmayé en el colegio y ahí mi familia se dio cuenta”, comentó la "Chica del clima", quien confesó que por aquel entonces, hacía patín, y su cuerpo era muy diferente al resto de sus compañeras de colegio.
Pérez comentó que era patinadora y sus amigas eran muy flacas, por lo que comenzó a obsesionarse.
"Eran muy obsesivas mis compañeras", comentó y luego aclaró que por eso, comenzó a darle mucha importancia a su aspecto físico: "Eran todas muy flacas y altas, y yo que fui patinadora, tenía piernas, cola, me obsesionaba y quería los abdominales marcados”.
Lo cierto, es que durante su adolescencia lo pasó verdaderamente mal, tanto, que en un momento llegó a pesar 45 kilos, y durante mucho tiempo, aunque quiso, no logró subirlos.
Hoy noche de boxeo para @tycsports
Sin embargo, las cosas ahora son diferentes, y contenta con su actual figura, aseguró que de todos modos, si hoy deja el entrenamiento en el gimnasio y su cuidada alimentación, también baja de peso sin quererlo.
"Entreno en el Bailando que son 3 horas diarias y en el gimnasio siempre 2 horas. Como bastante variado, pero hay que hacer ejercicio, por lo menos salir a caminar 20 minutos", comentó sobre estilo de vida fit que lleva desde hace años.
Por último, aseguró que a pesar de estar contenta con el resultado que logró a base de tanto esfuerzo y entrenamiento, es tan humana como cualquiera y muchas veces teme ceder ante la tentación: "Me mata cuando voy a hacer presentaciones al interior porque los hoteles tienen de todo, me la paso comiendo alfajores y tortas".