Los últimos años en la carrera de los futbolistas que supieron ser estrellas muchas veces se transforman en una clara oportunidad económica para hacerse con grandes cifras antes de colgar los botines. En ese sentido Paulo Dybala viene de acordar el contrato que tendrá por los próximos tres años con el Al Qadsiah de Arabia Saudita, equipo que lo sacó de la Serie A italiana luego de tantos años de brillar en clubes como la Roma, la Juventus y el Palermo.
Los 60 millones de euros para el corto período en el que jugara en el fútbol de Medio Oriente pueden llegar a ser una buena manera de graficar el lujo al que estará expuesto el delantero en su nuevo lugar de destino. Cabe destacar que, si bien es uno de los países más caros del mundo, Arabia Saudita es además, uno de los lugares con más lujos extravagantes a manos de los sectores más pudientes.
Si bien todavía falta que el club árabe le ofrezca a la Roma un monto razonable por el pase del cordobés, luego de que venza la cláusula de rescisión que estaba en 12 millones de euros, el arreglo de palabra en cuanto a la suma es una realidad que ya se cerró entre las autoridades y el representante del futbolista. Las negociaciones, inclusive, habían comenzado hace más de un mes, para cuando Dybala estaba dando el ¡sí quiero! con Oriana Sabatini, en una lujosa fiesta llena de imágenes en donde se los ve espléndidos y con la felicidad que sólo puede dar el amor.
El monto de 20 millones de euros al año supera ampliamente los seis que recibe en la actualidad por parte de la Roma. La diferencia expone esta realidad en la que Dybala resigna competitividad deportiva, ya que la liga árabe no es un desafío futbolístico, pero a su vez clarifica las cosas en el sentido de que se presenta como una oportunidad imposible de rechazar, que triplica sus ganancias cerca del retiro.
Es un hecho que el destino no es muy seductor para la hija de Catherine Fulop y Ova Sabatini. Esto se evidenció luego de un like de Oriana que se filtró. "Estoy para que la pareja más linda del país venga a Núñez. Ahora o el año que viene", decía la publicación en la red social del pajarito, ahora conocida como X.
Es que si bien el lujo es atroz y las mansiones en las que van a vivir Oriana Sabatini y Paulo Dybala deben ser de primer nivel, la cultura local es bastante densa y machista, y el aislamiento de las familias directas o de las amistades que tenían en Italia también cumplen un rol desmotivador en la decisión de vida para los próximos tres años.