Suena el teléfono y del otro lado atiende Osvaldo Papaleo. "¿Cómo anda, mi viejo? Me imagino que luchando por el país, tomando el correo y la Casa de Gobierno para sacarlo adelante", dice, a modo de broma y entre risas, con una voz calma, como si estuviera hablando con su nieto. "El periodismo y la militancia no se hacen detrás de una computadora, se hacen en la calle, ayudando al prójimo", agrega, contundente.
Para aquellos que no conocen a Papaleo, además de ser el padre de la famosa actriz y conductora Carolina Papaleo, es un reconocido periodista que supo trabajar en Canal 9 a la par de Alejandro Romay y que a sus 37 años, asumió el cargo de Secretario de Prensa y Difusión en la última etapa del gobierno de Isabel Perón, el 22 de diciembre de 1975. "Perón me dejó como enseñanza la lealtad. Esa manera de ver el país y decir ´este es nuestro barrio y, desde acá, construimos y militamos la política´", afirma.
Su vida siempre estuvo ligada al Peronismo y sostiene que el regreso de Juan Domingo Perón, luego de haber estar exiliado de Argentina durante 17 años, fue el hecho que lo marcó en su vida como periodista y militante: "La vuelta del general tuvo épica y una dosis de ilusión. La gente, el sistema de carnaval y de fiesta, después de los momentos dolorosos que habían pasado, fue como un renacer"
Pero fueron sus 80 años, cumplidos en noviembre del año pasado, los que marcaron un nuevo quiebre en su vida. Tolerando la pandemia que atravesamos todos los argentinos por igual, el histórico conductor se va a animar, el próximo fin de semana, precisamente los días 11, 12 y 13 de junio, a incursionar en la tecnología: hará un streaming a través de www.passline.com.ar en donde repasará su rica y basta trayectoria, llena de historia.
En pocas palabras, el periodista, partícipe y pieza fundamental de la vida política argentina, recorrerá las últimas seis décadas, desde su rol como el último secretario de prensa y difusión del gobierno peronista que fue derrocado por el golpe militar de 1976 y que le costó la detención y el exilio, hasta la exhumación del cadáver de Eva Perón en un cementerio de Milán para luego entregarlo al General Perón en Puerta de Hierro.
Ya vacunado con las dos dosis de la vacuna, Papaleo accedió amablemente a una larga entrevista con BigBang y, a modo de adelanto, se animó a recordar cada aspecto que lo convirtió en el hombre que es hoy en día. Sin antes aclarar cómo está atravesando esta pandemia y recordar a los amigos que ya no están: "Gracias a la pandemia, no tenemos más nombres. Ahora soy ´primera dosis´ o sino, ´¿cuántas vacunas tenés´. Yo soy ´dos dosis´ (risas). Estoy bien, activo. Leo, escribo y milito, alguna escapada hago. Festejé mi cumpleaños por un Zoom, pero alguna tarea social hago, ayudar amigos y ver a la familia. Afortunadamente ninguno tuvo el bicho hijo de p... este. Carolina se vacuna mañana (por hoy) y con Lidia (su hermana, de 77 años) estamos vacunados. Tengo amigos amorosos que se han ido por esto y te queda un dolor irreparable. No justifico la muerte, pero sí la respeto".
Usted es peronista desde la cuna. ¿Fue el regreso de Perón el hecho cultural o social que más lo marcó en tu vida?
- ¿Pero qué te parece?. El golpe d 1955 fue una pérdida muy grande en la vida social de estos pueblos como el nuestro. El Bogotazo le cambió la historia del Colombia. A diferencia de lo que le ocurrió a Jorge Eliécer Gaitán, a nosotros nos voltearon a Perón pero no lo mataron. A partir de ahí, se agudizó la resistencia, luchamos y transformamos el país. En su vuelta está la incorporación de lo sectores de clase media al peronismo.
El 1972 salieron los hijos de la clase media a caminar bajo la lluvia para ver como Perón llegaba a Ezeiza. Tuve acceso a la vida de Perón, no era un fantasma para mí, pero yo tuve amigos militantes que no lo habían visto ni siquiera en Madrid. Conocían lo que decían de Perón, pero cuando lo vieron fue otra cosa. Yo trabajaba en Canal 9 cuando me recibió en un hotel cercano a su casa durante dos días y después conseguí reportajes con él.
Los 60´ en este país fueron una fiesta y los 70´ una tragedia, por algunas cosas. En los años 60´ había un estado de bienestar que había dejado Perón en el 55´ y no se hablaba de algunas cosas de las que hoy son habituales. Había un buen pasar económico. El impacto de Perón a la Argentina fue el hecho que me marcó.
La vuelta el 17 de noviembre de 1972 marca una etapa de ebullición y la incorporación de grandes sectores de la clase media al peronismo. La vuelta del general tuvo épica y una dosis de ilusión. La gente, el sistema de carnaval y de fiesta, después de los momentos dolorosos que habían pasado, fue como un renacer. Fue gente a Ezeiza a recibirlo bajo la lluvia.
De Leopoldo Marechal a Silvina Ocampo, siete poemas sobre el 17 de octubre de 1945
Año 1971, te llega una primicia. Hablás con (Alejandro) Romay, director general de Canal 9, y emprendés el viaje hacia Europa. ¿Fue un privilegio ser el primer periodista en llegar al cementerio donde habían estado ocultos los restos de Evita?
- Estaba en Canal 9, en la legendaria sede de Castex 3345. Los taxistas le decías Castex y te decían Canal 9. Después te preguntaban por las minas. Como Rolando Rivas (por la serie Taxista transmitida entre 1972 y 1973) había sido un éxito, se creían que eran todos galanes. Yo me entero gracias a la militancia peronista. Fuimos al aeropuerto con la lata, al otro día volvimos y se editó. ¿Cómo me llegó la información? Fue Carlos Spadone. Yo, afortunadamente, cuando hablo de estas cosas, me gusta referirme a personas que están vivas. Porque hay gente que suele decir que tomaba café con el Mariscal Tito y vos decís, ¿cómo lo chequeas?.
Fui a (Alejandro) Romay, le conté, me dio los fondos y el permiso de viajar. Al llegar allá, fuimos al cementerio. Empezamos a hablar con la gente, son histriónicos los tanos. Le das charla y se ponen a hablar solos. El cadáver lo lleva la Iglesia por un encargo de Aramburu y se hace cargo de la seguridad del cuerpo. Le puso otro nombre (Maria Maggi de Magistris) y lo preservó. Lo querían tirar al río de la plata, hacerlo pedazos. Estaba embalsamado. Habían personajes muy siniestros que no vale la pena nombrarlos. Era canallesco tener a Evita sepultada con otro nombre. Fue muy emocionante ver a Perón recibir el cuerpo. La devolución del cadáver fue la bandera de la militancia durante mucho tiempo.
¿La idea de esconder el cuerpo en Europa fue para preservarlo?
Romay tenía contactos, pero yo me entero por el lado del peronismo. Perón vivió ese acto como una cosa sentimental tremenda. Hasta que apareció el cadáver, su paradero había sido todo un misterio. Lo quisieron destruir, quemar en una plaza pública y tirarlo al Río de la Plata. No fue joda. Lo preservaron, lo enviaron a Italia, lo llevó a la Iglesia con máxima discreción y se pudo llegar al final feliz, que fue recuperarlo.
¿Cómo viviste el golpe de Estado, el 24 de marzo de 1976?
- Perón ni un solo minuto pensó que se iba a quedar en España a vivir. Volvió al quilombo para garantizar la paz social y el poder. Vino a dejar su vida por este país y no es chiste. Se podría haber quedado en España, pero vino al fuego a sagrado. Cuando se despidió, el 12 de junio de 1974, 20 días antes de fallecer, en la concentración donde dice que se llevaba el sonido más maravilloso que era la voz de su pueblo, nos anticipó lo que se venía con el golpe del 76´.
Él estaba convencido de que no era garantía para los grupos económicos que saqueaban y seguían saqueando al país. En ese momento no había nada, no había deuda externa. Vivíamos, a comparación de ahora, en la Grecia de antes. Perón se dio cuenta que seguían conspirando contra el Ministro de Economía y no pudo calmar a estas fieras. Habló ese día denunciando que estaban conspirando contra el Pacto Social.
Sabía que ni él estando presente, habiendo sacado el 62% de los votos en septiembre de 1973, podía garantizar la paz social. Se dio cuenta que los grupos económicos habían comenzado una especie de desabastecimiento. Con Perón se había firmado el Pacto Social, José Ber Gelbard, José Ignacio) Rucci, la CGT y los empresarios. Hasta él creyó que traía la paz, pero dos años después de irse hubo un golpe militar con 30 mil muertos y desaparecidos.
Aquel 24 de marzo lo viví en la Casa Rosada, leal a la presidenta que no renunció como le pedían muchos políticos y la junta militar. La no renuncia de Isabel lo llevan al golpe, la metieron presa cinco años. Tengo un respeto profundo hacia esa mujer. Nosotros fuimos leales y sabíamos que nos iba a pasar. Sabíamos que íbamos a ir presos, aunque no nada trágico. Si sabía que me iban a querer matar, me rajaba, pensar de otra manera es una tontería. No fuimos héroes, sino responsables políticos. Nosotros buscábamos que, si venía un golpe, no fuera con la complicidad de la renuncia de Isabel.
¿Estuvo 9 meses en Puesto Vasco? ¿Durante todo ese tiempo, su familia desconocía su paradero?
- Un infierno fue. Era un campo de concentración, nada menos. No podías ver, te llevaban con picanas a bañarte. Te golpeaban y torturaban. No conozco el infierno, pero seguramente es muy parecido a ese campo de concentración. Estuve preso en un barco durante tres meses (N de la R: se trata del buque 33 Orientales, amarrado en el Apostadero Naval, donde fueron detenidos funcionarios y dirigentes peronistas), en la cárcel de Devoto y después en Caseros. Me iban llevando, la pasamos en todos lados mal menos en el barco. Era un régimen carcelero muy duro. Hasta noviembre del 76, estuve preso a disposición del Poder Ejecutivo.
En abril del 77, por ser cuñado de (el banquero David) Graiver, fui a un campo de concentración. Estuve otros nueve meses, en Puesto Vasco, que estaba en Don Bosco, en Bernal. Mi familia nunca supo dónde estaba, pero lo sospechaban porque mi hermana, Lidia, que estaba presa en ese momento, había pasado por ese lugar y, como la habían "blanqueado” luego de torturarla y la llevan al Tribunal de Guerra, recibía visitas y les decía que yo estaba en el Puesto Vasco.
El discurso de Juan Domingo Perón del 17 de octubre de 1945: "Trabajadores: únanse; sean hoy más hermanos que nunca"
¿Qué enseñanza te dejó Perón? ¿Considerás al Kirchnerismo como una parte del Peronismo?- Perón me dejó como enseñanza la lealtad. Esa manera de ver el país y decir "este es nuestro barrio y, desde acá, construimos y militamos la política". El Kirchnerismo es parte del Peronismo. El que no se considere parte, perdió. Sin la ayuda del viejo general, no entrás en la gente. Perón es el más grande junto con Evita. Perón hablaba del medio ambiente 55 años atrás, decía que China iba a ser potencia 45 años atrás.
Un tipo sólido, carismático y único. Era un líder nato, preocupado por educar y transmitir conocimiento. Perón fue una persona muy formada y rigurosa. Conozco pocas personas que le hayan dicho algo cara a cara. Su sola presencia intimidaba. Estando en Madrid, vino y puso el cuerpo. A Perón le horrorizaba cómo había crecido la burocracia del Estado gubernamental. Él decía que el poder era privacidad.
Lo traigo al presente Osvaldo. ¿Cómo lleva usted esta pandemia?
- Cayó una bomba atómica. Desgraciadamente nos afecta a todos, pero creo que la responsabilidad es nuestra. La calle Corrientes sin teatros, llora. Sobre todo aquellos comerciantes que dependen de los teatros. Me preocupan los comerciantes y trabajadores individuales. Abajo hay que dar planes, comedores y apoyar. Pero un poquito más arriba, también están mal.
Es un sector que hay que ayudar con las herramientas que culturalmente aceptan, como facilidades impositivas, créditos y mover el consumo interno. Personalmente estoy bien, activo. Leo, escribo y milito, alguna escapada hago. Festejé mi cumpleaños por un Zoom, pero alguna tarea social hago, ayudar amigos y ver a la familia. Afortunadamente ninguno tuvo el bicho hijo de p... este.