01 Diciembre de 2016 03:56
Alejado del fútbol y embarcado en un nuevo proyecto musical, Daniel Osvaldo rompió el silencio sobre su relación con el DT de Boca Juniors, Guillermo Barros Schelotto. Relató que “terminó muy mal” su vínculo con el director técnico y con su hermano y ayudante, Gustavo. “Son como Ned Flanders, el personaje de Los Simpson: un día se les cruzan los cables y matan a todo el mundo”, disparó.
Durante una entrevista con Roberto Pettinato en el canal Magazine, el ex futbolista que en los últimos dos años pasó por Boca y por el Porto de Portugal, relató que siempre se confundía a los hermanos Barros Schelotto: “Los dos siempre vivían con cara de orto”, remarcó el futbolista devenido en cantante.
Días atrás, durante otra entrevista, había dicho que no extrañaba jugar al fútbol profesional, pero que a menudo se junta con amigos a jugar a la pelota. Sin embargo, se mostró enfocado hacia el mundo de la música: meses atrás formó su banda de rock, Barrio Viejo. El ex delantero Xeneize solía subir al escenario para cantar con La 25, banda donde tiene varios conocidos.
Sin embargo, se detuvo en varias ocasiones para criticar a los hermanos Barros Schelotto. “Tuve muy buenos directores técnicos en mi carrera, que no necesitaban vender humor gritándole a sus jugadores frente a las cámaras para que no tiren centros de mierda”, disparó el ex jugador, en referencia a un entrenamiento televisado, en donde el DT de Boca se enojó y retó a los futbolistas del plantel por el bajo rendimiento.
Además desmintió haber fumado en el vestuario tras el partido con Nacional de Uruguay: “No es un buen lugar para fumar el vestuario, te puede descubrir el técnico”, ironizó el futbolista y músico, muy cuestionado no solo por el fútbol, sino también por sus romances y por la polémica relación con la madre de su hijo, Jimena Barón.
Guillermo Barros Shcelotto y Daniel Osvlado no terminaron en las mejores condiciones en Boca.
Lo cierto es que en la Argentina el éxito futbolístico de Osvaldo no fue de los mejores. En 2015 fue presentado por el presidente de Boca, Daniel Angelici, como uno de los refuerzos de lujo. Su llegada era más que esperada. Sin embargo, dio más que hablar por sus escándalos fuera de los estadios que su desempeño adentro de las canchas. A mediados del año pasado se fue al Porto: el delantero metió un solo gol en 12 partidos. Luego, decidió aceptar la oferta de Boca otra vez y regresó al club de la ribera, donde le puso final a su carrera, debido a las diferencias con el DT.